Cervecería Santa Fe: ícono de la ciudad

ÁreaUrbana investigó acerca de los inicios, el desarrollo y el crecimiento de esta cervecería de prestigio mundial que hoy le da trabajo de forma directa a 500 personas.

En sus comienzos, allá por el 1880, la cervecería comprada por Enrique Meyer se ubicó en el pueblo santafesino de San Carlos, y para principios del siglo XX fue trasladada a la Ciudad de Santa Fe de la mano de Meyer, Brewer y Otto Schneider, quienes, luego, fundaron la Cervecería Santa Fe. Una fábrica instalada en el corazón de la ciudad que hoy produce alrededor de 1 millón de litros diarios y que es visitada por más de 17.000 personas cada año. Difícil pensar que sus progenitores alguna vez hayan imaginado la magnitud que tomaría este ícono cervecero, que, además, cuenta con una característica única en Latinoamérica y se trata de un cervezoducto que conecta los tanques de cerveza terminada ubicados en la fábrica con las choperas del Patio de la Cervecería, un bar con capacidad para 700 personas instalado en la vereda de en frente. Esto quiere decir que las 2.000 personas que semanalmente visitan este Patio, consumen la cerveza traída directamente desde la fábrica por 300 metros de cañería que cruzan la calle, una inversión tan importante como particular.

No hay dudas de que hubo una clara visión sobre el negocio. Los santafesinos son conocidos por consumir, en promedio, el doble que el resto de los argentinos. Y esta es una de las razones por las cuales Santa Fe es la ciudad más cervecera del país. Otra de las razones se relaciona con su pasado histórico que hoy la consolida como una cervecería de prestigio mundial.

POLO CERVEZERO DE PRIMER NIVEL

Hoy existen dos grandes grupos cerveceros nacionales: Quilmes y CCU (Compañías Cerveceras Unidas), esta última dueña de Quilmes, Brahma, Patagonia y Stella. La Cervecería Santa Fe es una de las plantas cerveceras más modernas de Sudamérica, luego de su remodelación en 2005. ¿Cómo llegó tan lejos? Porque producir 3.700.000 hectolitros al año no se logra de un día para el otro.

Según el relato de Juan Pablo Barrale, Gerente de Asuntos Corporativos de CCU, la historia se remonta al 1912 de la mano de un conjunto de inversores que traen su futura cervecera a la ciudad, un lugar, para entonces, poblado de inmigrantes y ubicado próximo a la Estación Belgrano que se inauguraba ese mismo año como centro de un ferrocarril importante. Épocas en las que el tren daba vida y movimiento a los lugares. En ese marco, este grupo de inmigrantes decide fundar una cervecera que comienza con Otto Schneider y que, con el tiempo, crece e incrementa su llegada a otros territorios nacionales para su distribución. Muchos años después, ya alrededor del ’78, los dueños de la Cervecería Santa Fe compran a Schneider que se encontraba en una situación de deuda crítica y ambas marcan comienzan a elaborar cerveza en la misma planta que, con el paso de los años, formó parte de distintos grupos económicos. En el ’95 CCU abre su producto cervecero en el país que consistió en adquirir la Cervecería Santa Fe, Salta y Córdoba para empezar un proyecto desde el Interior hacia la Capital con marcas regionales y con una marca internacional muy importante como lo era Budweiser. “Para la nueva adquisición los directivos viajaron a Estados Unidos a firmar contrato”, explica Barrale.

Vea la nota completa en AreaUrbana Número 77

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José Abel Autor

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