Impacto y sustentabilidad de los eventos deportivos

Estamos viviendo un momento particularmente rico en cantidad de propuestas vinculadas con los eventos deportivos y recreativos en general. Podríamos enumerar infinidad de eventos de mayor o menor envergadura que se llevan adelante en todo el país. La Copa América, el Preolímpico de Básquet o el Mundial Sub 17 de Vóley son sólo algunos ejemplos que involucran diferentes disciplinas, edades y grupos o regiones de interés.

Por otra parte, podemos recorrer con nuestra memoria campeonatos, partidos, competencias y encuentros deportivos que nos rodean semanalmente a cada uno de nosotros y a los miembros de nuestras familias.

Los espectáculos artísticos

Algo parecido sucede con los espectáculos artísticos y musicales.La crisis de la industria de la música hirió de muerte a la forma tradicional de comercializar los “fonogramas”, pero insufló enorme vitalidad a los shows que los artistas ofrecen en contacto directo con sus seguidores.También aquí la clasificación puede incluir eventos como el 360° Tour de U2, los festivales regionales o las giras de nuevos músicos por todo el país.En muchos casos, las locaciones utilizadas coinciden con las de los eventos deportivos: los recitales se hacen en clubes, estadios o gimnasios.

Sin embargo, no todo lo que se relaciona con este tema es agradable y beneficioso. Para quienes deben escuchar hasta altas horas de la madrugada sonidos que no le interesan y que se emiten desde estadios cercanos a sus viviendas, la situación es muy desagradable.

Tampoco es grato para ningún ciudadano pagar mayores impuestos o ver cómo los funcionarios gastan el dinero público en la construcción de infraestructuras deportivas que sólo serán utilizadas en contadas ocasiones, quedando como monumentos fríos y caros durante la mayor parte del resto de sus días.

Pensemos también en la cantidad de basura que se genera en cada uno de los eventos de mucha envergadura, y pongamos atención en el poco tratamiento que se le da a esos residuos.

Sustentabilidad

La preocupación que marcamos incipientemente en estas líneas es tema de debate en todo el mundo.La sustentabilidad, o sostenibilidad para ser técnicamente más precisos, de los eventos es objeto de regulaciones y normas surgidas tanto en el ámbito público como privado.

Para entender ampliamente este concepto debemos sumar a la habitual consideración sobre el impacto ambiental otros dos aspectos no menos importantes: el social y el económico. Para ser considerado sostenible, un evento debe tener un impacto favorable o neutro en la naturaleza, en la sociedad que lo cobija y, a su vez, poseer en sí mismo la metodología para que desde el punto de vista económico no genere déficit.

Los estadios del último Mundial de Fútbol en Sudáfrica son un ejemplo negativo que manifiesta que aún no se trabaja adecuadamente en este tema. Por el contrario, todo el desarrollo para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 está estructurado sobre criterios de sustentabilidad.

Se espera que en el momento en que se lleven a cabo los próximos Juegos Olímpicos, pueda aplicarse una nueva Norma ISO 20121. Solamente Brasil y Argentina participan de la elaboración de esta norma como representantes de Latinoamérica. Aquí, se lleva adelante a través del Subcomité de Sostenibilidad en Gestión de Eventos del IRAM.

Daniel José Fernández

Nota Publicara en AreaUrbana 40

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José Abel Autor

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