“Construiremos la acería más moderna, eficiente y sustentable del planeta”

Pablo Cattoni, director institucional de Sidersa, cuenta más sobre la histórica inversión de 300 millones de dólares que realizará la empresa en San Nicolás. Es la construcción de la acería más moderna y sustentable del mundo. Se trata del primer proyecto netamente industrial aprobado bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), lo que le garantiza estabilidad y seguridad jurídica por 30 años.

Sidersa S.A. es una empresa familiar que comenzó hace 70 años fabricando arandelas, y que hoy va a construir una acería de última tecnología; que significa la inversión más importante del país de estas características, de los últimos 50 años.

La compañía puso en marcha en agosto último el Proyecto Sidersa+, que nació durante el aislamiento por la pandemia de Covid-19, y que comprende la construcción de una planta siderúrgica única en su tipo, en un predio de 100 mil m2 en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires.

El ambicioso proyecto de la siderúrgica, busca producir 360 mil toneladas de acero verde por año con el reciclaje de chatarra; y costará unos 300 millones de dólares.

 La obra producirá 300 puestos de trabajo directos y 3500 indirectos, se realizará en un 100 % con mano de obra local y solo se traerá desde el exterior la tecnología, costo que representa una 30 % de la inversión. 

Además, los objetivos que se propusieron son:  Reducir drásticamente la huella de carbono, producir acero de alta eficiencia cib bajos costos energéticos, y abastecer tanto el mercado nacional como la exportación.

Por otra parte, Sidersa+ recibió a través de la Resolución 1028/2005 del Ministerio de Economía de la Nación, la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), lo que representa la primera presentación netamente industrial que se incorpora al régimen.

¿Qué representa este proyecto para la historia y evolución de SIDERSA, teniendo en cuenta que cumplen más de 70 años de vida en el país?

El Proyecto Sidersa+ es el plan de crecimiento más ambicioso de nuestra historia, con un objetivo muy claro: triplicar el volumen de la empresa en apenas tres años. 

Hace algunas semanas anunciamos esta inversión histórica, que va a marcar un antes y un después para la industria de nuestro país. Se trata de la construcción de una planta siderúrgica de última generación en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos (Provincia de Buenos Aires), que demandará una inversión de 300 millones de dólares.

La planta proyectada, la primera relevante de aceros largos de capitales argentinos, permitirá abastecer al mercado con insumos, como el acero de construcción y el alambrón (360.000 toneladas anuales) indispensables para la industria nacional y el apoyo local a las cadenas de producción. Esta es la primera vez en más de 63 años, en que se construirá desde cero una siderurgia integrada en la Argentina. 

Además, esta planta va a ayudar a fortalecer la balanza comercial de dos formas: Por un lado, en los momentos de mayor demanda, las mismas usinas importan 200 millones de dólares anuales. Nosotros vamos a poder sustituir ese material con lo que produciremos en la nueva planta. Eso reduce la dependencia del mercado ante la oferta externa por la demanda insatisfecha en nuestro país. Por otro lado, vamos a ofrecer un producto único que será requerido por los mercados más exigentes del mundo en materia ambiental.  Por ejemplo, en Europa se exigirá que a partir de 2035 todo el acero que se produzca sea verde. Nosotros vamos a poder ofrecerlo ocho años antes, gracias a la tecnología única que tendremos en nuestra planta. Y lo vamos a hacer desde Argentina. Poniendo a nuestro país al frente de la siderurgia más verde del mundo.

Por eso, no se trata de cualquier inversión: vamos a construir realmente la siderurgia más moderna, eficiente y sustentable del mundo, y no lo decimos para darnos propaganda o como un slogan. Lo decimos con hechos y lo demostramos con datos.

¿Cómo influye el haber logrado ingresar al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones RIGI en la previsibilidad y estabilidad del negocio a largo plazo? 

El RIGI es la herramienta más ambiciosa que diseñó la Argentina en décadas, porque nos da la estabilidad y previsibilidad necesaria por 30 años, para realizar inversiones de largo plazo como la que vamos a realizar y para encarar un desafío de esta magnitud. Este régimen ofrece previsibilidad; es decir estabilidad fiscal, cambiaria y regulatoria; beneficios impositivos y aduaneros; y seguridad jurídica. En hechos concretos, nos ayuda a descartar variables exógenas, para hacer foco preciso en los proyectos; y esto es lo que todo inversor necesita.

¿Cómo fue el proceso de la aprobación dentro del régimen? ¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaron durante la presentación del proyecto?

La nuestra representa la primera (y, por ahora, única) presentación netamente industrial que se incorpora al RIGI y, por su impacto económico, sus características tecnológicas únicas y la relevancia de las inversiones requeridas, se convierte en un proyecto estratégico para nuestro país.

El proceso hasta lograr la aprobación fue muy exigente: presentamos una carpeta de 500 páginas con información técnica, financiera y ambiental. Eso nos obligó a elevar nuestros propios estándares internos, y hoy gracias al RIGI podemos avanzar con confianza en una inversión transformadora para San Nicolás y para la Argentina.

¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaron durante la presentación del proyecto?

Desde las autoridades del comité evaluador recibimos la mejor predisposición para avanzar en un trabajo conjunto que permitiera completar toda la información necesaria, cumplir con todos los requisitos, evacuar todas las dudas y consolidar una mejor presentación.

Participar, por supuesto, tiene sus exigencias. Por ejemplo, que un porcentaje de los insumos y los servicios sean brindados por proveedores locales. Nosotros dimos un paso más. Desde el primer día tomamos una decisión: el 100% de nuestra inversión se hará con trabajo argentino. Solo vamos a importar la tecnología.

Queríamos que nuestras pymes estuvieran presentes, aunque sus precios no fueran los más competitivos. Porque detrás de cada pyme hay una familia. Hay trabajo argentino. Durante la etapa de obra, en nuestro predio van a trabajar más de mil personas contratadas por estas pymes argentinas.  

¿Cómo se estructuró el financiamiento del proyecto y por qué no se terminó de concretar con el Banco Interamericano de Desarrollo BID y el Banco Mundial?

El financiamiento del proyecto se fundamenta en la optimización de la estructura del capital de la empresa, asegurando su viabilidad y eficiencia financiera y atendiendo a los requisitos enmarcados en el RIGI respecto del balance de flujo de divisas estimados.

En un principio, la idea era financiar los 300 millones de dólares de la inversión con capital propio de la empresa. Luego, por la reglamentación del RIGI que establece un equilibrio de balanza de divisas, tuvimos que salir a buscar financiamiento externo para cubrir los 100 millones que corresponden a la importación de bienes de capital.

Por eso, alcanzamos un acuerdo con el banco ICBC Argentina por un monto de 100 millones de dólares. Esta línea de financiamiento externo cumple con los citados requisitos del RIGI que exigen el ingreso de fondos, para fondear la importación de bienes de capitales e insumos provenientes del exterior. En este caso, el crédito será utilizado específicamente para la compra de maquinaria italiana de última generación del proveedor Danieli, conocida por su eficiencia y bajo impacto ambiental.

Por su parte, ICBC Argentina renueva su compromiso con el desarrollo productivo del país y su respaldo al crecimiento sostenible de la industria nacional, financiando la expansión y modernización de las operaciones de Sidersa, uno de los principales motores de la economía argentina.

Si bien, en un principio Sidersa había trabajado junto a BID Invest, el brazo privado del Grupo BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y al IFC (International Finance Corporation, miembro del Grupo Mundial) con el objetivo de avanzar con el financiamiento del proyecto siderúrgico y se habían logrado acuerdos trascendentales con las aprobaciones técnicas de los créditos en ambos comités, finalmente se debió desistir de ese camino porque los tiempos de ejecución de las partes no coincidían para poder concretar el financiamiento en los tiempos previstos. De todos modos, quedó establecida una excelente relación con ambas instituciones y está abierta la puerta para poder trabajar en conjunto en futuros proyectos.

¿Por qué la han presentado como una planta única en su tipo a nivel mundial? ¿Qué diferencia a esta planta de otras inversiones industriales recientes en el país?

Es una planta única porque, concretamente, no existe hoy en el mundo otra con estas características de eficiencia y sustentabilidad. Si bien ya se han construido otras plantas con esta tecnología (ninguna en el hemisferio sur), la que instalaremos nosotros incorpora desarrollos innovadores que la convierten en la más moderna, eficiente y sustentable en el planeta.

En términos de eficiencia, la diferencia es contundente: mientras las acerías tradicionales producen palanquillas de 12 metros, nosotros produciremos palanquillas de hasta 10.000 metros. Casi mil veces más. Esto significa que transformamos la chatarra en hierro para la construcción en apenas 2 horas, cuando otras siderurgias tardan más de 24. Velocidad es eficiencia, y eficiencia es competitividad: se reduce el desperdicio, se optimiza la productividad y se genera un ahorro enorme de energía. Este punto es crucial: después de la chatarra, la energía es el insumo más importante del acero. Cada minuto ganado y cada kilowatt ahorrado se traducen en una ventaja frente al mundo, porque consumir menos energía no solo nos hace más competitivos, sino también más verdes.

La sustentabilidad marca otro diferencial decisivo. En el mundo, la industria siderúrgica emite en promedio 1.000 kilos de CO₂ por tonelada de acero. Nuestra planta emitirá apenas 370. Tres veces más amigable con el ambiente que el promedio mundial, y todavía más si se la compara con el estándar argentino.

¿Cómo será el proceso productivo y qué tecnologías innovadoras se aplicarán en esta nueva acería? 

El proceso productivo será completamente integrado y se apoyará en cuatro pilares tecnológicos de última generación:

El primero es el reciclaje de chatarra. En el horno ingresará hasta un 99,5% de chatarra, lo que nos permitirá fabricar acero 100% reciclado. Así cuidamos los recursos naturales y potenciamos la economía circular.

El segundo pilar es el de procesos integrados. Gracias a la tecnología de palanquilla infinita, la producción será continua, desde el horno hasta el producto final, sin generar etapas intermedias. Esto se traduce en menos emisiones de CO₂, mayor rendimiento, mejor aprovechamiento del espacio y menor consumo de recursos.

La eficiencia energética es nuestro tercer pilar. Con la carga continua de chatarra reutilizaremos los gases del horno para precalentarla, ahorrando 50 kWh por tonelada de acero. Además, incorporamos un sistema de control variable de potencia que ajusta la energía eléctrica en tiempo real, eliminamos el uso de gas natural en laminación y evitamos procesos de recalentamiento. Todo esto reduce costos, aumenta la productividad y disminuye la huella de carbono.

Por último, el cuarto pilar es la seguridad. Con el sistema Zero Man On The Floor, la operación se gestionará de forma remota, minimizando la exposición de las personas a riesgos en la planta.

Gracias a este conjunto de innovaciones, nuestra acería evitará sensiblemente las emisiones de CO₂ respecto de las tecnologías tradicionales, convirtiéndose en un modelo de eficiencia, competitividad y sustentabilidad a nivel global.

¿Cuánto tiempo estiman que tomará la construcción completa de la planta?

La construcción de la planta es un proyecto completo e integral. Ya se realizó el movimiento de suelo y actualmente avanzamos con la construcción de las naves, en paralelo con la preparación para la llegada de la tecnología. El cronograma prevé que la planta esté lista y en marcha durante el primer semestre de 2028. 

¿Qué otras iniciativas sustentables desarrollaron o planean desarrollar?

La tecnología que instalaremos permitirá, que nos conectemos en el futuro, de manera directa con parques de energías renovables, lo que contribuirá al cuidado de la matriz energética. Si bien por la ubicación geográfica actual no es posible implementarlo de forma inmediata, ya estamos evaluando alternativas para avanzar en esa dirección.

Además, entendemos a la sustentabilidad de forma integral: buscamos impulsar el desarrollo local priorizando a las comunidades que nos rodean, fortalecer la economía circular a través del reciclaje y la reutilización de recursos, y brindar formación constante para generar más y mejores oportunidades.

¿Cuántos empleos directos e indirectos generarán esta inversión?

El proyecto prevé la creación de más de 300 empleos directos de calidad y alrededor de 3.500 empleos indirectos, que dinamizarán la economía circular en toda la cadena: desde la recolección de chatarra y la construcción, hasta la logística, los servicios y diversas actividades vinculadas.

A esto se suma que, durante la etapa de obra, se generarán cerca de 1.000 puestos adicionales, aportando un impulso inmediato al empleo local y regional.

En definitiva, se trata de una inversión que no solo transformará la industria, sino que también dejará un fuerte impacto social y económico para la comunidad.

¿Van a desarrollar programas de formación o capacitación en conjunto con universidades o instituciones técnicas?

Sí, por supuesto. En Sidersa siempre hemos mantenido un vínculo cercano con las instituciones educativas, porque estamos convencidos de que la educación es la base del desarrollo del país. Este proyecto, en particular, nos impulsa a reforzar ese compromiso: trabajaremos junto a universidades e instituciones técnicas para capacitar a los jóvenes de hoy con las tecnologías del futuro, asegurando que cuenten con las habilidades necesarias para integrarse y crecer en esta nueva era de la industria siderúrgica.

Finalmente, ¿qué expectativas tienen en cuanto al impacto del proyecto en la balanza comercial del país?

Este proyecto tendrá un impacto directo y positivo en la balanza comercial del país por dos vías. Como ya lo comentaba anteriormente, nuestro proyecto permitirá sustituir importaciones: hoy, en los picos de demanda, las usinas locales deben importar alrededor de 200 millones de dólares anuales en productos siderúrgicos. Con la nueva planta, esa necesidad se reducirá significativamente, disminuyendo la dependencia del mercado externo.

En segundo lugar, se abrirá una oportunidad de exportación estratégica. El acero verde será un requisito ineludible en los mercados más exigentes en menos de una década, y Argentina podrá ofrecerlo desde 2028. Todo esto nos posiciona a la vanguardia de la siderurgia sustentable a nivel mundial, con capacidad de competir globalmente y generar divisas genuinas para el país.

Por VERONICA JANOWICZ

  Compartir en:

José Abel Autor