Argentina es el país con más municipios involucrados en el plan de reducción de emisiones para 2030 y uno de los factores centrales en la contaminación es el tratamiento de la basura. Los planes de separación de materiales reciclables apuntan a reducir y reutilizar, pero aún queda mucho por hacer al respecto.
La gestión de los residuos es municipal y esto enfrenta a cada localidad con la problemática de los fondos asignados para la tarea y el compromiso puesto al servicio de la información y la concientización ciudadana. En el país hay 5000 basurales a cielo abierto, que, además de su impacto en las emisiones de gases contaminantes, también ponen en peligro a la población aledaña.
Alejandro Saez Reale, Coordinador del Programa de Ciudad de CIPPEC, explica que “cada vez hay mayor conciencia sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar. Se avanzó mucho con la higiene y separación en origen; tal vez no nos acordemos, pero hasta hace unos años las bolsas de residuos negras se acumulaban en cada esquina de la ciudad de Buenos Aires. Hoy existen contendedores reciclables y no reciclables en todas las manzanas de CABA. Además en varios Puntos verdes se reciben residuos de aparatos electrónicos, aceite vegetal usado y pilas, todos productos muy contaminantes”.
El reciclaje es un gran aliado y en los últimos años es la estrategia central en la batalla por disminuir los residuos. Sin embargo, para poder reciclar se ponen en juego varios eslabones de un entramado de personas involucradas que, todavía, están sin regular y realizan una tarea potencialmente peligrosa para la salud. Por ejemplo, las cooperativas de cartoneros que recogen lo que se recicla, separan manualmente, y luego venden el cartón o el plástico recolectado, muchas veces en negro. Los datos oficiales indican que en la Ciudad de Buenos Aires se recicla el 20% de lo utilizado (aunque se dice que en la práctica ese porcentaje es menor). Y de ese número, solo el 5% se realizaría en blanco. “En las grandes ciudades de Argentina, como el área metropolitana de Buenos Aires, el tema de los residuos no se limita a aspectos ambientales: muchas personas dependen de los residuos reciclables para subsistir. Los llamados Recuperadores Urbanos, organizados en cooperativas, son un actor social más, que debe ser tenido en cuenta”, detalla Saez Reale.
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