Operación segura de hidroelevadores

Un especialista cuenta brevemente la historia del hidroelevador, los aspectos a tener en cuenta para su implementación y la tendencia al ahorro de combustible de la actualidad.

Cualquier persona que alguna vez haya experimentado un corte de luz, de teléfono, de televisión por cable o internet como consecuencia de tormentas o los fuertes vientos, ha cosechado los beneficios de cómo un hidroelevador puede ahorrar tiempo a los operarios que deben reparar las líneas dañadas de su compañía.

Las empresas mencionadas anteriormente, y otras tantas, dependen en gran medida de la ayuda brindada por este vehículo versátil para la reparación de líneas, cables aéreos y mantenimiento. Es seguro decir, que todos se benefician del servicio de los hidroelevadores.

Entonces, vale la pena preguntarse: ¿cuál es la historia detrás de este equipo útil?, ¿dónde está el futuro rumbo y que precauciones se deben tomar en su operación?

Primeros diseños

La primera versión del hidroelevador es conocido como “cherry picker” (selector o recogedor de cerezas sería su traducción literal) y salió a principios de 1900, casi al mismo tiempo que el uso de motores de combustión interna se hizo ampliamente aceptado.

No se han encontrado registros fotográficos de esos primeros equipos, pero en la siguiente fotografía tomada en Estocolmo – Suecia en el año 1920, se puede ver a un operario trabajando sobre el alumbrado público.

Su nacimiento y más allá

A pesar de su popularidad en estos días como un vehículo de mantenimiento, el hidroelevador no comenzó su vida en el garaje de una compañía eléctrica. Por el contrario, evolucionó a partir de un vehículo conocido como el “selector o recogedor de cerezas”. Durante la temporada de cosecha, se usaron camiones equipados con plataformas que se podían levantar para cosechar fruta desde lo alto de los árboles.

La plataforma sirvió como una superficie segura para el trabajador durante la cosecha. Aunque las escaleras convencionales se utilizaron originalmente para la cosecha de frutas, las “recolectoras de cerezas” eran mucho más seguras de usar. La plataforma era lo suficientemente ancha como para que los trabajadores pudieran moverse con menos peligro de caerse.

Otra ventaja de esta nueva invención fue el riesgo mínimo de daño a los árboles; las escaleras colocadas contra los árboles para que los trabajadores suban a cosechar la fruta con frecuencia dañaban el tronco del árbol. Con este nuevo vehículo, la plataforma podría colocarse cómodamente cerca, justo encima del árbol, sin perjuicio alguno a la planta. Era una conveniencia adicional porque la reubicación de un árbol a otro era mucho más fácil con esta versión de plataforma motorizada.

Aunque el nombre “cherry picker” era un nombre inapropiado ya que las cerezas no eran la única fruta cosechada, ese nombre se quedó en el camión durante mucho tiempo.

No pasó mucho tiempo para que otras industrias adaptaran el “selector o recogedor de cerezas” a su propio uso. La empresa de servicios eléctricos, en particular, encontró que era una bendición para la reparación de líneas de servicios dañados. Esto hizo que el trabajo de sus empleados fuera más fácil, más rápido y mucho más seguro que el método anterior de escalar un poste telefónico y colgarse de él para completar cualquier tarea.

Las industrias adicionales que recogieron y adaptaron sus propias versiones de este vehículo son: silvicultura; iluminación y señales; pintura de casas y lavado de ventanas; industrias mineras y de la construcción por nombrar algunas. La aplicación de diferentes usos para este equipo es prácticamente infinita. Siempre que la tarea involucre alturas y requiera un alto grado de seguridad.

Nota publicada en AreaUrbana 67

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José Abel Autor

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