movilidad inteligente

La nueva normalidad exige una movilidad inteligente

El crecimiento acelerado de las poblaciones urbanas magnifica los problemas a los que se enfrentan las ciudades. La reciente crisis sanitaria por la pandemia del corona virus impacta mayormente en los grandes conglomerados urbanos como el AMBA. La eventual “nueva normalidad” exigirá a las ciudades replantearse su funcionamiento y dinámicas sociales. 

La gestión de movilidad inteligente -el tema de la congestión del tránsito vehicular, la seguridad, además de la movilidad de personas y mercancías- cobrará vital relevancia. La aplicación de sistemas inteligentes de transporte (SIT) se combina para recabar datos en tiempo real de personas, vehículos e infraestructuras, comunicarla, almacenarla y procesarla. Facilitar la toma de decisiones de los usuarios es sólo una de las ventajas de los SIT. Los dispositivos automáticos de regulación del tránsito permiten por ejemplo el flujo inteligente en un cruce de semáforos, el seguimiento de vehículos para restringir la circulación en determinadas áreas, el monitoreo remoto para reporte de accidentes, etc. 

Durante los meses de cuarentena se han podido observar tendencias de comportamiento de la población que están impulsando el desarrollo tecnológico y la necesidad de la movilidad inteligente en la nueva normalidad.  Por un lado, los retailers  se vieron en la necesidad de trasladar sus puntos de venta a formatos en línea, lo que ha generado un aumento de actividades logísticas, como el transporte de mercancía y paqueterías. Un sistema que permita identificar caminos libres aumentará la eficiencia del sector. 

En segundo lugar, los nuevos protocolos sanitarios demandan el distanciamiento social también dentro de los servicios de transporte.  El miedo a nuevos contagios hará que la gente modifique por completo su manera de desplazarse diariamente. El transporte público, utilizado y compartido por miles de personas, será el más afectado. Pasar del actual aislamiento a subirse a un subte o colectivo repleto  va ser un cambio que va a costar de asimilar. 

 

Lea la nota completa en AreaUrbana número 79

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José Abel Autor

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