Convertir espacios ociosos en lugares de interés comunitario

El municipio de Pilar está trabajando junto con el Ministerio de Hábitat de la Nación y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la gestión de distintos planes habitacionales para el distrito. “Ya están los convenios marco firmados, se ha realizado el análisis de las tierras destinatarias y nos encontramos esperando la licitación de las obras”, informan desde el Municipio. En simultáneo, avanzan con programas específicos financiados por la provincia de Buenos Aires, con el Plan Vivienda Digna de adultos mayores y con otras líneas de financiación para viviendas.

Los públicos destinatarios varían, y eso depende del programa, pero siempre se trata de poblaciones específicas y segmentadas. “Debido a la altísima demanda que existe en materia de vivienda no generamos convocatorias abiertas que generen falsas expectativas en la población y que terminan satisfaciendo solo una pequeña parte de los inscriptos”, afirma Guido Bordachar, Intendente de Pilar. Por esta razón, hoy trabajan sobre distintas líneas: un programa destinado a adultos mayores en situación de calle, un programa para miembros de las fuerzas de seguridad radicados en el distrito, una línea para urgencias en víctimas de violencia de género y otras poblaciones que están en riesgo inminente o cumplan un rol estratégico en la sociedad. “Se estima una inversión de más de 1.000 millones de pesos en los próximos 24 meses, dependiendo de que las diferentes líneas de financiamiento se ejecuten en los tiempos previstos”, explican. La ejecución se realizará por empresas y/o cooperativas que serán responsables de ejecutar las obras. Responden, ante todo, al Ministerio de Hábitat de Nación, al Ministerio de Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires y al Plan de Viviendas de la Policía de Buenos Aires. 

En diálogo con San Antonio de Areco, comentan que hasta 2019 se encargaron de desplegar una política “muy abrasiva” en términos de acceso al hábitat, acompañada por un código de ordenamiento territorial nuevo que reconfiguraba sus tierras. Pero lo más importante que se realizó fue brindar acceso a lotes para que la gente construyera sus casas con Procrear,  a partir de terrenos públicos o de convenios de la mano de privados. “Al tratarse de obra pública, los montos son millonarios”, sostiene Ana Laura Fuentes, Concejala del municipio. En la actualidad avanzan fuerte en el sector privado, en desarrollo inmobiliario. Establecieron varios controles para las construcciones a través de ordenanzas para que los loteadores generen servicios públicos. Comenta Fuentes que, históricamente, Areco fue loteado con irregularidad y generó negocios millonarios sin ningún tipo de control, lo cual implica que los vecinos luego abonen “la no cloaca, la no red y la no iluminación”. Muchas de las obras que se llevan adelante hoy, fueron motorizadas por la gestión anterior, como la planta depuradora de tratamiento de residuos cloacales. 

El modelo de arraigo de las ciudades y los pueblos del Interior consiste en que puedan desarrollar acceso a la educación, empleo y hábitat. Entre las obras más destacables, se pueden mencionar la creación de la Universidad Nacional de San Antonio de Areco, la construcción de jardines maternales en las zonas rurales, el edificio de una escuela secundaria, el edificio de una técnica secundaria y un nuevo jardín municipal alejado del casco urbano. 

En el oeste de la Provincia de Buenos Aires, el municipio de Morón está en pleno auge con el uso de terrenos ociosos. Por un lado, están construyendo 20 viviendas en Morón Sur, una obra en terreno municipal que inició en 2014, que estuvo varios años paralizada y que pertenecía al Programa Techo Digno. Se retomó en febrero de 2020, en el marco del Programa Reconstruir con la financiación del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat. “Es una obra que tiene un cierto grado de avance y para completar las 20 viviendas se asignaron 65 millones de pesos”, indican las autoridades del municipio. En el proceso, primero se conformó la cooperativa de autogestión de viviendas, luego se buscó el terreno y la operatoria que mejor encuadraba, y ahora se firmó el convenio. Obras de este tipo se realizan con estructura de hormigón armado cubierta de losas. Por otro lado, se están construyendo 40 viviendas en Castelar Sur, en el Barrio Seré, a partir de nuevo convenio en el marco del Instituto Provincial de la Vivienda de Buenos Aires, en el Programa Solidaridad, creado por el instituto y con un monto total de 260 millones de pesos. “Estas viviendas entran dentro del área desarrollada por el Procrear de Castelar, el desarrollo urbanístico más grande de la zona”, afirma Pablo Itzcovich, Intendente de Morón. La operatoria fue una cesión de tierras por parte de la Base Aérea de Morón para la generación de espacios deportivos, una reserva natural, el desarrollo urbanístico Procrear, las 40 viviendas, el canje de tierras con Hogar Obrero para viviendas, un centro cultural, una plaza en la centralidad de Morón y una sala de salud. Este grupo de viviendas se destinará a familias de bajos recursos de Morón que son parte de una fuerte demanda habitacional y en función de criterios que se fijan oportunamente (como la composición familiar). Los materiales para construirlas son estructura de hormigón armado, cerramiento de mampostería, carpintería de aluminio y cubiertas de chapa.

Ambas obras se llevan adelante con tecnología de construcción tradicional: estructura de hormigón, cerramiento de mampostería, ladrillos huecos, revocados y cerramientos de aluminio. En ambos casos están subdivididas por PH y son unidades funcionales dentro de parcelas diferentes. La primera pertenece a la Cooperativa de Gallo y se trata de conjunto de viviendas  con entrada por un patio central. Son unidades de dos dormitorios, con posibilidad de ampliar a un tercero. En cambio en la segunda obra el acceso es independiente, en planta baja y en planta alta con escaleras (estas últimas en dúplex). Las dos obras mencionadas son parte de la gestión y administración municipal; financiadas por Nación. Parte de las mismas se realiza con la contratación de empresas privadas y otras con manos de obra municipal.

Por último, existe una obra que aún no se está ejecutando. Se trata del desarrollo urbanístico de Procrear 2 en El Palomar, el tercero de gran escala que tendrá Morón. Rondará en las 500 viviendas, y se encuentra en proceso de licitación. Los destinatarios serán los sectores medios bajos con ingreso formal con un piso de 48.000 pesos y un tope de 216.000. Este proyecto está dentro de la planificación federal de viviendas llamada Casa Propia. “Hay otros proyectos pre-aprobados, como un grupo de viviendas en el barrio San José y el proceso de reurbanización dentro de una villa de Morón”, aclara Itzcovich.

Déficit de viviendas

“El tema de viviendas es una de las mayores problemáticas en los cordones del Conurbano. Junto al trabajo, son las dos áreas que impactan transversalmente todas las franjas etarias y de género”, señala Bordachar. Sin embargo, el altísimo costo que implica cada unidad funcional vuelve casi imposible la búsqueda de soluciones a nivel local, por lo que depende de líneas de financiamiento. Al tratarse de un municipio de alta migración interna que cuenta aún con disponibilidad de tierra para que se radiquen nuevos grupos familiares, Pilar tiene una demanda creciente y constante de soluciones habitacionales. Según los datos relevados por el municipio, son casi 20 mil los grupos familiares que habitan en viviendas precarias o que requieren de un lugar para vivir.

El municipio es un atractivo por su ubicación estratégica y por la disponibilidad de recursos educativos, sanitarios y recreativos. “Estamos viviendo una tercera oleada de migración receptiva en todos los niveles de la escala socioeconómica, lo que plantea el desafío de facilitar el acceso a una vivienda digna y de calidad de vida para todos nuestros residentes”, aclara el mandatario. Asimismo aclara que “aún no han entregado viviendas en los meses que llevan de gestión”.

Desde la Municipalidad de Morón, separan el déficit cuantitativo y el cualitativo para reflejar la situación actual. El cuantitativo es la “construcción de vivienda nueva” para quienes aún no tienen acceso, desde sectores pobres, sectores medios y de bajo poder adquisitivo. El cualitativo arroja cifras alarmantes, pero se aborda desde otra perspectiva. Hay un programa para el mejoramiento de viviendas, es decir, personas que tienen viviendas, pero no reúnen las condiciones necesarias de habitabilidad, ya sea por hacinamiento, precariedad, deterioro e inseguridad. Actualmente, rige el programa Trabajar en la casa, articulado con la Provincia de Buenos Aires y anclado en la Secretaría de Hábitat para la Comunidad. Una parte es de subsidio y otra de micro crédito,y en total reúne 50.000 pesos para cada familia y se destina a 170 familias de Morón. La inversión es de 8 millones 500 mil pesos. Cuentan con la articulación con la Asociación Civil Madre Tierra que verifica que se ejecute la obra. “Hay un componente importante en relación a este déficit, que es la tenencia segura de la propiedad, donde aparecen los sistemas de regularización dominial enmarcadas en distintas leyes y operatorias”, refieren desde el municipio. Y agregan: “Algunas se generan por demanda espontánea y otras en algún barrio particular. Las articulamos con la Escribanía General de Gobierno y con escribanías particulares que tienen la facultad de llevar adelante las operatorias”.

Por su parte, desde Areco comentan que el déficit habitacional es uno de los problemas más graves de la Argentina y de los pueblos del Interior. “Las desigualdades y la desprotección del inquilino generan abusos por parte de los propietarios que profundizan esa brecha y es una brecha de género, porque la mayoría son mujeres que muchas veces necesitan irse de las casas que mantienen sus maridos o parejas por situaciones de violencia”, reflexiona Fuentes. Ese círculo de la violencia hace que la accesibilidad a una casa sea prácticamente imposible, sobre todo, “sin programas que ahora se están recuperando, como Casa propia, que desarrolla el Ministerio de Hábitat dirigido por Jorge Ferraresi. En el contexto actual –y según indica la Concejala- “El municipio no se está poniendo adelante como política pública y al presente no hay acciones destinadas a pensar en el esparcimiento en terrenos públicos”.

Esparcimiento público

“Nuestro distrito se encuentra fuertemente abocado a generar espacios deportivos y de integración comunitaria en los barrios”, señala Bordachar. Actualmente se encuentran en distintas etapas de ejecución 5 polideportivos barriales. Por primera vez en la historia, dentro de un barrio se están estableciendo estadios, canchas, clubes y espacios recreativos. Asimismo, se encuentran interviniendo más de 130 plazas, dotándolas de conectividad y mantenimiento continuo. Según explican fuentes de Pilar, los polideportivos se están realizando de manera conjunta entre Provincia y el municipio, con una inversión estimada en 450 millones de pesos.

“El esparcimiento siempre fue una prioridad de nuestro proyecto político”, advierte el Intendente pilarense. La pandemia retrasó los tiempos de ejecución, porque el sistema sanitario se llevó gran parte de las inversiones disponibles y porque se suspendieron los deportes grupales y en espacios cerrados. Se trata de un trabajo mancomunado entre Nación, Provincia y municipio, donde se financia la infraestructura necesaria a partir del esfuerzo compartido y donde el municipio muchas veces aporta fondos propios para que las obras no se detengan. A posteriori, cuando recibe los fondos los reintegra al régimen para seguir avanzando. “Buscamos que, más allá de quién sea el financiador, las obras no paren nunca”, destacan desde la Municipalidad.

En Morón están aprovechando algunos terrenos sin utilidad, como las Bases Aéreas de Morón y El Palomar. “Son tierras sin aparente utilidad concreta que fueron transferidas al municipio y eso permitió crear programas vinculados con vivienda, esparcimiento, perspectiva ambiental y deportiva; entre otras”;  detalla el Intendente.  La Base Aérea de El Palomar dispone de un sector de 9 hectáreas cedido a Procrear y otro sector de 130 hectáreas en tenencia del Ministerio de Desarrollo, con un área que fue declarada de protección ambiental. “Estamos por instalar una reserva natural urbana que incluirá espacios de agroecología, esparcimiento y deportes”, explican. Asimismo, hay inmuebles en estado de abandono y la ordenanza 4686 permite su incorporación al patrimonio municipal para ser destinados a espacios de uso comunitario. El municipio está incorporando inmuebles ociosos que no tenían un propietario activo, con deudas importantes o en estado de abandono. En esos espacios se construyen plazas de pequeña escala y equipamientos comunitarios. Desde la primera gestión de Martín Sabatella, el espacio público fue un eje importante en la definición de lo urbano. Se construyó espacio público en general: plazas, veredas y circulación. Existen casos emblemáticos como la recuperación de la Plaza La Roche, frente a la estación de Morón, la Plaza De las Culturas, frente a la Universidad de Morón y los dos casos de las reservas con áreas deportivas. “En esta pandemia queremos hacer mayor foco en espacios públicos y abiertos. Pensar hoy en el proyecto de la reserva natural urbana de El Palomar cobra un sentido mucho más amplio porque es un espacio abierto, público y en contacto con la naturaleza donde no había acceso público y ahora sí habrá”, comenta Itzcovich. Los espacios comerciales a cielo abierto también cobraron otra dimensión en este contexto. Por eso se trabaja en corredores comerciales, deportivos y de espacios comunitarios, que son sectores que cruzan linealmente algún área (Corredor Ferrer, Corredor Curuchet), y que permiten la movilidad, la conectividad, el esparcimiento y la recreación.

En Areco, una ciudad que es la Capital Nacional de la Tradición, y que dispone de un parque criollo donde se celebra la Fiesta Nacional de la Tradición, y que además está conformada por varios terrenos y predios municipales, todavía queda mucho por hacer. “Son espacios que hoy están en tensión”, subraya Fuentes, quien, al mismo tiempo, asegura que “deberían garantizarse a los arequeros para que puedan apropiárselos”.

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José Abel Autor

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