Gestiones locales que buscan reforzar la cooperación y avanzar en políticas de diversificación productiva para equilibrar sus finanzas. Iniciativas locales en producción de alimentos, turismo sustentable y reconversión industrial.
El impacto de las medidas macroeconómicas en las cotidianidades municipales no siempre se expresa de forma explícita. Las decisiones, anunciadas públicamente y reglamentadas a través del Boletín Oficial en un formato que le resulta ajeno a la generalidad de la ciudadanía, desprenden sus efectos de manera progresiva y las consecuencias en empleo, desarrollo u oferta de productos son excepcionalmente inmediatas.
Una de esas situaciones ocurrió con el Decreto 333/2025 emitido en mayo, que redujo aranceles a la importación de smartphones del 16% al 8%, cifra que se reduciría a 0% el 15 de enero del 2026; junto a una baja del 35% al 20% en consolas de videojuegos. La iniciativa, que también estableció una exención total del impuesto interno en el Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego hasta el 2039, provocó la reacción inmediata en la provincia más austral de nuestro país.
El Régimen de Promoción Industrial vigente en ese distrito es uno de los principales motores de desarrollo y crecimiento demográfico. Incluso, la industria representa la principal actividad económica en Río Grande, su municipio de mayor población; aunque también tienen mucha influencia en Ushuaia -con fuerte impulso del turismo- y Tolhuin -con muchos empleos abocados a la explotación forestal-.
“Tierra del Fuego representa un modelo de desarrollo industrial único en la Argentina. Genera empleo, impulsa la producción nacional y garantiza soberanía tecnológica. No es un privilegio, es una política de Estado que debe ser defendida”, planteó el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto.
El intendente consideró que “esta decisión no es aislada” y que “responde a los compromisos asumidos con el FMI, que exige desmontar lo que considera ‘beneficios fiscales’ para Tierra del Fuego”. “Pero esos beneficios sostienen 6731 familias y un entramado productivo vital para nuestra provincia”, remarcó.
En el mismo sentido se manifestó el jefe comunal de Río Grande, Martín Pérez: “Lejos de ser una medida técnica, es una decisión política que dañará a la industria fueguina y a sus puestos de trabajo. […] Poblar y producir en la isla no es solo una política industrial, es un acto de soberanía”.
En 2021, y ocupando el rol de diputado nacional, el impulso de Pérez fue una de las motivaciones para que se prolongue el régimen de promoción industrial que tenía como fecha de caducidad el 2023. La propuesta, que cristalizaba la perspectiva de la provincia, atravesó modificaciones pero terminó extendiendo la política de incentivos fiscales hasta el 2053. Se eliminó la incertidumbre de las empresas ancladas en la región y configurando herramientas para acompañar el crecimiento de la producción industrial y las demandas urbanas que permitan contener el incremento demográfico.
En la presentación del proyecto “se expuso que existía una necesidad de establecer un horizonte de desarrollo concreto para los territorios fueguinos con alto valor estratégico de cara a las próximas décadas del siglo XXI”, como señala la tesis del Doctor en Ciencias Sociales (UBA) Juan Pablo Deluca, titulada “Economía política en el extremo austral global”. En la publicación, se exalta al régimen de promoción industrial como “un instrumento central para la economía fueguina”.
Además se reivindica la constitución del Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP), para determinar líneas de acción presupuestaria para un desarrollo armónico y expansivo de la producción en la región. El texto del especialista hace una especial una observación: “El Ministerio de Economía y el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación fueron los que lograron un lugar preponderante en el comité ejecutivo del FAMP”. Este dato no menor, significa que las definiciones sobre el destino de este financiamiento serían determinadas desde la ciudad de Buenos Aires.
“El FAMP es un instrumento fundamental que busca financiar la diversificación y la incorporación de nuevas actividades en la economía de Tierra del Fuego, más otros aspectos de legislación laboral y el ingreso de los municipios a lo que es la Comisión Reguladora de la Promoción”, señaló el propio Juan Pablo Deluca en conversación con ÁreaUrbana.
Por su parte, aseguró: “pusimos mucho énfasis desde el municipio de Río Grande para poder intervenir en lo que es el rediseño y la prórroga de la promoción, porque sabíamos que era el instrumento más importante de estructuración de la economía política de la ciudad”. El 80% de los proyectos de promoción y el empleo promocionado de toda la provincia está en esa ciudad”.
Al referirse a la actual situación del FAMP, Deluca sostiene que “está completamente subejecutado”. “Nosotros estimamos aproximadamente que el fondo actual debería contar con entre 200 y 250 millones de dólares para destinarlos justamente a la inversión en nuevos proyectos y nuevos nichos, como la logística, el turismo, la producción de alimentos y la economía del conocimiento”, agregó Deluca.
El especialista explicó: “Son todos nichos con mucho potencial para la salida de esta vulnerabilidad que tiene la provincia en relación a la dependencia de la electrónica de consumo que se produce. Pero, efectivamente, tanto este Gobierno como el anterior han subejecutado los recursos. Tenemos información de que los fondos actualmente se utilizan para comprar bonos, es decir como un instrumento en relación a la estrategia macrofinanciera, y eso es un problema”.
Referenciado en el oficialismo comunal, el economista planteó que, de esta manera, se posterga la inversión productiva que dinamizaría una estrategia de infraestructura para la integración urbana y la contención del crecimiento demográfico. “Existe todo un entramado muy importante de PyMEs relacionadas a la construcción. Eso está presente, no es necesario, según nuestra mirada, que el sector público se meta en la provisión de infraestructura”, insistió.
“Desde Río Grande se hace obra pública a través de la propia administración, pero es marginal”, admitió Deluca, que sin embargo aseguró: “desde que bajó la obra pública nacional nosotros la estamos cubriendo y concretamos al menos cinco proyectos muy importantes con fondos propios”. Sobre este tema hizo hincapié en iniciativas de índole vial.
En simultáneo, destacó que “la cuestión es poder completar los casilleros básicos donde efectivamente entran a jugar las ventajas comparativas de la ubicación geográfica de la provincia, que está al frente de los pasos interoceánicos, de cara a lo que es la proyección Antártica, un continente que cada vez se valoriza más”. En ese marco, remarcó la integración de las gestiones fueguinas: “Nosotros estamos trabajando mucho con el municipio de Tolhuin”.
El intendente tolhuinense, Daniel Harrington, coincidió en cuanto a la existencia de un vínculo entre municipios: “Estamos trabajando de manera conjunta con el municipio de Río Grande y el Intendente Martín Pérez para reforzar diferentes políticas públicas tales como salud, turismo o cultura”.
Además, en conversación con este medio detalló cómo se da la integración productiva: “Si bien no somos el foco de la industria fueguina, en Tolhuin se producen alrededor de $3.300 millones anuales en pallets que se fabrican en los aserraderos locales y se destinan a las fábricas de electrodomésticos de Río Grande y Ushuaia”.
“Es cierto que cuando nos anoticiamos de que el Gobierno nacional iba a quitar los aranceles para la importación de celulares, y a disminuir impuestos en productos que se fabrican en nuestra provincia, lo tomamos como una señal de alerta para todos los trabajadores, no sólo de las fábricas sino de otros sectores en los que también recae la preocupación como el comercial. En nuestro caso es el turístico, ya que nuestra ciudad es un destino que eligen internamente en la provincia y se expande cada vez más a nivel nacional e internacional”, reflexionó el jefe comunal.
Harrington subrayó que “desde el Municipio acompañamos a varios sectores, bajo el mismo fin, que es promocionarse como un destino turístico emergente y sustentable. Esto beneficia a emprendedores, a comerciantes, al trabajo local, a los prestadores turísticos y al crecimiento de nuestra ciudad”.
Además, resaltó los esfuerzos comunales que se hacen en materia de innovación para el sector productivo: “Históricamente Tolhuin se caracterizó por tener como principal fuente laboral la producción forestal a través del trabajo de los aserraderos y el sector maderero. Es cierto que este tipo de desarrollo perjudica la preservación ambiental, por eso desde la gestión nos preocupamos por darle un giro a esta actividad y crecer como ciudad manteniendo un equilibrio en armonía con el ambiente, fortaleciendo la concientización con charlas en escuelas y acciones sustentables, por ejemplo a través del Fondo Juvenil de Acción Climática”.
El intendente relativizó el impacto negativo que provocan las bajas temperaturas del invierno fueguino: “En Tolhuin enfrentamos las heladas transformándolas en oportunidades mediante un esquema integral. Arrancamos con capacitaciones técnicas para productores en cultivo de frutilla a escala comercial: desde instalación de microtúneles resilientes hasta manejo de cultivos en clima extremo, con técnicas como el bokashi”.
“Complementamos esto con un Jardín Experimental de Berries junto a productores locales, donde ensayamos con frutillas, frambuesas y grosellas para diversificar nuestra oferta de fruta fina y atender mercados nacionales e internacionales. Paralelamente, brindamos asesoramiento técnico para mejorar invernaderos, galpones avícolas, asegurando condiciones térmicas óptimas en invierno”, continuó el relato.
Seguidamente sostuvo: “Priorizamos el mantenimiento preventivo de caminos rurales para garantizar transporte fluido de insumos y productos, mientras acompañamos al sector forestal en procesos de certificación ISO, replicando nuestro éxito con el INTI en la conversión de residuos en pellets de calidad”.
Finalmente concluyó que “para impulsar la tecnificación, facilitamos líneas de crédito blandas vigentes, de organismos de financiamiento, que permiten adquirir maquinaria y tecnificación del sistema productivo”, se apoyaron a avicultores y ganaderos con forraje, alimento balanceado y logística para renovar camas sanitarias con viruta. “Cerramos el ciclo con un Espacio de Comercialización Municipal, donde los productores venden sin intermediarios, asegurando rentabilidad durante el año”, profundizó.
RIO GRANDE ACTIVA
Por su parte, Juan Pablo Deluca, que además de su trayectoria académica es el presidente de Río Grande Activa, una empresa privada de propiedad municipal que busca reconvertir la matriz productiva del distrito, detalló el esfuerzo comunal que se destina a “acelerar los proyectos de reformulación y desarrollo, junto con el sector privado, en los nuevos nichos de negocio, sobre todo en el ámbito local”. “Nosotros identificamos uno en el que rápidamente podíamos tener grandes beneficios en el corto plazo y donde el municipio podía participar, que fue la producción de alimentos”, afirmó.
Asimismo, expuso cifras: “Hoy producimos alrededor de 25.000 pollos anuales. Estamos operando la única planta de faena avícola de toda la Patagonia. También hacemos producción frutihortícola y estamos llegando a toda la provincia con productos que antes no existían”. Como primeros grandes logros de gestión, ejemplificó: “terminamos asociados con Mirgor, una de las empresas que estaba interesada en propuestas locales y que tiene la obligación de reinvertir en nuevos proyectos de producción. Nosotros le marcamos el camino y los empujamos a hacerlo, porque les mostramos que es rentable”.
“La producción de alimentos frescos locales tiene mucho potencial en Tierra del Fuego y hasta que no se dirija a las empresas privadas o al capital privado hacia ahí a veces no termina sucediendo y se pierde una posibilidad. Por eso aparece esto: una articulación público-privada, en este caso de la mano de un Estado municipal, hacia un sector importante de manera bien concreta”, agregó Deluca, que señaló cuál es el objetivo: “La idea es mostrar un Estado que puede competir; simplemente hay que ponerle ese horizonte, profesionalizar y encontrar también los actores adecuados y los nichos adecuados”.
Sobre el aporte de la administración comunal a Río Grande Activa, puntualiza: “El Estado aporta galpones de producción avícola y una planta de faena que estaban completamente en desuso, así que nosotros tuvimos que ponerla en valor. Después eso incorporamos también actores del sector privado, por inversiones iniciales y apoyando también la logística con todo lo que tenía que ver con el traslado de los pollos”.
“Nos abocamos a la cría y engorde, la faena y la comercialización en toda la provincia. Para eso contamos con socios privados, como son los comercios y distribuidores locales. Esa es la inversión que hace el municipio; en definitiva es armar un poco el esquema de negocios de producción de alimentos y hoy nos están demandando estos productos que nosotros producimos. Por ejemplo, los cruceros antárticos nos piden mucho alimentos frescos”, continuó su descripción de actividades.
Además de una primera reacción de funcionarios y trabajadores de resistencia y contrapropuesta, las intendencias en Tierra del Fuego intensifican las gestiones que ya habían iniciado para innovar y diversificar las posibilidades productivas que les permitan competir y emplear a la población en el punto más austral del mundo. Fuera de los dogmas, los municipios expresaron su capacidad de mirada estratégica y de vinculación para potenciarse. Quizás sea esa la metodología más eficiente para continuar consolidándose como punto industrial del país, más allá de quien ocupe la Casa Rosada circunstancialmente.
Fernando Brovelli