El proyecto ganador no solo busca iluminar el presente, sino también rescatar y preservar la rica historia y cultura de San Isidro. A través de una cuidadosa integración de tecnología, arte y memoria colectiva, esta propuesta promete brindarle una importante renovación a Valle Viejo y sus habitantes.
El latir de la historia y la rica herencia cultural se entrelazan en el corazón de Valle Viejo, una tierra donde el paso del tiempo se convierte en un testigo silente de encuentros, legados y tradiciones profundamente arraigadas. En un esfuerzo conjunto entre la Municipalidad de Valle Viejo, el Ministerio de Vivienda y Urbanización de la Provincia de Catamarca y la Unión de Arquitectos de Catamarca (UAC), nace el “Concurso Regional de ideas para la revitalización del centro histórico de Valle Viejo en Catamarca”. Dirigido a las principales instituciones del departamento, el centro histórico se conforma por la plaza de General San Martín, que se encuentra enmarcada por la parroquia San Isidro Labrador, el Concejo Deliberante de Valle Viejo y la escuela Gobernador José Cubas.
El Concurso Regional de Ideas para la Revitalización del Centro Histórico de Valle Viejo en Catamarca ha sido diseñado con una serie de objetivos claros y ambiciosos. En primer lugar, busca fomentar el uso creativo de la luz artificial a través de un proyecto de iluminación efímero e innovador, transformando así el paisaje nocturno de la ciudad. Asimismo, tiene como propósito fundamental valorizar el patrimonio histórico y arquitectónico del área, destacando la belleza de sus edificaciones y resaltando la importancia cultural que representan para la comunidad. Además, se busca promover el turismo cultural, atrayendo a visitantes interesados en descubrir la riqueza histórica y arquitectónica de Valle Viejo. Al mismo tiempo, se pretende preservar y poner en valor este patrimonio, asegurando su conservación para las generaciones futuras. En un sentido más amplio, el concurso también aspira a fortalecer la identidad de la comunidad, reforzando el sentido de pertenencia y orgullo hacia su entorno urbano. Por último, se busca transformar las fachadas de las instituciones participantes en una constante exposición, convirtiéndolas en obras dinámicas y cambiantes que cautiven la atención del público y enriquezcan el tejido cultural de Valle Viejo. En conjunto, estos objetivos delinean una visión integral y colaborativa para la revitalización del centro histórico, que busca fusionar la innovación contemporánea con el respeto por la historia y la identidad local.
La consecución de estos objetivos representa un paso significativo hacia la revitalización y el enriquecimiento del centro histórico de Valle Viejo, destacando su singularidad y valor cultural tanto a nivel local como nacional e internacional. Este proyecto no solo transformará el paisaje urbano de la ciudad, sino que también fortalecerá el sentido de identidad y orgullo de sus habitantes, consolidando a Valle Viejo como un destino turístico y cultural de primera categoría.
Memoria de los autores
En el corazón del departamento de Valle Viejo, desde 1668 reposa la localidad de San Isidro, un relicario de añoranzas. En tiempos de la colonia, floreció como faro en medio de vastas estancias, con las acequias como arterias que tejían una danza ingeniosa de vida y riqueza agrícola.
El tiempo, hábil escultor de la evolución, ha moldeado la apariencia de San Isidro. La plaza principal alberga majestuosos monumentos, como la Iglesia San Isidro de Labrador y la Escuela Normal, testigos de su historia. Sin embargo, son las acequias donde palpita la nostalgia de tiempos pasados. Allí, José, dueño de la confitería La Giralda en 1905, las dotó de veredas y glorietas, donde los recuerdos de risas y bailes persisten.
Este rincón, un imán eterno, conectado por el primer tranvía que cruzaba el río del Valle, es testigo silente de encuentros y legados culturales. Hoy, las acequias descansan bajo tierra, salvo una. Emergiendo como un sendero de arcos de ladrillos a la vista, enmarcado por pérgolas que exhalan las fragancias de Santa Ritas, esta acequia rinde homenaje a la historia y cultura de San Isidro, un faro que guía hacia los recuerdos mientras ilumina el presente.
El objetivo se centra en comprender y preservar el legado del paisaje urbano de San Isidro a través de un proyecto integral de iluminación, apelando a la conservación arquitectónica-paisajística como también a la contribución de la historia de la ciudad; y aspirando a ser un tributo a su gente y visitantes. Además, colaborar con el fortalecimiento de su identidad, a partir de destacar con el diseño luminotécnico aquellos lugares donde sus vidas se desarrollaron, las pérdidas acequias, los flujos originados por el tranvía, sus procesiones y festividades.
La propuesta se divide en dos escalas de abordaje:
- Paisaje urbano luminoso. Se propone un elemento escultórico luminoso y continuo que recorre San Isidro, destacando sus atractivos urbanos. Esta cinta, materializada de tubos circulares metálicos e iluminados con tecnología LED, reinterpreta el agua de las antiguas acequias que solían cruzar la ciudad. Además, se asocia con las mayólicas de la Iglesia de San Isidro de Labrador, simbolizando un punto de encuentro y finalización del recorrido. El propósito es apelar al pasado con un diseño contemporáneo, reinterpretando y promoviendo las añoranzas de los vecinos, así estos se ven influenciados a ser parte embelleciendo sus fachadas y jardines en relación con la propuesta.
- Arquitectura narrada con luz. Se busca reconocer, conservar y valorar el patrimonio cultural inmueble, especialmente la Iglesia San Isidro de Labrador. Este edificio se destaca por su carácter arquitectónico, y por su significado sentimental ligado a la fe y la vida comunitaria. Para ello, se propone una iluminación escenográfica que permita que la iglesia sea visible desde cualquier punto de la ciudad, resaltando sus cúpulas y mayólicas azules. Los edificios circundantes como las escuelas, el Concejo Deliberante y otros, se iluminarán de manera armoniosa para acompañar el recorrido y resaltar la presencia de la Iglesia, creando un ritmo sutil que se adapta tanto a la vida cotidiana como a las festividades.
Conclusiones
El logro de los objetivos trazados para el proyecto de revitalización del centro histórico de Valle Viejo se presenta como un hito significativo en el camino hacia la preservación y el fortalecimiento de la identidad cultural y urbana de la localidad. A través de un enfoque integral y colaborativo, se logra abordar diversos aspectos fundamentales que contribuyen tanto a la conservación del patrimonio como a la mejora del entorno urbano.
En primer lugar, la conservación del patrimonio cultural se convierte en una prioridad, promoviendo el respeto por los edificios públicos de valor histórico y patrimonial mediante la aplicación cuidadosa de la iluminación. Esta estrategia no solo resalta las características arquitectónicas y narrativas de estos edificios, sino que también los transforma en elementos vivos y atractivos dentro del paisaje urbano, contribuyendo así a su revitalización y al enriquecimiento del tejido comunitario.
La innovación y la creatividad son ejes transversales en este proceso, incentivando a los participantes a proponer soluciones audaces y vanguardistas que redefinen la relación entre la arquitectura y la luz. Esta apuesta por la originalidad da lugar a diseños de iluminación que no solo cumplen con su función práctica, sino que también generan una experiencia estética y emocional única para los habitantes y visitantes de Valle Viejo.
La conexión comunitaria es otro objetivo central, buscando generar espacios públicos revitalizados que fomenten la interacción y el sentido de pertenencia entre los ciudadanos. Al hacer que los edificios públicos sean más accesibles y atractivos, se promueve una mayor participación de la comunidad en la vida urbana, fortaleciendo así el tejido social y cultural de la ciudad.
El impulso al turismo cultural es un resultado natural de estas acciones, ya que la creación de destinos visualmente atractivos atrae la atención de visitantes interesados en explorar y experimentar la riqueza arquitectónica y cultural de Valle Viejo. Esta mayor afluencia de turistas no solo beneficia a la economía local, sino que también contribuye a la difusión y valorización del patrimonio histórico y cultural de la región.
La sostenibilidad es un principio rector en todo el proceso, promoviendo el uso de tecnologías de iluminación sostenibles y eficientes que reducen el impacto ambiental y el consumo de recursos. Esta preocupación por el medio ambiente refleja el compromiso de Valle Viejo con el desarrollo sostenible y la preservación de su entorno natural.
Finalmente, la educación y sensibilización son pilares fundamentales para involucrar a la comunidad en este proyecto, educando al público sobre la importancia del patrimonio arquitectónico y cultural, así como sobre el papel crucial que juega la iluminación en su realce y comunicación. Este proceso de concientización contribuye a generar un mayor aprecio y cuidado por el rico legado histórico de Valle Viejo, asegurando su preservación para las generaciones futuras.
ARQ. CELINA M. SAVINO