Porteña de nacimiento y de corazón, Carolina Papaleo nos abre una ventana para conocer algo más de su historia y nos cuenta por qué sigue eligiendo el barrio de Recoleta para vivir actualmente. Además, nos cuenta qué es lo que más le gusta de su trabajo como actriz y cómo encara su faceta de conductora.
¿Dónde naciste y qué recuerdos tenés de tu infancia?
Nací en Capital Federal, en el departamento que mi mamá compró con mucho esfuerzo en el barrio de Recoleta, en Callao y Pacheco de Melo. Ahí me crié y hoy que mi mamá ya no está, volví a mudarme a este departamento. Para ella fue un sueño venirse a vivir a esta zona, porque venía de una familia muy humilde. Así que los recuerdos que tengo de mi infancia son muchísimo, pero todos en este hermoso lugar. Por un lado me acuerdo de cómo fue cambiando mi cuarto cuando me convertí en adolescencia. Recuerdo cuando me fui de esta casa para independizarme. Pero igual este departamento seguía siendo un referente en mi vida. Por cuestiones familiares, en las épocas de la dictadura militar, recuerdo momentos dolorosos, como el haber estado sentada en un sillón mirando las dos puertas de entrada: la principal y la de servicio, para controla la casa. Sentía que era vulnerable. Pero todo lo que tiene que ver con mis viejos y con mi infancia y adolescencia fue acá y fue hermoso.
¿Qué le dirías a alguien que no conoce el barrio de tu infancia y quisieras invitarlo de visita?
Este es un barrio muy tradicional que comparte la arquitectura francesa y convive con todos los edificios que se armaron en los finales de las décadas de los 60 y los 70. Tengo enfrente de casa esos edificios que tienen la parte de arriba negra, algo típico de la construcción francesa, y siempre sueño con que voy a tener un departamento que también tenga esa parte del altillo, me encanta y me da curiosidad. Así que a los que no conocen les diría que si quieren venir, van a descubrir un barrio típico, que sigue siendo bien barrio, pero que es muy tradicional de Buenos Aires.
¿Cuál sentís que es “tu lugar en el mundo”?
Ahora que mi mamá no está, como te contaba al principio, volví a vivir en este departamento de mi infancia, al que le hice muchas reformas porque yo no me quería sentir atadao estar viviendo en un departamento que no era del todo mío. Ahora me siento cuidada por los recuerdos, por el barrio, que ya conozco de memoria, y lo que más conservé es la cocina, porque era de mi abuela paterna, que hacía los tucos, y yo me colgaba ahí de la olla con un pancito. Por esos recuerdos decidí conservar la cocina de los ’70. El resto está absolutamente reformado. Este lugar significa todo para mí y es mi lugar en el mundo hasta el día de hoy.
¿Qué hubieras sido si no hubieras elegido el arte y la actuación?
¡No tengo la menor idea!Yo creo que lo que a un actor le permite la profesión es ser todas las profesiones y representar todo lo mejor y lo peor que tiene el ser humano a través de los personajes. Te da la oportunidad de ser diferentes, bueno, malo, generoso… polaridades del ser humano. Yo en mi vida como actriz he sido policía, maestra, doctora, reina… ¡me han tocado muchos roles!
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