Aluminio de Aluar, motor de crecimiento de Madryn

Desde la apertura de la fábrica, en 1974, la ciudad chubutense ha multiplicado 14 veces su población, que supera hoy los 100 mil habitantes. Aluar abastece de aluminio a todo el país, exporta el 80% de su producción y su planta de Madryn consume más energía eléctrica que toda la capital de Córdoba.

Pocas ciudades argentinas han multiplicado tan rápidamente su crecimiento demográfico como Puerto Madryn: en 1970, la localidad chubutense albergaba a unas 7 mil personas; su población actual supera los 100 mil residentes.

El motor que impulsó esa explosión demográfica fue la instalación a principios de la década de 1970 de la fábrica de la empresa Aluar Aluminio Argentino. La planta productora de ese valorado metal generó en Puerto Madryn una transformación urbana y económica de una magnitud comparable a lo que está sucediendo ahora en la neuquina Añelo, que pasó de 1000 habitantes en 1991 a 10 mil residentes en la actualidad como consecuencia de la explotación del yacimiento Vaca Muerta. Según algunas estimaciones, la población de Añelo podría rondar en dos décadas los 45 mil habitantes.

La puesta en marcha de Aluar revolucionó la actividad de Puerto Madryn y, además, trajo aparejada el desarrollo de otra industria: la pesquera. Las instalaciones portuarias de Puerto Madryn fueron diseñadas en su origen como parte integrante del complejo industrial de Aluar. El proyecto incluía un muelle mineralero para la recepción de la materia prima y un muelle de carga general para el envío del producto terminado a los centros industriales, de Buenos Aires y de Rosario). En la década de 1980, el puerto amplió su actividad por el creciente desembarco de buques de pesca, situación que derivó en la instalación de un parque industrial pesquero.

Un tercer factor que impactó en la economía y en el desarrollo urbano de Madryn fue el incremento sostenido del turismo. Esa conjunción de elementos hizo que la ciudad multiplicara por 14 veces su población en cuatro décadas.

Una planificación urbana orientada a obreros industriales y trabajadores portuarios es muy distinta a otra que apunta a alojar la mayor cantidad de turistas posibles. Cualquier idea para planificar la ciudad necesariamente tiene que incluir ambas aristas de la manera más armónica posible”, planteó el sociólogo Sergio Kaminker, en un estudio sobre las consecuencias del crecimiento demográfico de Madryn, realizado para el Conicet.

Consultado por AreaUrbana, el secretario de Desarrollo Urbano del gobierno local, Enrique Calvo, aseguró que el crecimiento poblacional generó complicaciones por las nuevas urbanizaciones y por el acceso a los servicios. Mucha gente se siente todavía atraída por el entorno y por las posibilidades laborales, sobre todo en la industria del aluminio, y se queda a vivir. Este proceso trajo aparejado asentamientos, ocupaciones ilegales del terreno, que desde el Estado se han tratado de regularizar”.

Nota publicada en AreaUrbana 67

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José Abel Autor

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