Dos de los principales responsables en el Gobierno porteño del diseño y la ejecución del Plan Verde, el ministro Franco Moccia y el subsecretario Carlos Colombo, dan cuenta del rumbo de las iniciativas que buscan mitigar el déficit de espacio verde en Buenos Aires.
La ciudad de Buenos Aires es una de las metrópolis de la región con mayor déficit de espacio verde por habitante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la presencia de, al menos, 9 metros cuadrados de espacio verde accesible por habitante (m2/hab), y el territorio porteño tiene una proporción que ronda los 6 m2/hab, según datos de la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda porteño. Al ser un promedio, esa cifra disimula desigualdades grandes entre algunas de las 15 comunas porteñas: en los extremos se ubican la comuna 1 (Constitución, San Telmo, Monserrat, Puerto Madero, San Nicolás y Retiro) con 18,6 m2/hab y la comuna 3 (Boedo y Almagro) con tan solo 0,2 m2/hab.
Los espacios verdes públicos brindan múltiples beneficios para la población: fomentan la recreación y la actividad física y mejoran la salud mental y la calidad del aire y del clima.
La Reserva Ecológica es el espacio verde más grande de la ciudad, con unas 350 hectáreas. Una superficie similiar a ese oasis natural se ha propuesto crear y restaurar en distintos puntos porteños el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. En octubre de 2016, el Ejecutivo local relanzó el plan Buenos Aires Verde, anunciado en 2014 por el entonces jefe de Gobierno y actual presidente, Mauricio Macri.
La gestión de los espacios verdes en los gobiernos de Macri había recibido una serie de críticas de parte de legisladores opositores y de organizaciones barriales. Algunas de las iniciativas más resistidas fueron la incorporación de rejas, el proyecto que establecía la creación de bares y otros comercios en numerosos parques porteños y el avance del cemento sobre el verde en la renovación y la creación de plazas y plazoletas. Con el lanzamiento en 2014 del plan Buenos Aires Verde, el Ejecutivo buscó refrescar la agenda en esa área.
A diferencia del plan original, que incluía una serie de obras a desarrollar en un plazo de 20 años, el flamante Plan Verde detalla la realización de unos 30 proyectos urbanos con metas concretas para el período 2016-2019. Estipula la intervención en 360 hectáreas de la ciudad: la creación de 160 hectáreas de espacio público y la renovación de 200 hectáreas de espacio público ya existente. De ese total, los espacios verdes puros, nuevos o renovados, alcanzarán las 260 hectáreas.
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