Respuesta integral a la contaminación textil en Lomas de Zamora

El Programa de Recuperación Textil es una iniciativa que se puso en marcha el año pasado en el Municipio de Lomas de Zamora, Buenos Aires. Se trata de una política que parte de un problema central: los restos de tela descartados por los talleres textiles de la zona. En su mayoría estos materiales terminan engrosando los microbasurales de los barrios donde funcionan. 

Esta iniciativa se propone aportar su erradicación y, en simultáneo, darle una nueva utilidad a esos materiales en proyectos productivos de vecinos y vecinas. A lo largo del año pasado más de 200 emprendimientos, en su mayoría compuestos por mujeres, tuvieron la posibilidad de retirar bolsos con retazos de distintos géneros. Esto les permitió potenciar y constituir un proyecto económico y laboral más viable. 

Con 14 puntos de distribución de textiles recuperados, este plan le dio una segunda oportunidad a más de 4300 kg de tela, y evitó que vayan a microbasurales o al CEAMSE. “En 2024 hicimos muchas cosas pero particularmente nos enorgullecemos de esta”, dijo en diálogo con ÁreaUrbana Paula Montenegro, Directora de Integración Comunitaria lomense que tiene a su cargo el Programa. 

Se trata de una iniciativa enmarcada en “Lomas Recicla en Comunidad”; una estrategia municipal lanzada el año pasado con el apoyo del Ministerio de Ambiente bonaerense, a cargo de Daniela Villar. Esta línea programática implica la gestión de residuos plásticos, electrónicos, secos, neumáticos y también textiles. “Hay una decisión política de fortalecer y promover políticas públicas con perspectiva ambiental” aseguró Montenegro. 

“Desde el Programa cruzamos dos cosas: el cuidado del ambiente y el fortalecimiento de la economía popular” agregó la funcionaria y explicó que su programa está bajo la órbita de dos secretarías: Ambiente y Desarrollo Social. El programa incluye cursos gratuitos sobre uso de retazos descartados, manipulación de maquinaria industrial, moldería,  marroquinería, venta digital y gestión de emprendimientos. Los participantes también pueden integrar ferias municipales donde vender sus productos. 

El programa pone en diálogo dos conceptos que están presentes en la agenda política actual: economía popular y economía circular. Mientras que la primera reconoce como sujetos productivos a quienes están por fuera de la formalidad, por su aporte en oficios y/o trabajos emergentes y autogestivos, el otro enfoque propone un modelo de producción y consumo que implica compartir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible. 

Ambas ideas se contraponen con la mirada tradicional de los sistemas económicos hegemónicos, donde lo productivo está relacionado, entre otras cosas, con la acumulación de capital. “Esta política cuida el ambiente y da la posibilidad a vecinos y vecinas de que puedan proyectar su independencia económica acompañados por el Estado” afirmó Montenegro.  

Las experiencias de este tipo no son numerosas pero existen, tanto en el ámbito privado como en el público. En la provincia de Buenos Aires la empresa Fibran Sur se dedica al reciclado de rezagos textiles. Es una compañía que actualmente cuenta con dos plantas industriales que proveen fibras recicladas para la producción de artículos de distinto tipo. 

En el Municipio de Córdoba existen los Centros Verde Telas, donde cooperativas de reciclaje de la ciudad trabajan junto a la Municipalidad para recuperar retazos que luego son retirados por vecinos y vecinas para diversos usos. Más al norte, en la provincia de Misiones, en 2022 la diseñadora Erica Vega junto a la Fundación Futuro Verde pusieron en marcha una planta y taller de reciclaje y recuperación textil en el Parque Industrial de Innovación de Posadas. 

PRODUCCIÓN CONSCIENTE

Luma Baez es diseñadora y creadora de la marca que lleva su nombre, basada en la moda consciente. Desde hace 10 años dedica su proyecto a mostrar otras formas de producir y consumir. Forma parte, como capacitadora, desde el inicio del Programa de Recuperación Textil y en diálogo con ÁreaUrbana contó que dentro de sus tareas está la de “compartir con las personas que reciben los materiales técnicas de reutilización para que puedan trabajar con los materiales descartados. La idea es que los incorporen a sus producciones o a sus creaciones artesanales como materia prima”

Para Báez el Programa “tuvo un crecimiento exponencial”. Ella considera que es “realmente importante que los gobiernos implementen iniciativas con respecto a la economía circular, porque de esta manera incluimos a la basura dentro las políticas públicas y no solamente la destinamos como basura para rellenos sanitarios”. 

Al hacer un balance del primer año de vida del proyecto, la diseñadora expresa que “los vecinos comienzan a ser agentes de cambio y concientizan a otros. Es una semilla que vamos sembrando y se va esparciendo de a poco. Es fundamental enlazar a todos los actores que están involucrados: vecinos,  municipio, empresas, fabricantes. Todos articulando de manera orgánica para que estos materiales no se conviertan en basura sino que puedan tener una nueva vida”.

En 2021, Luma puso en marcha el plan de reciclaje “Integrando Textiles” junto con la Municipalidad de Avellaneda por medio del cual realizan la recolección diferenciada de los descartes que se generan en el distrito y lo recirculan entre emprendedores y emprendedoras. 

El año pasado junto a las diseñadoras de indumentaria Marina Dursi y Galu Miranda crearon la Diplomatura en Producción de Indumentaria y Textil con orientación en Diseño y Economía Popular, junto al Consejo de Economía Social y Popular del municipio. La cursada cuenta con certificación de la Universidad Nacional de Avellaneda. 

Natalia Rojas es mamá de una niña y vecina de Ingeniero Budge. Trabaja en el Centro de Acopio ubicado en en Villa Lamadrid al que llegan los textiles que antes “iban a parar a la basura”, según cuenta en diálogo con AreaUrbana. Para ella, ésta propuesta “es muy buena, porque antes eso era todo basura que tapaba las zanjas y  los caños de agua. Se tiraba todo en el medio de la calle y de la ruta. Ahora además se vuelve a utilizar”

INTEGRACIÓN COMUNITARIA

AreaUrbana dialogó con Paula Montenegro, Directora de Integración Comunitaria del Municipio de Lomas de Zamora

¿Cómo surge el Programa de Recuperación Textil?

Nace a raíz de la identificación de una problemática: la enorme cantidad de descarte que produce la producción textil; es difícil de abordar en su magnitud. Lomas de Zamora tiene una gran actividad de fabricación de indumentaria, producto de la presencia de la Feria de la Salada, que es la más grande de Latinoamérica. Entonces, empezamos a pensar de qué forma podíamos desarrollar una política que aporte a la reducción de esta gran cantidad de residuos. A mediados de 2023 iniciamos capacitaciones y talleres que apuntaban a la formación en técnicas de recuperación de esos textiles destinados a trabajadoras de la economía popular. La idea era que pudieran reutilizar estos materiales que aparecen bolsas en las esquinas de sus barrios.

Luego de identificar la forma de darle uso a estos descartes, ¿cuál fue el paso siguiente?

Ya el año pasado pensamos en abordar integralmente este problema con un esquema de recolección de estos residuos, clasificación y distribución para un nuevo uso. En simultáneo seguimos con capacitaciones para emprendedoras que pudiesen utilizar estos materiales. 

¿Existió previamente alguna otra iniciativa vinculada a la reutilización textil en el Municipio?

Si. El programa tiene un punto de encuentro con el Programa de Gestión Menstrual Sustentable, con el que enseñamos a producir toallitas de tela reutilizables y productos de salud femenina. La población destinataria de esos talleres son mujeres de los barrios populares, cuidadoras, con mayores dificultades para acceder al mundo del trabajo, es por eso que, además, entendíamos este plan como una posibilidad de que generen un emprendimiento a partir de este nuevo conocimiento. A la par de fomentar su uso también producir para la venta. El programa de Recuperación Textil nos permite también nutrir esta producción puntual para la salud menstrual sustentable, potencia este primer programa donde nos dimos cuenta del valor que había en el uso de estos materiales habitualmente descartados. 

¿Por qué se habla de una respuesta integral a la contaminación?

Porque involucra a los talleres que producen. Nosotros gestionamos los residuos textiles del Barrio 17 de Noviembre, que tiene una alta producción de este sector. A esas fábricas llegan los camiones del Municipio a recoger los descartes y los llevan al Centro de Acopio, donde trabajan tres personas por el momento, ahí se hace una clasificación diferenciada. Después se llevan las telas a los 14 Centros de Gestión Municipal, que son los puntos de distribución y es donde los vecinos y vecinas pueden acceder a ese material de forma gratuita. Hoy  tenemos más de 450 personas anotadas para retirar. Actualmente, hay más de 240 emprendedores y trabajadores de la economía popular que utilizan estos descartes para sus propias producciones. 

¿Además del uso para proyectos productivos, los vecinos pueden solicitar estos descartes para otro uso?

Si. Hay muchas personas que se llevan materiales para hacer manualidades en centros terapéuticos, por ejemplo, o en colegios y jardines. Además contamos con Luma Baez, que es la técnica y la docente que está desde el inicio del programa. Ella trabaja desde hace más de 10 años con textiles recuperados y es fundamental su aporte. A eso se le suma el acompañamiento que hacemos a todo el proceso con talleres de costura, de manejo de máquinas, de producción de indumentaria, de venta y marketing digital para poder seguir el camino con los emprendedores en todo su recorrido. 

¿Cómo se recibe en los barrios la implementación de esta iniciativa?

La recepción de los vecinos y vecinas es sumamente positiva. Lomas de Zamora tiene una impronta y una decisión política por parte del intendente Federico Otermín de llevar adelante políticas públicas de gestión de residuos y que apunten al cuidado del ambiente y a ser un municipio sustentable. Nuestro Municipio tiene una lógica de fortalecer todas las políticas públicas que involucren el cuidado del ambiente, entendiendo que es una de las formas que tenemos de garantizar futuro para los nuestros. Entonces esa decisión política hace que haya una enorme gestión respecto a este tipo de temáticas. Es fundamental el rol del Estado en generar acceso a los vecinos y vecinas de soluciones con perspectiva sustentable.

¿Notas que exista conocimiento en la sociedad respecto del impacto ambiental que generan los descartes textiles?

Creo que no masivamente. Por eso es tan importante la difusión y dar a conocer lo que se hace. Como sociedad tenemos una lógica de consumo rápido en todos los aspectos. En la ropa también, las tendencias en la  moda hacen que las prendas cambien continuamente o duren poco, entonces surgen dos cuestiones: el gasto de producción y el descarte cuando no se usa más. Por ejemplo, el jean es una tela que su manufacturación consume muchísima agua y es altamente contaminante. Es necesario pensar en la gestión de estos residuos y fundamentalmente dar a conocer el impacto que tienen. 

¿Qué objetivos tienen para este segundo año del Programa?

Queremos profundizar el alcance del proyecto. Somos conscientes que la distribución para el uso de cooperativas, proyectos asociativos, trabajadores y trabajadores de la economía popular y emprendedores no alcanza para recuperar y sacar de los basurales y de las calles el descarte textil, por ende tenemos que pensar en otras lógicas y en otros proyectos. Estamos en ese camino. Que este programa exista cuida el ambiente y también fortalece a quienes tienen dificultades económicas, accediendo a material gratuito, capacitaciones e incluso a ferias para vender sus productos. También tenemos pensado hacer una clasificación en gran escala y en la producción de indumentaria propia del Programa.

Por JESICA RIVERO

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José Abel Autor