Con solo 23 años de edad, Nadia Micaela Blanco es Presidenta Comunal de Lago Blanco, Municipio de Chubut. Y además se encuentra cursando a distancia el segundo año del terciario de Despachante de Aduanas.
Micaela integra el Frente Patriótico Chubutense y ganó las elecciones por 81 a 68 votos por sobre su candidato, el ex jefe comunal, Cruz Montiel. El pueblo quería un cambio y hay mucha expectativa sobre la joven intendenta.
¿Cuáles son tus expectativas respecto de encarar la intendencia de Lago Blanco?
Mis expectativas son muy altas. Creo que van a ser 4 años muy buenos en relación a los millones de proyectos e ideas que tenemos para encarar en conjunto con la comunidad. Si bien nos faltan muchísimas cosas, va a ser un año de muy buen trabajo. Tenemos acompañamiento total de la Provincia y, si bien hace poco que comencé, pude ir logrando pequeñas cosas. Es increíble que con tan poco se pueda hacer tanto. Me pongo la vara muy alta para tratar de dejar a mi pueblo de la mejor manera posible.
¿Qué sentís de ocupar un rol como este a tan corta edad? ¿Cómo llegaste hasta acá?
Siento orgullo y felicidad. Es un desafío enorme que a todos les llama la atención, que con 22 años al momento de encarar la campaña haya tenido la decisión de representar a mi pueblo. Es un desafío que todos los días trato de exprimir al máximo, sobre todo a las personas alrededor que tienen experiencia, para lograr lo que quiero. Me siento orgullosa y feliz, estas serían las palabras para decir cómo me siento. Y también muy entusiasmada, porque mientras avanza la gestión se ven los resultados de lo que queremos lograr junto con mi equipo. La satisfacción no se va a comparar con nada, al igual que ver a la gente feliz y conquistar esos pequeños proyectos que tenían en mente hace tanto tiempo. Tomé la decisión de encarar la presidencia de la comuna por ver que, si bien yo tenía trabajo, había muchos desempleados. Por ejemplo, los hombres al no tener trabajo en el pueblo debían ir al campo. Además, vernos tan atrasados en el tiempo. Sin embargo, estamos ubicados en una posición geográfica importante, somos parte del corredor bioceánico, estamos a 30 km de Chile y tenemos tráfico todo el año. Y ver que la gente pasa por el pueblo y sigue de largo o simplemente cargan combustible y se van…Yo tuve la oportunidad de irme, pero no quise alejarme de mi familia. Decidí quedarme y me prometí que tenía que sentirme cómoda, tener los servicios básicos como una buena conectividad. Nosotros nos calefaccionamos con leña. Entonces me pregunté, ¿Por qué no tener gas? ¿Por qué no estar mejor como el resto de las comunidades que crecen año a año? Eso me llevó a presentarme, la necesidad de querer que mi pueblo avance y no quedarme de brazos cruzados esperando que pase algo. Las personas mayores, sobre todo, me apoyaron con mis ideas, me sorprendieron.
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