Investigadores, líderes de opinión y responsables en la toma de decisiones en la cadena de valor del transporte se reunieron de manera virtual para discutir la importancia de un sistema libre de combustibles fósiles en el camino por la lucha contra el cambio climático. La descarbonización del transporte de cargas fue el protagonista porque el sector del transporte representa una parte importante de las emisiones mundiales de CO2. “La ciencia del clima muestra que tenemos que reducir las emisiones globales a la mitad para 2030. Sólo faltan nueve años”, concluyó Rockström.
En abril de 2020 los objetivos establecidos por Scania para reducir sus emisiones fueron aprobados por la iniciativa Science Based Targets, siendo el primer fabricante de vehículos pesados en obtener la aprobación. Para 2025, la compañía se comprometió a reducir las emisiones de sus operaciones globales directas en un 50% con respecto a 2015 y también a reducir en un 20% las emisiones generadas cuando sus productos están en uso, más del 90% de sus emisiones totales.
La marca cree que el primer paso hacia un sistema de transporte sustentable son los combustibles renovables como el gas y biogás, y en un futuro la rápida transición hacia la electrificación. Christina Figueres, impulsora del Acuerdo de París, comentó: “No es una transición fácil, no se puede llevar a cabo desde una sola empresa, tiene que ser un ecosistema integrado”.
En Argentina, Scania da pasos firmes en la descarbonización de sus productos y procesos de producción. En 2018, realizó el primer Foro de Transporte Público Sustentable en Buenos Aires, en 2020 presentó su plataforma de vehículos propulsados con combustibles alternativos Green Efficiency y mostró su planta industrial ubicada en Colombres (Tucumán). Su red de concesionarios ya funciona 100% con energía limpia.