Sergio Ongarato es intendente de la ciudad de Esquel desde 2015, AreaUrbana dialogó con él para conocer cuál es la realidad de una ciudad muy visitada por argentinos y ciudadanos de todo el mundo. “En materia turística se ha conformado un consorcio de once municipios donde trabajamos en conjunto”, asegura el Intendente.
Esquel está ubicada al noroeste de la provincia del Chubut, es un punto estratégico en la ruta 40 y una referencia ineludible para viajeros que buscan disfrutar de las bellezas cordilleranas.
Estepa patagónica y bosque andino se combinan alrededor de la ciudad, ubicada al pie de la cordillera en un valle de origen glaciar. Es cabecera de la región en el departamento de Futualeufú, y se encuentra a 1900 de Buenos Aires. AreaUrbana conversó con su intendente, Sergio Ongarato, quien procede de una familia de políticos que hace varios años ocupan cargos importantes en la ciudad, quien contó su historia y la actual situación de este lugar de la Patagonia.
¿Cómo podría evaluar la actual situación social y económica de Esquel?
La situación es compleja, como lo es en todo el país, con el agravante de que nuestra ciudad, como muchas de la Patagonia, depende de la actividad estatal de la provincia del Chubut donde la situación está muy mal. Aquí predominan los empleados del estado provincial, en comparación con los del estado nacional y municipal, y por eso la situación se volvió crítica.
Desde el año 2018 que nosotros venimos con problemas muy serios porque al atrasarse el pago de sueldos afecta directamente al comercio y a la cadena de pagos que se da dentro de la ciudad, y esto ha complicado la situación económica.
Desde la municipalidad, y esto ya es una política de Estado porque lo interesante es que la venimos sosteniendo desde hace varios años con distintos gobiernos y de distintos signos políticos, estamos apuntando fundamentalmente al turismo haciendo lo que nos corresponde.
¿En que consiste este plan turístico municipal?
Entre los trabajos realizados con este fin, se encuentra un plan de embellecimiento de la zona centro de Esquel y en los accesos a la ciudad. Todas estas obras se realizan con el objetivo de dar una imagen positiva a la ciudad. Ya lo estamos notando cuando llegan los turistas y que afirman que encuentran una ciudad bien cuidada, les gusta como está.
También apuntamos a las actividades para los turistas. En el centro se pueden hacer varios paseos, desde lugares para visitar hasta actividades culturales y al aire libre. Todo esto hace que, sumado a la gastronomía que hay en Esquel que es muy buena, podamos ofrecer una propuesta interesante también junto al boom de las cervecerías. Todas estas acciones hacen que la estadía para el turista resulte agradable y tenga opciones de esparcimiento, sobre todo cuando regresa a la ciudad luego de hacer excursiones.
¿Ve interés de las empresas para invertir en Esquel a través de obras?
Nosotros estamos trabajamos, en conjunto con el sector privado, para tratar de atraer inversiones a Esquel. Nos resulta difícil porque nuestra ciudad no le escapa a la realidad de todo el, pero hemos gestionado distintas obras que ya están en marcha. Por ejemplo, una importante es la ampliación del Gasoducto Cordillerano, que nos dejó el 2016 sin nuevas conexiones de gas, y logramos que en 2018 se ampliara para tener más conexiones de gas que en la Patagonia es fundamental por las bajas temperaturas.
Otra obra importante fue la construcción del edificio de pasajeros del Aeropuerto de Esquel, que va a renovar totalmente a la estación aérea. La gestionamos también nosotros desde el municipio a principios del 2019.
Además está trabajando Vialidad Nacional en la ruta nacional 40, entre Esquel y Lago Puelo, que es un tramo que estaba muy deteriorado,.
Estas son las obras principales que necesitábamos en materia de infraestructura turísticas y que pudimos gestionar desde el municipio.
También acompañamos desde lo posible inversiones hoteleras de impacto para nuestra ciudad.
Hablando de su función como intendente de Esquel, resulta particular que su padre también ocupó ese cargo ¿Cómo se siente con eso?
Lo que yo aprendí de mi padre, Ubaldo Ongarato cuando era intendente, fue mucho. Mi historia es muy particular porque llegué a Esquel después de recibirme de arquitecto, y empecé a trabajar en la municipalidad en áreas técnicas. Luego terminé siendo secretario de Obras Públicas del municipio en los últimos tres años de la gestión de mi padre. Más tarde transité ocho años en el Concejo Deliberante, donde aprendí muchas cosas sobre todo en la faz política y adquirí también experiencia del tipo legislativa
Después pude cumplir con mi sueño, y saldar una deuda que tenía conmigo mismo, que era el de abrir mi propio estudio de arquitectura, el que estuvo funcionando durante 12 años. Y más adelante incursionamos en esta aventura con algunos amigos, la de formar parte del gobierno de la ciudad de Esquel y aquí estamos.
De mi padre adquirí también la experiencia y sabiduría de saber gobernar, de saber encarar los problemas, la cuestión de no dar grandes volantazos en la política sino de hacer correcciones leves para que la gente pueda vivir bien. Por este tema alguno critican mi gestión como intendente, pero siempre consideré, y lo hizo también mi antecesor en el cargo el exintendente Rafael Williams, que cualquier decisión que uno toma desde el despacho de intendente o desde el Consejo Deliberante tiene impactos importantes en la comunidad y hay mucha gente que puede verse afectada. Mi misión es tratar de mejorar la calidad de vida de la gente, pero cuidando de mantener la forma de vida que los esquelenses tienen y deciden. Nos votan para eso, con este estilo de persona que nosotros somos.
Desde 1983, cuando regresaba la democracia y hasta ahora, Esquel estuvo en manos de dos familias. No es que seamos terratenientes, ni los dueños, pero se ha mantenido así esta cuestión. Y la gente elige determinadas características de sus dirigentes. Hoy yo tengo muy buena relación con el ex intendente Williams, conversamos acerca de los temas importantes que necesita la ciudad y es un estilo de gobierno que hemos mantenido casi como una tradición desde el 83 hasta la fecha.
¿Tuvo militancia política durante su paso por la universidad o se tuvo que adaptar al tema político cuando llegó a Esquel?
Empecé en política al llegar al municipio. Cuando estaba en la facultad no participaba, si bien tenía mi preferencia por Franja Morada, pero no era militante en esa época
¿Y en su casa se respiraba política, por lo que escuchaba de su padre, cuando era chico?
Eso sí, desde pequeño. Yo me fui a estudiar arquitecturaa fines de 1982, cuando egresé de la escuela secundaria. Y el tema político lo empecé a ver estando ya Buenos Aires donde se desarrollaba la campaña del regreso a la democracia. Del movimiento político casi no se había hablado en mi casa. Creo que más que nada por precaución porque mi padre si hablaba de política, pero para proteger a su familia, no lo hacía al frente de nosotros ni quería que intervengamos. Por eso yo comencé a comprender y ver las campañas políticas recién con el retorno de la democracia en 1983.
¿Cómo ve su futuro político una vez que deje su cargo de intendente?
La idea está en seguir trabajando en política, en algún cargo legislativo, a nivel provincial o nacional, aunque es un poco más difícil por como se van dando las circunstancias. Considero que con la experiencia que yo tengo como intendente de Esquel, puedo aportar lo que sé y que esto sea bueno para la provincia. Por lo menos estará la propuesta de trabajar desde esos lugares. Después ya sabemos cómo es la política, hay muchas vallas que sortear y circunstancias que se va dando en el camino. También si la gente lo decide, ahí estaré ocupando una banca en la Legislatura de la Provincia del Chubut.
¿Usted cree que hay una grieta política en la ciudad de Esquel, como sucede en otras partes del país?
Hay una grieta, pero también existe una unión de manera transversal, más que nada entre algún sector del PJ y sectores del radicalismo. Lo bueno es que nos podemos sentar a conversar, pero después cada uno tiene estilos distintos y programas de gobierno, pero todos vamos hacía los mismos objetivos. Y después hay sectores más complejos donde está la extrema izquierda o aquellos sectores que quizás son distintos a todo lo que ha vivido Esquel desde la política desde el año 1983.
¿Qué le diría a la gente que aún no conoce Esquel, para que lo considere como destino turístico?
Nuestra ciudad tiene para el turista, y para todos los visitantes,distintas actividades durante todo el año. Los paisajes cambian de una estación a otra y se visten de todo tipo de colores, con distintos climas.
En el verano uno de los destinos más visitados es el Parque Nacional Los Alerces, en el invierno el Centro de Actividades de Montaña llamado La Hoya con su excelente calidad de nieve. En la primavera empieza la temporada de tulipanes que es un atractivo muy importante y se da en la vecina localidad de Trevelin.
Hay muchas cosas para visitar, no solamente en Esquel sino en toda la región, que va desde la Comarca Andina en la zona de Lago Puelo, límite con la provincia de Río Negro y la zona de El Bolsón, hasta Corcovado. En materia turística se ha conformado un consorcio de once municipios que constituyen la Comarca de Los Andes con la que trabajamos en políticas conjuntas para la promoción del turismo en nuestra región.
Así que para hacer hay mucho por conocer en esta zona de la Patagonia y todo con una gastronomía excelente. Esquel tiene una cultura donde se mezclan los pueblos originarios y los inmigrantes galeses, y esto genera que la gente encuentre múltiples actividades para que la gente pueda venir y disfrutar.