ÁreaUrbana dialogó con el Ing. Fabián Garófalo, asesor de la Red de Ciudades Inteligentes de Argentina y del Instituto Ciudades del Futuro, para conocer más el funcionamiento de las denominadas “Ciudades Inteligentes” y de su experiencia en el trabajo con varios municipios de Argentina, en los cuales se está implementando una importante transformación en este aspecto.
El Ing. Fabián Garófalo es miembro asesor de la Red de Ciudades Inteligentes de Argentina y del Instituto Ciudades del Futuro. Además, fundador de SmarterCities/Ciudades+Inteligentesy asesor de organismos de estado de varios países y fuerzas de seguridad en estrategias de Ciudades Inteligentes, Gobierno Abierto y Seguridad Ciudadana, entre otros
ÁreaUrbana lo entrevistó para conocer más el funcionamiento de las denominadas “Ciudades Inteligentes” y de su experiencia en el trabajo con varios municipios de Argentina, en los cuales se está implementando una importante transformación en este aspecto.
Para comenzar nos gustaría que nos defina el concepto de “Ciudades Inteligentes” ya que puede tener varios sentidos y está en constante evolución.
Todos los días y en todos los lugares se está hablando de Ciudad Inteligente, Smart City y demás significaciones similares, y ya hay varias ciudades en la Argentina que están sumando esta cucarda.
Una definición ampliamente aceptada dice que “es la cuidad que se caracteriza por la intensa utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para crear, mejorar y potenciar los sistemas, simples y complejos, combinándola con la información creada y obtenida, procesándola y transformándola para hacer que sus procesos y servicios mejoren la calidad de vida de los ciudadanos mediante el uso efectivo de sus recursos permitiendo además, reducir el costo energético, incrementar la seguridad ciudadana, minimizar el impacto medioambiental, todos estos, y varios más, componentes de una ciudad”.
Son varios los aspectos que permiten manifestar la inteligencia de una ciudad: por medio de la utilización de las TIC; la gobernanza abierta y colaborativa, la exposición de los trabajos de gobierno (a través del Gobierno Abierto) y la participación ciudadana; las ciudades pueden comportarse de forma más eficiente, mejorándose los servicios ofrecidos a los ciudadanos como la salud, la educación, el transporte, la seguridad ciudadana, la recolección de residuos, el uso eficiente de la energía, entre otras, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, dentro de la creación de una ciudad sostenible, eficiente en utilización de recursos.
Sumando el pensar disruptivamente, forjando a conciencia la apropiación de las TIC en las ciudades, diseñando procesos de empoderamiento y generando conocimiento alrededor del uso y ecosistema de las tecnologías aplicadas a las ciudades.
¿Qué papel cumple la Tecnología de la Información y las Comunicaciones en este tipo de ciudades?
En otras épocas, la clave del funcionamiento de una ciudad eran los servicios públicos, en ciudades inteligentes, el sistema nervioso será la infraestructura de telecomunicaciones y de transito de información, de todo tipo y esto es fruto de la apropiación de las TIC’s por parte de las ciudades, buscando sinergias entre los gestores de ciudad, las empresas, ciudadanos e instituciones pretende una mayor participación directa del ciudadano en todos los ámbitos.
El adecuado desarrollo y uso de nuevas tecnologías, como el Internet de las Cosas, las redes de nueva generación 5G, el “Big Data”, el análisis de datos, el aprendizaje automatizado y la inteligencia artificial aplicado e interconectado a la infraestructura ya existente en nuestras ciudades resultará que estas sean más eficientes y sostenibles.
Al pensar en una Ciudad Inteligente nos imaginamos un sitio de donde surgen gran cantidad de datos que se necesitan procesar ¿Cómo se pueden procesar los mismos y para que nos sirve hacerlo?
Las Ciudades Inteligentes utilizan la tecnología en todas sus formas, para proporcionar de manera más eficiente sus servicios y así mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Por lo tanto, su vínculo con la Big Data es mayor de lo que pensamos, incluso en una pequeña ciudad o municipio.
La ciudad deja de ser sólo un centro urbano y pasa a convertirse en una red inteligente de datos que son obtenidos por funcionarios y empresas, por lo cual adquieren gran valor.
Es que las interacciones de las personas a través de sus dispositivos móviles, los miles de sensores y terminales conectados por el Internet de las Cosas (IoT), y otras fuentes de información, proporcionan una masa enorme de datos que, al analizarse, permiten planificar y efectuar acciones relevantes para convertir a las ciudades en inteligentes.
Para beneficiarse de la Big Data, primero se deben identificar los problemas que se busca resolver y definir una estrategia basada en lo que realmente sucede en la ciudad. En este camino, los problemas más comunes que se enfrentan son: gran cantidad de información en tiempo real, tiempo de procesamiento, interoperabilidad y compatibilidad.
Nos permite desarrollar nuevas soluciones digitales que sirven para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos como para mantener un control por parte de los gobiernos respecto de tendencias y conductas sociales, además de brindar servicios en salud, recolección de residuos, accesibilidad y movilidad urbana, mejoras en la seguridad pública, sin olvidar la planificación de la ciudad, entre varios otros.
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