Salame Tandilense, una tradición nacional

Más de 70 años en el mercado, con un producto que siempre está en la mesa de los argentinos y una interacción entre la tradición y la tecnología, hacen a esta empresa un estandarte de cómo hacer las cosas bien, siempre.

Cagnoli fundada por Don Pedro Cagnoli, lombardo que vino de su país natal a principios del siglo XX, encontró el Tandil, provincia de Buenos Aires, el lugar ideal para realizar su oficio, elaborar chacinados.

Hoy, cada día, más de 250 empleados se involucran en un proceso que requiere mano de obra intensiva y permite posicionar sus productos con el sello de Denominación de Origen, del que se precian tenerlo y enarbolarlo.

Para conocer acerca de esta tradición argentina, areaurbana entrevistó a Mariano Frias, Jefe de Marketing de Cagnoli que reseña una tradición respetada y en donde el saber hacer, se mantiene.

¿Cómo inicia Cagnoli en Tandil?

La empresa la fundó Don Pedro Cagnoli, que llegó desde la Lombardía Italiana a principios de siglo XX, con el oficio de elaborar chacinados. En las primeras décadas, las facturas se realizaban solo en invierno, cuando las condiciones climáticas eran ideales. Pero, Don Pedro entendió que para darle más vida útil al producto, debía elaborar salames más grandes. Así, surgió El Tandilero, un salame de 3 kilos que despachaba a Buenos Aires en tren para comercializar en los principales hoteles.

¿Cuánto personal tiene?

Empleamos a más de 250 personas, en su mayoría residentes de Tandil. En muchos casos, los oficios necesarios para la elaboración de las producciones, son transmitidos de generación en generación. Es normal ver familias trabajando, padres, hijos y nietos, que aprendieron el oficio en la fábrica.

¿Cómo se compone la empresa?

Es una Sociedad Anónima, sólo de capitales familiares, cuyas principales inversiones fueron en secaderos y equipos de envase y fraccionamiento, con la idea de elaborar productos fáciles de incorporar por los comercializadores y llegar directamente con nuestro rotulo al consumidor final.

Tiene la estructura tradicional de una fábrica de chacinados, un área de producción (con la mayor dotación de personal); de comercialización (Marketing y Logística) y administrativa.

Nota Publicada en AreaUrbana 39

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José Abel Autor

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