La empresa pionera en fabricación de helicópteros que hizo historia en Saladillo

Cicaré Helicópteros S.A es, a día de hoy, una de las compañías más emblemáticas de la región y, por supuesto, de Argentina. Es que esta empresa, fundada oficialmente en 1972 por Augusto “Pirincho” Cicaré, fue pionera en la fabricación de helicópteros en Sudamérica. Fue tal el éxito de los productos de Cicaré desde aquel momento que incluso Juan Manuel Fangio, el cinco veces campeón mundial de Fórmula 1, recurrió a Augusto para solicitarle la fabricación de un motor de 4 cilindros.

Cicaré, como marca, se fundó en Saladillo, Provincia de Buenos Aires, donde mantiene su fábrica hasta la actualidad. En dicha ciudad, la firma ha implementado un importante movimiento y aporte a nivel industrial al exportar sus productos a más de 30 países, además de despertar un gran interés para los expertos de esta materia.  

En esta entrevista exclusiva, Juan Manuel Cicaré, hijo de Augusto, nos comentó detalles inéditos de los inicios de su padre como pionero en el desarrollo de helicópteros en el país, cómo nació este interés por innovar y hacer historia, por qué eligió radicarse en Saladillo, qué impacto tiene la compañía en el municipio, entre otros detalles que convirtieron a Cicaré S.A en la empresa que es hoy.

ORÍGENES E HISTORIA

El vínculo de Augusto Cicaré con la aviación comenzó desde joven, cuando mostró una marcada fascinación por los aeromodelos y las máquinas voladoras. Sin embargo, lo que lo catapultó al reconocimiento internacional fue su trabajo en la creación de helicópteros de diseño propio. A partir de los años 50, Cicaré comenzó a experimentar con el diseño de helicópteros, y en 1957, fabricó el primer helicóptero de su autoría, el Cicaré CH-1. Este modelo innovador, aunque rudimentario, abrió el camino para una serie de prototipos y avances que consolidaron a Cicaré como un pionero en su campo. “Desde entonces, hubo diferentes nombres de empresas o asociaciones donde siempre él estuvo al frente como desarrollador”, nos comentó en exclusiva Juan Manuel Cicaré, quien hoy está al frente de la compañía, siendo su actual presidente. Asimismo, el ejecutivo brindó detalles sobre los orígenes de la firma y su aporte al municipio que Augusto eligió para dejar este importante legado que hoy les corresponde a sus tres hijos.

¿Cómo llega Augusto a Saladillo?, ¿Cómo fueron los primeros años emplazado allí?

Él nació en el año 1937 en la pequeña localidad de Polvaredas (partido de Saladillo), allí -años más tarde- diseñó, construyó y voló su primer helicóptero, siendo el primer prototipo en hacerlo en toda Sudamérica. Otros tantos desarrollos sucedieron en Polvaredas, el motor de 4 Cilindros en V a pedido del entonces flamante quíntuple campeón mundial de F1, Juan Manuel Fangio; su segundo helicóptero el CH-2, un simulador de vuelo de avión, y así podría mencionar un sin número de artefactos, dispositivos y motores. 

Augusto tuvo que mudarse a Saladillo a comienzos de la década del 70 por una necesidad de contar con mayores facilidades, tales como tener acceso al servicio de luz eléctrica, con lo que eso significaba en aquellos años para desarrollar cualquier emprendimiento. Los primeros años fueron casi exclusivamente dedicados a desarrollos de helicópteros, de tal forma que, en pocos años, logró diseñar, construir y volar diferentes prototipos de ellos: El CH-3, CH-4, CH-5, entre otros.

Además, y a la par de lo netamente aeronáutico, desarrolló diversos productos e innovaciones en el mundo automotor, como la transformación o reforma de motores nafteros a diésel, máquinas de cortar césped en distintas versiones motorizadas y autopropulsadas, filtros para purificación de combustibles, y desprendido del famoso y ya mencionado desarrollo del motor de 4 cilindros en V a pedido de Juan Manuel Fangio, que lo hizo junto a varios colaboradores estando aún en polvaredas, la producción en serie de bombas recuperadoras de aceite y rótulas para autos de competición de diversas categorías. En resumidas palabras, fue puro desarrollo, y como le gustaba a él decir, mucho de todo su aprendizaje fue en base a prueba y error.

¿Qué fue lo que impulsó a Augusto a inventar sus propios helicópteros y cuál fue su primer producto?

La pasión por los helicópteros se le dio de muy pequeño a raíz de una nota en una revista del mundo fierro llamada ‘Mecánica Popular’, a sus 4 o 5 años de edad. Desde entonces, su objetivo estuvo claro: volar sus propios helicópteros. Vale recordar que Augusto no completó la primaria, dando por terminados sus estudios formales en 6to grado y que, con tan sólo 11 años de edad comenzó a realizar trabajos en la tornería de unos de sus tíos para aportar al sostén de su familia por problemas de salud de su padre. Respecto de su primer producto,, el primero fue el SVH-3, un Entrenador de Vuelo de Helicópteros único en su estilo y que le valió muchos premios, en el ámbito local como a nivel Mundial, además de obtener previamente la Patente de Invención. En ese producto resumió muchísimo de sus experiencias previas, él aprendió a volar en sus propios helicópteros, y a cada uno le fue adaptando y adicionando diferentes dispositivos y sistemas para poder entender mejor el comportamiento de los comandos y de las diversas configuraciones que en su cabeza pasaban cuando se trataba de “probar” los avances o innovaciones. Se trata de un helicóptero real cautivo o vinculado al piso mediante un sistema que permite todos los movimientos de un helicóptero de vuelo libre, pero con un muy bajo riesgo tanto para el alumno como para el instructor, y de bajo costo operativo también. 

¿Qué impacto tuvo este producto para el país? ¿Y para la ciudad?

Actualmente están operando varios ejemplares en todo el mundo y localmente en Argentina es utilizado por las Fuerzas de Defensa y de Seguridad para dar instrucción inicial a los aspirantes a pilotos de helicópteros. Cabe destacar que, en el año 1998, obtuvo a nivel nacional el primer premio en Invención y posteriormente el mayor galardón en la Ciudad de Ginebra, Suiza, en el Salón de los Inventos del año 1999 como mejor Invento en su categoría. Por todo ello, fue recibido en el municipio local en medio de una multitud arriba de un camión de bomberos con todos los honores que se imaginen. También le trajo innumerables reconocimientos y lleva su nombre la entrada a su Polvaredas natal y tan querida siempre, es un hermoso boulevard, y sobre el mismo también se encuentra la última casa donde él vivió allí junto a su familia. 

Hoy en día, ¿cómo lleva usted el rol de presidente de Cicaré?

Es una gran responsabilidad, y se logra llevar adelante el rol con calma y con la tranquilidad de contar con un grupo de gente muy comprometida con los que formamos un equipo con el cual se comparten los valores humanos que nos supo transmitir Augusto. Más allá del aprendizaje puramente técnico que el equipo haya sabido aprender a su lado, hago hincapié en la parte humana, que es otro gran capital que sabemos cuidar muy bien. En mi caso particular, llevo 8 años operativamente en la empresa, pero aquí hay gente que estuvo por más de 40 años junto a Augusto en el día a día y continúan sus tareas junto a los más jóvenes y el consecuente y natural recambio generacional. 

Teniendo más de 60 años en funcionamiento en su lugar de origen, ¿Qué importancia consideras que tiene la empresa para Saladillo?

Es una especie de Marca registrada, es una PYME tomadora de recursos humanos locales en formación y generadora de mano de obra calificada y engranaje clave para una red de proveedores. El apellido y la empresa han sido y continúan siendo embajadores en todo el mundo. Es también identidad, y vale aclarar que han salido de esta localidad al mundo un gran número de personalidades muy reconocidas y en diversas materias o rubros; salud, deporte, programación, empresariales.

¿Hasta qué regiones o países tuvieron alcance los productos de la marca?

Actualmente los productos Cicaré se encuentran operando en más de 30 países del mundo y en todos los continentes. Existe una red de distribuidores en distintos puntos del mundo que dan soporte y seguimiento a las unidades entregadas. Augusto llegó a ver en vida todo el alcance mencionado y nunca dejó de sorprenderse con las aplicaciones y usos de sus creaciones alrededor del planeta.

¿Qué aporte consideran que le otorga Cicaré a Saladillo?

Posiciona a nuestra localidad en el mundo de la Aeronáutica, fortaleciendo una red de Proveedores locales y manteniendo una trayectoria y eso en mi opinión permite que Cicaré sea atractivo en lo laboral y también turísticamente hablando. Desprendido de eso último, es inimaginable la cantidad de interesados en visitar nuestras instalaciones y la historia de Augusto que se refleja fielmente en nuestro modesto pero completo museo, donde supimos poner en valor toda su obra. Considero que cada saladillense puede identificarse con la empresa y eso claro nos enorgullece.

Como actual presidente de la firma, ¿Qué proyecciones tiene para la marca de cara al año en curso?

Sostener lo realizado con el correr de los años no es tarea fácil, Augusto supo poner en lo más alto la calidad y seguridad en el vuelo de las alas rotativas, con toda su trayectoria y conocimientos puestos en las actuales líneas de productos, que se fabrican en serie desde ya hace más de 25 años, apostamos a consolidar todo ese camino en los nuevos productos que tantos premios y reconocimientos internacionales están obteniendo. 

El mayor galardón en su categoría otorgado a nuestro CICARÉ 8 biplaza lado a lado en OshKosh 2024 es una prueba más de que vamos por la senda correcta. Con respecto a los nuevos y futuros desarrollos, continuamos trabajando en aeronaves no tripuladas y atentos siempre a las nuevas tecnologías que puedan aplicar a nuestros proyectos.

EL SIGNIFICADO DE CICARÉ PARA EL MUNICIPIO

Dialogamos con Vladimir Wouvich, Secretario de Desarrollo Local de la Municipalidad de Saladillo, quien reafirmó la relevancia de la firma a partir del suceso que marcó al municipio: “La importancia de este fenómeno habla por sí sola. Pero, sin dudas, el legado más trascendente que ‘Pirincho’ Cicaré dejó en el municipio fue el espíritu emprendedor que generó en la comunidad. Fue, es y será un faro donde los emprendedores se pueden mirar y ver que no existen imposibles”, empezó expresando el funcionario. 

El significado de la empresa en la localidad es indudable, por lo que el Secretario de Desarrollo Local narró los reconocimientos que recibió “Pirincho”, destacando: “Fue declarado Ciudadano Ilustre por el Honorable Concejo Deliberante. Asimismo, el acceso a Saladillo que pasa frente a la fábrica lleva su nombre. La calle principal de Polvaredas (donde nació Pirincho) también se denomina en su homenaje, lo propio que la biblioteca municipal de dicha localidad. Además, por iniciativa del municipio, la legislatura bonaerense declaró a Saladillo como Capital provincial del Helicóptero y hay un proyecto en el Congreso solicitando la declaración de Capital Nacional. Si bien no es municipal, hay una organización sin fines de lucro que se llama ITEC Augusto Cicaré. (ITEC significa Innovación, Tecnología, Emprendedurismo y Ciencia). Finalmente, cuando se construya una de las rotondas de acceso a Saladillo va a llevar su nombre con la implantación de una réplica de un helicóptero”.

Por otro lado, Wouvich no dejó pasar el significado de la firma en materia de oportunidades y visión exterior que le aporta al municipio: “una empresa que fabrica helicópteros se relaciona con el mundo, por ende, abre puertas a la marca Saladillo fuera de los límites del país. Asimismo, genera empleo de calidad para profesionales y técnicos, muchos de ellos egresados de la escuela técnica local”. 

El eje turístico también tuvo lugar al momento de destacar diferenciales de Cicaré, a lo que el Secretario de Desarrollo Local, expresó: “es uno de los principales atractivos para las personas que visitan nuestra ciudad, no solo por la fábrica de helicópteros en sí, sino también por la historia de Augusto Cicaré, un genio autodidacta reconocido mundialmente, distinguido como Miembro Honorario de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata”. Además, por supuesto, en lo que respecta al nivel productivo, Wouvich resaltó sobre la empresa: “en estos tiempos crecieron en venta y en servicios post venta y en reconocimientos y aperturas de mercados en Alemania, Italia y Estados Unidos, entre otros lugares”. 

Con los hitos que logró Augusto Cicaré y el legado que dejó en el municipio que eligió como casa para su firma, está claro que Pirincho representa un símbolo de perseverancia, creatividad y pasión por la aviación. En Saladillo, su ciudad natal, y en el mundo entero, su legado perdura como una inspiración para futuras generaciones de ingenieros y aviadores.

Florencia Argañaraz

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José Abel Autor