B. Blanca: Puesta en valor del Parque Independencia

Se dieron a conocer los ganadores del Concurso provincial de anteproyectos para la refuncionalización y puesta en valor del Parque Independencia de Bahía Blanca. Se convocó a profesionales arquitectos a desarrollar proyectos para revalorizar las instalaciones del sitio y a consolidar el valor patrimonial del parque. 

El Parque, ubicado al noroeste del centro de la ciudad, forma parte del principal sistema de espacios públicos de Bahía Blanca y está a 16 cuadras del centro histórico de la ciudad. Es referencia para la población y permanece como un espacio de ocio y disfrute en el imaginario colectivo. 

Los objetivos generales del concurso planteaban: crear conciencia sobre la importancia del espacio público en el desarrollo comunitario; proponer la adecuación y reforma de las construcciones acorde con los objetivos del estado municipal para con la comunidad; contar con un soporte para incentivar la participación de la comunidad en proyectos públicos; atender el desarrollo de arquitectura sustentable como garantía de inversión y crear un hito o referente urbano-arquitectónico cultural en un sector ampliamente reconocido por la población que sirva de atracción al turismo regional. La propuesta ganadora fue la que presentó el estudio Buenos Aires Arquitectura Grupal (BAAG) y estos los detalles del proyecto:

ESTRATEGIA GENERAL

La intervención en un espacio verde, natural y público inserto en el contexto urbano de Bahía Blanca es una oportunidad para proponer un parque integrador, convocante, inclusivo, autosuficiente y emblemático. Debe ser lo suficientemente flexible, abierta y viable en términos urbanos posibilitando una gestión de crecimiento creativa y sostenible en el tiempo. Será la oportunidad de generar un parque de uso comunitario que se caracterice por sus propuestas cívicas, ecosistémicas, culturales y vecinales. Será también la oportunidad de entender nuestra condición de época, proyectando un espacio que reconozca al antiguo zoológico que alojó, manifestando una nueva postura frente a los vínculos entre lo humano y lo no-humano. Proponiendo un ecosistema de diferentes unidades de paisaje que recuperen la matriz de suelo local, en donde la sustentabilidad sea una aliada para garantizar la permanencia de la vegetación, la convivencia entre especies y un bajo costo de mantenimiento, generando una propuesta de pertenencia.

Una serie de dispositivos “activadores” se alojarán en las edificaciones preexistentes, valoradas por su interés patrimonial e histórico. Reconociendo estos elementos locales, trabajando con lo disponible y con intervenciones urbanas asertivas, el Parque de la Independencia pasa de su escala barrial a una escala metropolitana. 

ESTRATEGIA URBANA

Se centrará en seis puntos esenciales: recuperación de lo común, dispositivos activadores, gestión urbana, recuperación y fomento de la biodiversidad, sustentabilidad y representación simbólica de la época.

  1. La recuperación de lo común: para garantizar su permanencia y continuidad, el nuevo parque necesita ser convocante, ser útil, ofrecerse como un escenario agradable y  como lugar de intercambio y transferencia entre ciudadanos. Las piezas y los dispositivos del parque tienen el objetivo de “ser usados”, queridos y apropiados de manera que eso genere las visitas regulares de los usuarios. Se propone como soporte para actividades de índole colectiva como talleres, clases, recitales, asambleas, espectáculos, recreación, descanso y paseo; fomentando el encuentro entre personas. 
  2. Dispositivos activadores: serán dispositivos convocantes, ofreciendo al barrio y a la ciudad diversas propuestas. A partir de una red de posibles actores intervinientes en la escala barrial, urbana, provincial y nacional, se propone una serie de dispositivos en los que la participación ciudadana se realiza a través de instituciones, clubes, asociaciones, museos, centros de aprendizaje, instituciones educativas y culturales; entre otras. La matriz de los dispositivos es flexible y dinámica, pudiendo incorporar y modificar actores a lo largo del tiempo para generar actividades constantes.
  3. Gestión urbana: considera una transformación en la circulación y accesos del parque para mejorar la estructura vial y articular los sectores desconectados del barrio. La apertura de una nueva calle, la creación de un “zócalo” seco, la re funcionalización y reforma de las preexistencias y la incorporación de los equipamientos de servicios indispensables, aseguran el funcionamiento de un parque renovado y con nuevas cualidades espaciales garantizando la revitalización del sector y el aumento de valor del suelo urbano. Resulta imprescindible operar en las calles, arterias, plazas, corredores y puntos de conflicto que obstaculizan la continuidad por fuera del área estricta del parque. 
  4. Recuperación y fomento de la biodiversidad: se reconoce el valor que tienen los árboles, arbustos y otros tipos de vegetación existentes en el parque. La propuesta se organiza en cinco unidades de paisaje: una de ellas corresponde a lo preexistente, compuesto mayoritariamente de especies exóticas; las cuatro restantes son representaciones de los ambientes naturales que confluyen en la región como el humedal, el pastizal pampeano, el bosquecillo serrano y el cardenal. Se busca atraer a la fauna de estos ecosistemas para garantizar condiciones de refugio, hábitat y alimento que permitan una convivencia de lógicas ambientales y antrópicas dentro del predio.
  5. Sustentabilidad conveniente: la decisión de mantener las preexistencias construidas y la no extracción de ejemplares arbóreos existentes, terminan consolidando una propuesta sustentable y conveniente. Los movimientos de suelo serán mínimos, habrá escasas demoliciones y en la racionalización de la fuente se realizará un nuevo humedal, reutilizando los escombros y la tierra extraída para la elevación del nuevo zócalo. El parque está pensado con un bajo mantenimiento sostenible en el tiempo.
  6. Representación simbólica de época: los desafíos específicos del parque van acompañados de una noción de época. Operar sobre lo que fue el zoológico de Bahía Blanca es plantear una postura frente al nuevo paradigma de época. Las antiguas jaulas y recintos de animales tienen un valor cultural, forman parte de la historia de una ciudad que en un momento tuvo un zoológico y ahora decidió no tenerlo más. La permanencia de las jaulas significa visibilizar una época anterior, y la restauración y reutilización de estos recintos -transformados ahora en activadores ecológicos y culturales- dará cuenta de una sociedad que busca generar vínculos respetuosos con el medio ambiente.

ESTRATEGIA EDILICIA

Calle: una nueva calle vehicular vincula Balboa con D’Orbigny y permite una mejor llegada al parque, habilitando también espacios de estacionamiento. La calle no interfiere con las actividades desarrolladas en el Club Hípico, de manera que esta operación beneficiará a todos los intervinientes. El sector sudoeste se revitalizará gracias a los accesos y el parque en general conformara un circuito que se podrá recorrer perimetralmente. 

Zócalo: aprovechando la topografía existente, se acentuará el desnivel actual para crear un zócalo seco elevado respecto al parque. Esta situación propone una nueva perspectiva y un paseo novedoso que, acompañado de una serie de miradores, propiciará un espacio memorable y renovado del conjunto. En el sector noreste el zócalo funciona como mirador elevado y como plataforma soporte para las actividades gastronómicas. En el sector central su altura se iguala con la del parque, facilitando un acceso directo a la plaza y adoptando en este tramo un carácter comunal. El último y más angosto de los tramos bordea el Club Hípico y permite el recorrido perimetral deseado, conecta con el Jardín Botánico y llega a la vereda de Balboa.

Bordes: los bordes son proyectados como lugares de encuentro y de integración que evitan todo tipo de barreras y obstáculos. Se busca atender a cada una de las particularidades del tejido urbano, entendiendo al borde como un espacio más del parque que habilita situaciones necesarias para la pausa y el descanso. Esta transición entre la ciudad y el verde contiene al dispositivo “en movimiento” con sus bicisendas, carriles para correr y caminar, brindando paradas con asientos y equipamiento afines como bebederos, cestos y toda la luminaria perimetral del parque. Estos bordes contemplan la accesibilidad de todas las personas, en toda su extensión.

UNIDADES DE PAISAJE

Se organiza en cinco unidades de paisaje, entendiendo a la vegetación existente como una unidad.

El caldenal compuesta por el Caldén como principal elemento de interés y la vegetación asociada a éste, tanto arbórea como arbustiva y herbácea.

El humedal conformado por la vegetación correspondiente al gradiente de contenido de humedad que va desde el espejo de agua profundo hasta la loma con pastizales, pasando por situaciones intermedias como juncales y totorales.

El pastizal pampeano es una unidad de paisaje de pastos de gran y mediano porte. Se busca representar al pajonal alto por ser muy escaso en la región pampeana y necesario para aves con problemas de conservación.  

El bosquecillo serrano busca representar la alta diversidad de la Sierra de la Ventana a través de sus especies vegetales más emblemáticas.

Finalmente, la red de actores engloba a instituciones, organismos, clubes, dependencias, asociaciones, fundaciones y demás entidades que atienden la escala barrial, urbana y regional. Se mantienen las oficinas y talleres de las reparticiones públicas y se incorporan nuevos actores y nuevas instituciones, promoviendo la activación y el uso constante del parque, y por ende su concurrencia y seguridad.

ARQ. CELINA M. SAVINO

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José Abel Autor

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