Coronavirus y su legado medioambiental

El COVID-19 puso de manifiesto la necesidad de repensar nuestra forma de habitar el planeta. Tanto el transporte de personas como el de cargas son dos de las actividades más contaminantes que, al entrar en pausa repentina, dejaron en evidencia su impacto en el aire, los ríos y mares.

Las tecnologías necesarias para un nuevo modelo de ciudad existen y avanzan cada año, ¿qué nos falta entonces para transitar un verdadero cambio? La predisposición de las empresas no alcanza, también se necesitan reglamentaciones gubernamentales y alianzas estratégicas. Pero además, explica Alejandro Saez, Director del Programa de Ciudades de CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) que “los Gobiernos locales y municipales tienen una posición estratégica a la ahora de implementar cambios, por sus competencias directas en planificación urbana local y por la cercanía con sus habitantes”.

La crisis del Coronavirus es una oportunidad para impulsar cambios en varios planos, que normalmente son difíciles por sus costos políticos y económicos. Por ejemplo, detalla Saez, “el tema del aprendizaje y la capacitación, el establecimiento de protocolos para combatir o reaccionar de manera más rápida si algo como esto vuelve a suceder, y las cuestiones vinculadas con la infraestructura sostenible”.

Cuando se habla de infraestructura sostenible se hace referencia al concepto de resiliencia urbana y a la noción de riesgo del cambio climático: “Construir una autopista puede ser una estructura que ayude a que una ciudad sea más resiliente en determinados casos, pero habrá que evaluar el impacto que ocasiona esa construcción en el ambiente, pensar si la infraestructura hace que la vida urbana sea más sostenible y verde”, explica Saez y agrega que “necesitamos disminuir la huella de carbono asociada al consumo de recursos, replantearnos de qué fuente proviene la energía que usamos, cuántos km. recorrieron los alimentos que consumimos a diario, etc.”

MARIANA BRIZI

Vea la nota completa en AreaUrbana Número 77

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José Abel Autor

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