Conectividad: un desafío para la gestión

Pasado un 2018 inestable, donde la economía frenó varios de los proyectos, los municipios y provincias no se resignan: todos apuestan a una mayor conectividad, al despliegue de la Red Federal de Internet y a vivir cada vez más “conectados”.

La conectividad se transformó en una pata vital para la gestión pública. Internet, wi-fi y comunicaciones 4G son claves para organismos públicos así como para los usuarios, aunque sus inversiones no son fáciles. Los municipios aguardan muchas veces decisiones de grandes compañías, organismos nacionales o planes provinciales, que con una espalda más grande pueden afrontar los desembolsos que requieren las infraestructuras.

En ese contexto, los esfuerzos se centran en priorizar una gestión eficiente o “inteligente” y que, como mínimo, las distintas dependencias públicas dialoguen, “tecnológicamente” hablando. También, por qué no, en llegar con conectividad y buena calidad de servicio a puntos neurálgicos de cada ciudad, como plazas, hospitales y escuelas, o en dotar de infraestructura a los centros de monitoreo urbano.

La inauguración de puntos wi-fi en plazas turísticas, como en la jujeña Purmamarca, de internet libre en destacamentos policiales, terminales de ómnibus y escuelas en localidades de Córdoba (Arroyo Algodón, San Marcos Sierra y Villa del Totoral, por caso), y esperanzas por la llegada de la red federal de fibra óptica tendida por Arsat, en Adolfo Alsina (Buenos Aires), son muestras evidentes de los planes y proyectos que impulsan los distintos municipios del país, cada uno con sus respectivas realidades. También, claro está, son reales los contratiempos y frustraciones por planes demorados, objetivos incumplidos o pedidos de renegociación de contratos, a raíz del cambio en el marco macroeconómico sufrido durante 2018 (principalmente en cuestiones de conectividad la suba del dólar afectó varios proyectos por el encarecimiento en el costo de los equipos).

A nivel país la necesidad de conectividad es alta. Conscientes de ello, hacia fines del año pasado el Gobierno nacional decidió relanzar su política de telecomunicaciones. Un golpe de efecto, al parecer, que buscó el presidente Mauricio Macri, al anunciar el nuevo Programa Nacional de Telecomunicaciones y Conectividad. “Hablar de telecomunicaciones es hablar de desarrollo, de igualdad de oportunidades, de futuro”, expresó el mandatario, prometiendo para fines de 2019 que más del 90% de la población estará incorporada a la red 4G. Un objetivo ambicioso que se enmarca en el despliegue de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo), cuyo organismo responsable es la compañía Arsat.

Tal como se afirma en la Memoria Anual 2018 del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), durante el año pasado se desembolsaron más de $ 878 millones del Fondo Fiduciario del Servicio Universal para financiar dicha red: de 291 localidades conectadas se pasó a más de 500, con 33.000 kilómetros de fibra óptica en funcionamiento (“iluminadas”), frente a los 22.600 kilómetros de 2017 (y 6500 km de 2015). La meta fijada está en llegar este año a 1300 localidades.

Nota Publicada en AreaUrbana71

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José Abel Autor

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