Yo nací en Colonia Dora: Ing. Rafael Kohanoff

Director del Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad del INTI, el ingeniero Rafael Kohanoff ostenta una trayectoria emprendedora inigualable: creó más de diez empresas industriales, inventó decenas de prototipos y dispositivos, ocupó cargos públicos en gobiernos peronistas y radicales y obtuvo distinciones en el exterior, en ambas cámaras del Congreso nacional y en varios municipios, entre ellos, el de Colonia Dora, donde nació hace 92 años.

–¿Cómo llegó su familia, de origen ucraniano, a Colonia Dora?

–Primero vino al país mi madre Rosa, acompañando a una hermana, y luego llegó José en busca de ella para casarse. Ambos tuvieron siete hijos: los primeros tres nacieron en Rosario y los cuatro últimos, en Colonia Dora, Santiago del Estero, que era una colonia judía donde se facilitaba el desarrollo de la gente. Mi papá tenía ahí un campo con alfalfa. Yo viví un año y medio en ese pueblo y no volví hasta 2012, cuando el intendente de Colonia Dora me invitó y me hizo conocer la casa familiar, que había sido reformada.

–¿Cómo fue su infancia en Charata, Chaco?

–Tuve una linda infancia en Charata, donde viví hasta sexto grado. Ahí también volví hace poco tiempo atrás. Colonia Dora no cambió demasiado, pero Charata sí creció. De la mano de la soja, mucha gente del pueblo ganó plata y no emigró, sino que invirtió y convirtió a Charata en una ciudad importante, hasta con hotel cinco estrellas. Cuando fui a Charata a dar una conferencia, a la que asistieron 2500 personas, me enteré que uno de mis hermanos había donado la casa familiar para que se instalara ahí la primera escuela especial para personas con discapacidad, que lleva ahora su nombre. Luego viví en Resistencia en la casa de un primo hermano que trabajaba en vialidad. En esa ciudad conocí a mi mejor amigo y a quien luego sería mi esposa. Ahora tengo tres hijos, siete nietos y siete bisnietos.

–¿Qué lo incentivó a estudiar ingeniería química en Santa Fe?

–Tras haber visto tanta pobreza en los pueblos, elegí esa carrera con un objetivo claro: hacer alimentos baratos para que no haya hambre. Después me di cuenta de que el problema era más difícil de resolver.

–¿Por qué desembarcó en la gestión pública luego de tantos emprendimientos exitosos en la actividad privada?

–A principios de los 70’s, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) estaba conducido por “los ocho capitanes de la industria”, que eran directores que representaban solo a las grandes empresas. Apoyado por las pymes, logramos mi designación en el directorio. Cuando Perón asumió en 1973, renunciaron todos los directores y me dieron a mí el mandato para formar un INTI “nacional y popular” que apoyara a las pymes. Lamentablemente, duró poco esa experiencia porque tuvimos que renunciar tras el ascenso de López Rega.

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José Abel Autor

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