Músico, actor y “porteño inquieto”, Antonio Birabent arrancó su trayectoria artística como guitarrista de su padre, Moris, uno de los pioneros del rock argentino. Ha compuesto y grabado 17 discos solistas y ha participado en numerosas películas y series televisivas (“Tango feroz”, “Verdad-Consecuencia”, “Por ese palpitar”, “Epitafios”, “El tiempo no para”).
Nació en 1969 en Palermo, se exilió con su familia entre 1976 y 1987 en España y, desde entonces, vivió en distintos barrios porteños. Pero regresó al lugar que lo vio nacer: Palermo.
¿Cómo recordás hoy al Palermo de los años 70’s, o que te han contado tus familiares sobre el barrio en que pasaste tus primeros años de vida?
Viví en Palermo en varias casas y departamentos, porque me mude muchísimas veces, pero en esa infancia siempre por Palermo. Era una época de menos personas y menos autos, y eso es una gran diferencia. Yo recuerdo que había menos ruido y, en general, más tranquilidad. Me la pasaba jugando al fútbol en la vereda de la calle Vicente López, iba mucho a la plaza Mitre (la de la Barranca) y a la plaza San Martín, y también recuerdo paseos por el Rosedal. En esa época, estábamos mucho tiempo en la calle.
Cuando tenías 7 años, en 1976, tu familia se exilió en España, ¿cómo te afectó ese cambio abrupto?
Nos acomodamos rápido. En eso, el colegio fue muy útil. Teníamos amigos y nos convertimos en españoles en apenas unos meses. Recuerdo que la primera semana fue difícil, llorábamos porque extrañábamos, pero en eso los chicos son muy fuertes. Extrañaba a mis amigos, a mi colegio Mitre, a mi familia, pero en seguida nos hicimos locales, como una forma de defensa. Todos los años que vivimos en España fueron una experiencia de vida muy rica.
Vos y tu familia retornaron a Buenos Aires a fines de tu adolescencia, ¿qué diferencias percibiste entonces entre Buenos Aires y Madrid?
No tenía la capacidad de darme cuenta de eso. Notaba que la Argentina era un país distinto, eso sí. Más desordenado y también más vivo, más caótico, pero también más interesante. En casi todo me fue muy útil haber conocido ambas realidades.
Has vivido en varios barrios porteños, ¿cuál es el que más te gusta?
Me gustan muchos barrios porteños. Si pudiera, viviría en varios. Cuando voy a un barrio que conozco poco, me imagino viviendo ahí. No tengo uno que sea mi favorito. Disfrute de San Telmo, pero ya no volvería.
¿Qué músicos o compositores, del rock o del tango, han descrito con mayor profundidad poética a Buenos Aires?
En el tango son numerosísimos, por suerte. Buenos Aires está en el tango, es una de sus bandas sonoras. Y en el rock también hay varios, destacaría a mi padre y a Manal.
Poco antes de ser padre de tu hijo Oliverio, ¿te planteaste si era mejor criarlo en Buenos Aires o en España?
¡Jamás me hice esa pregunta! Alguien que se llama Oliverio se cría acá.
¿Qué características te gusta de Palermo? ¿Y qué aspectos no te gustan demasiado?
Me gusta estar cerca del verde. En una ciudad tan monstruosa como esta es muy importante estar cerca de lo natural. En general, lo que menos quiero de la ciudad es el ruido y la brutalidad. Contradigo a Sarmiento y digo: la civilización ciudadana es una barbarie.
En las últimas décadas proliferó una subdivisión de Palermo (Hollywood, Soho, Chico, Viejo). ¿Cuál es tu favorita?
Sinceramente, me parece una tilingada. Palermo es Palermo, y punto. Todo lo demás forma parte de inventos promovidos por los comerciantes y por las inmobiliarias para vender.
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