Facundo Hernán Quiroga: Yo nací en…

Facundo Hernán Quiroga nació el 10 de enero de 1978 en San Luis capital. Es futbolista desde los 15 años y jugó en el club Huracán. Inició su carrera en el fútbol jugando para el club Newell’s Old Boys de la Primera División de Argentina en 1997.

En 1998 fue contratado por el club portugués Sporting, donde jugó entre 1998 y 2004, siendo cedido a préstamo al Napoli Italiano durante la temporada 2000-01. En el 2004 firmó por el Wolfsburg, equipo alemán que milita en la primera categoría del futbol germano. En julio de 2008, se incorporó a River Plate, donde jugó dos temporadas para luego recalar en la institución de Parque Patricios. Facundo Quiroga también ha jugado en numerosas oportunidades para la selección argentina.

¿Hasta cuándo vivió en San Luis?

Viví en San Luis hasta los 15 años, cuando decidí irme a probar suerte con el fútbol y elegí la ciudad de Rosario, más precisamente en Newells Old Boys. Al momento de irme tuve el apoyo de mis padres, especialmente de mi papá, ya que él también fue futbolista. Me acuerdo el momento que me dijeron que me tenía que ir a Rosario: a mi viejo se le quemó el asado, mi mamá casi se desmaya. Pero salió de parte mía, decir “déjenme ir, que es mi oportunidad”. Me fui solo, porque conseguimos una beca en la pensión de Newells .

¿Cómo llegaron tus padres hasta allí?

Ellos son oriundos de San Luis. Toda mi familia, desde mis abuelos, es nacida en tierras puntanas. En realidad, mis padres son de Estancia Grande, una de las localidades más antiguas de la provincia, que queda a poco más de 25 kilómetros de la capital. Pero yo vivi siempre en la capital. Actualmente mi abuela continua viviendo en Estancia Grande.

¿Qué recuerdos tenés de San Luis?

Tengo vivencias con mi hermano. Nosotros somos tres hermanos: con el más chico nos llevamos muy poco, tan sólo dos años y luego mi hermana que es bastante más chica que nosotros. Mis viejos nos dejaban, cuando no teníamos colegio, una o dos semanas con mis abuelos en Estancia Grande. En el campo, en otra época, todo era más tranquilo. Salíamos a andar en bicicleta, a hacer toboganes en las barrancas, inventábamos pistas para andar y muchísimas cosas de nenes. Tener a mi hermano tan cercano en edad ayudaba mucho. Ahora también me acuerdo que ayudábamos a mi abuela a buscar los huevos de las gallinas, a sacar leche, siempre fuimos una familia de granja también. Y, obviamente, las peleas típcas de hermanos. Además de jugar siempre a la pelota en la calle, con amigos de la infancia del barrio o en algún club, pero siempre jugábamos.

Después vino mi hermana, había que enseñarle desde caminar hasta andar a caballo. Me encantaba todo eso, me fascina el campo. Tanto que nunca se me dio por pensar en quedarme en una ciudad para siempre. Cuando estoy en la ciudad extraño horrores el campo. A veces necesito un día de campo.

¿Qué anécdota recordás de tu infancia?

Con mi padrino de confirmación, con quien siempre tuve muy buena relación, me acuerdo que jugábamos al futbol. Siempre quería que yo fuese arquero, me instaba para que atajara, me compró los guantes. Yo

hasta los 11 o 12 años atajaba y no lo hacía mal. Pero después el destino me marcó otro lugar en la cancha.

¿Qué tiene de particular San Luis?

Yo creo que lo principal es la tranquilidad, eso es impagable. Y la gente en San Luis. Como no es tan grande, los problemas se minimizan y están más cerca tal vez de la gente. Lo que tiene también es que en San Luis por la calle todos se conocían, eso es lindo, es algo que en una ciudad grande tal vez no lo tenes. Igual, cuando yo voy, toda la camada de gente de mi edad o que fueron parte de mi infancia, yo tal vez no los reconozco, porque son muchos años estando lejos de la ciudad.

Nota publicada en AreaUrbana 32

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José Abel Autor

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