Los caminos rurales y la economía

Nicolás Berreta, Presidente de la Asociación Argentina de Carreteras, comparte con AreaUrbana el trabajo que lleva adelante la entidad para que haya más y mejores caminos, y sobre todo con capacitación y tecnología adecuada.

¿Cuál es el rol de la AAC y cuál es su radio de acción en torno a los caminos rurales?

El rol de la Asociación es la transferencia tecnológica y la capacitación en torno a los caminos rurales. Hemos realizado congresos, seminarios, incluso escribimos trabajos. En 2018 publicamos el manual de los caminos rurales, además de realizar seminarios en todo el país, con distintos municipios y vialidades.

Teniendo en cuenta que la Argentina posee una gran cantidad de kilómetros de caminos rurales, ¿Qué acciones y obras se necesitan?

Primero hay que saber que en el país tenemos unos 40.000 km de rutas nacionales, más de 1.000 km de tierra, y 205.000 km provinciales que los maneja Vialidad Provincial, y que se dividen en  50.000 km de caminos pavimentados, 45.000 mejorados y unos 110.000 km de tierra (la red primaria y secundaria). También tenemos un 350.000 km de caminos de red terciaria y municipal: los caminos rurales. Muchos no están inventariados, es decir, no se conoce su longitud con exactitud. Es una de las problemáticas actuales, por eso hicimos un estudio y detectamos 350.000 km aproximadamente de caminos rurales o de tierra.

Según cada caso, Vialidad Nacional o Provincial deberían ocuparse del relevamiento. En Buenos Aires, Provincia está invirtiendo 15.000 millones de pesos para arreglar unos 2.300 km de camino. Es importante porque a nosotros nos permite establecer lo que sale un costo de camino rural, que son 60.000 dólares el kilómetro. Con esto se lleva adelante el alteo, el estabilizado de la calzada, las alcantarillas nuevas, las cunetas, y parte de seguridad vial que es colocar barandas y señalización vertical. El resto del país tiene las redes terciarias, que en algunas provincias están inventariadas. La Dirección Provincial de Vialidad, en muchos casos, les brinda a los municipios recursos y equipamiento, y estos se encargan de mantener los caminos rurales.

¿De qué se tratan los consorcios camineros instalados en algunas provincias?

Las provincias de Córdoba y Chaco tienen un sistema que se llama Consorcio Caminero que también está en práctica en la provincia de Corrientes. Recientemente se implementó un tramo. Básicamente, el Estado les otorga recursos a los productores para que ellos hagan consorcios y se encarguen del mantenimiento. Y Vialidad les paga el costo de ese mantenimiento.

¿Cuál es o debería ser el presupuesto dirigido al mejoramiento o mantenimiento de estos caminos?

No hay un presupuesto único, porque se da una gran división de tareas según sea Vialidad Provincial o un municipio. Pero para hacer un kilómetro de camino necesitamos 60.000 dólares. Eso nos permite saber la inversión que deberíamos realizar en x provincia en caminos rurales. Cada vialidad hace los esfuerzos por mantener los caminos primarios y secundarios de su red, y es poca la atención que se le da a las redes terciarias, salvo estos casos de Consorcios Camineros que funcionan en Córdoba y Chaco fundamentalmente.

¿Qué rol cumplen los municipios en este mantenimiento o mejoramiento?

Depende de dónde hablemos. Si descartamos a Buenos Aires, existen algunos convenios para darles equipamientos y recursos a los municipios, que ponen la mano de obra y la técnica para conservar los caminos; pero no funcionan muy bien. Por eso tenemos tantos caminos en mal estado. Esa es nuestra preocupación, y por esta razón trabajamos en despertar la importancia de estos caminos rurales en el país. Tienen un rol fundamental en la economía y en el aspecto social. Somos un país que se transporta en camión, casi no hay ferrocarriles, entonces los caminos rurales son vitales para que todo funcione.

¿Por qué no funcionan bien los municipios?

No tienen capacidad técnica ni operativa. Los municipios no suelen tener los recursos necesarios, ni planificación, ni jerarquización de caminos en distintas categorías, ni tampoco un análisis de los problemas locales y estacionales de los caminos: falta ingeniería de caminos rurales. 

¿Qué provincias o regiones son las que demandan mayor atención y por qué?

Indudablemente, la región central: Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe y La Pampa que son netamente agrícolas. Las fronteras agrícolas se han corrido. En provincias como Chaco, Formosa, Tucumán, se dedican mucho a los cultivos, y los caminos rurales adquirieron mayor importancia. Hoy es tan importante un camino rural en Formosa, como en La Pampa, porque la agricultura de esas provincias generada en las dos últimas décadas demanda más caminos rurales por el tipo de producto que se comercializa. 

¿Qué tipo de mejoras introdujeron el último año o los últimos dos años? (que, sin duda, han sido particulares)

Estamos transfiriendo tecnología y capacitación. Hicimos cursos y seminarios en Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, Chaco, Jujuy y Salta, donde hemos pusimos en consideración de las autoridades la necesidad de contar con un plan estratégico de caminos rurales que cada provincia pueda implementar. Desde la Asociación siempre propiciamos la participación de las autoridades nacionales, provinciales, municipales, productores, organizaciones profesionales, no gubernamentales, instituciones financieras y auditorías, que deberían estar presentes para diseñar un plan nacional de caminos rurales. 

A las vialidades provinciales les falta financiamiento porque tienen que atender 205.000 km, de los cuales 50.000 son pavimentados. Mantener esos caminos hace que les quede poco recursos para atender los caminos terciarios. Por eso creemos que el Gobierno Nacional debe intervenir para conseguir presupuestos.

Extendiendo el tema más allá de los caminos rurales, en líneas generales, ¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes en las carreteras del país?

Las carreteras tienen el problema de la conservación, ya sea nacional, provincial o municipal. La red tiene cerca de 90.000 km pavimentados, y el resto de caminos mejorados o de tierra; y necesitan mucha conservación. Por supuesto que entidades como Vialidad Nacional, con un presupuesto importante, tratan de revertir esta situación, pero es una tarea ardua porque son muchos kilómetros y se necesitan muchos recursos que, a veces, no se tienen. 

¿Con qué organismos interactiva la AAC para ofrecer soluciones eficaces?

Nosotros trabajamos con la Dirección Nacional de Vialidad y con todas las vialidades provinciales. Por supuesto, también con los intendentes en aquellas provincias donde sabemos que los municipios tienen parte de la tarea de conservar los caminos, como por ejemplo Buenos Aires. También estamos en la Mesa Nacional de Caminos Rurales, que funciona con todas las entidades del campo, con quienes vamos instrumentando planes estratégicos para la conservación de los caminos rurales.

¿Cómo es la relación con Vialidad Nacional? ¿Existe diálogo para mejorar en forma conjunta los caminos?

Lo que nosotros no podemos hacer, porque no está e nuestra función, es planificar en forma conjunta, pero el diálogo es constante. Nosotros hacemos transferencias de tecnología y capacitación, como te decía antes. Participamos de la Asociación Mundial de la Carretera, entonces traemos del exterior la tecnología y capacitación que existe en el mundo para compartirla con Vialidad Nacional y Vialidades Provinciales. Tenemos un convenio con Vialidad Nacional que nos permite hacer este tipo de tareas y creemos que a través de los años le hemos brindado –en ocasiones- soluciones a los problemas viales del país, pero ellos tienen su propia entidad para planificar e invertir de acuerdo a su política.

¿Qué rol ocupan la tecnología y la capacitación para las obras viales?

La Asociación abarca más y mejores caminos, como su lema. La tecnología se fue incorporando, las empresas están capacitadas para hacer obras y en la mayoría de los casos tienen el equipamiento necesario. Vialidad Nacional cuenta con el equipamiento necesario para conservar y mantener su red, pero no es lo mismo en las Vialidades Provinciales, que carecen de equipamiento por falta de recursos, porque la co-participación vial es muy escasa. Las vialidades provinciales solo reciben el 6,4% del impuesto al combustible. Es decir, de 3.200 millones de pesos que se recaudan reciben 20.000 millones, un importe muy escaso para el mantenimiento de las redes. Esa problemática la estudiamos, la trabajamos, incluso intentamos llegar a los legisladores para visibilizar lo que pasa en la red existente. 

¿Cómo cree que está la Argentina en materia de equipamiento para estas obras?

En realidad las empresas hicieron un esfuerzo muy grande por equiparse. Hacen falta recursos y que las licitaciones se aprueben para ejecutar las obras, pero el equipamiento está a la altura de otros países. Se ha invertido en equipamiento costoso. 

Finalmente, este año se hará el Congreso de Vialidad y Tránsito, ¿Cuáles son las expectativas?

Estamos organizando el 18° congreso para el mes de septiembre, que no lo hacemos hace 6 años, y en realidad históricamente se lleva a cabo cada 4 años. Normalmente cuentan con la participación de 1.500 a 2.000 congresistas y más de 30 expertos nacionales e internacionales. Las expectativas son muy altas. Pese a la situación del país, nosotros creemos que es necesario hacerlo para capacitar y seguir realizando transferencias tecnológicas que es nuestra principal tarea.

Es importante saber que la red necesita un mantenimiento, que se hace difícil y costoso y que debemos encontrar soluciones. Muchas entidades trabajan, pero faltan recursos en relación a la conservación. La red Nacional es importante, la Provincial también se volvió importante. En los caminos rurales nace la importancia de la economía y le queremos dar el lugar que amerita.

Por ING. NICOLAS BERRETA

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José Abel Autor

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