Pensar en una urbanización desde cero

Cómo son las urbanizaciones hoy, qué posibilidades tienen de convertirse en una verdadera ciudad. Sobre estos temas reflexionó AreaUrbana con la Arquitecta María Andrea Tapia, Profesora e investigadora de Proyecto de la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Río Negro.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a una urbanización?

Cuando hablamos de urbanizaciones hoy, no estamos hablando de ciudades. Y es vital entender esta cuestión, porque uno de los males de este momento es el desarrollo desmedido de urbanizaciones que “no” construyen ciudad, negándoles a sus habitantes la posibilidad de convertirse en ciudadanos. La urbanización, en sí misma, y la forma de crecimiento urbano que se desarrolla a partir de los años 90, basado en un modelo neoliberal, se representa en la fragmentación de la ciudad. Urbanización y ciudad no son lo mismo. Entender esta diferencia es clave. Al hablar de ciudades accesibles y sostenibles, entendemos que las urbanizaciones tienen que estar incluidas en el proyecto de la ciudad, sino continuamos fragmentando el territorio y construyendo desequilibrios territoriales. La urbanización genera consumidores que habitan los fragmentos, esto es por la postura individualista y privatista que tiene este tipo de construcción. Consumimos desde lo privado, ya sea una urbanización formal como puede ser un barrio privado o informal como es una toma. Cualquiera de las variables tiene la misma lógica desde una concepción privatista, es decir del individuo que quiere su casa donde desea comprarla o donde puede hacerlo.

La urbanización se asocia con el tejido residencial, es decir con la construcción de viviendas con servicios mínimos (agua, luz, gas, cloacas), pero no es ciudad. El problema es que desde hace muchísimos años – después de la construcción de las utopías del movimiento moderno, de las reconstrucciónes de Posguerra, donde se repensaban las ciudades – que se dejó de pensar en la ciudad y se empezó a atender la coyuntura, es decir una de las dimensiones que componen el sistema complejo que son las ciudades. Y aparece el término periferia precisamente porque no hay ciudad. Hoy, cuando hablamos de ciudad y de garantizar los derechos humanos, hablamos de que, “el hombre debe tener acceso a la vivienda, pero a su vez acceso a la salud, a la educación, a la generación de cultura y al desarrollo social”. Donde no existe esa infraestructura del Estado, es decir solo existe el privado,las normas de conviviencia se construyen desde lo privado, a través del ejercico individual del poder y no desde una presencia estatal, que implica una construcción colectiva, entendiendo que el estado somos todos. Esto trae aparejada la marginalidad porque sus habitantes no pueden tener usos y costumbres compartidos.

Al pensar una urbanización desde cero, ¿de qué hay que ocuparse primero?

Primero hay que pensar qué ciudades queremos, esto es una deuda a nivel nacional. No se está dando esta discusión. Hoy el COVID-19 puso nuestras casas y ciudades en jaque, ya que el distanciamiento social obligatorio, el acceso al aire libre, al espacios público, a comercios barriales, no son accesibles, no están presentes en lo que denominamos urbanizaciones, ni en los barrios, ya que muchos de los comercios de escala pequeña con la aparición de los centros comerciales, mall, shopping, hipermercados han desaparecido con en el proceso de globalización, del mismo modo que han desaparecido porciones de vereda para dejar lugar al automóvil; Esto demuestra la imposibilidad que tuvimos de pensar la ciudad en su conjunto, como un organismo complejo, donde tenemos que tener salud, educación, arte y cultura. La presencia del Estado a través de instituciones públicas y el espacio público es básica para el desarrollo del ciudadano. La ciudad no es monofuncional, al contrario, no debe estar fragmentada, debería ser una unidad compleja donde las tensiones estén equilibradas: donde el espacio público nos permita desarrollarnos como ciudadanos, ya que en nuestras viviendas somos todos sujetos privados.

 

ARQ. MARÍA ANDREA TAPIA

 

Lea la nota completa en AreaUrbana número 80

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José Abel Autor

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