Familiero, súper activo y con ganas de expandir su mundo personal y laboral, Darío Barassi se instaló en Buenos Aires cuando era adolescente, para explorar su pasión profesional a pleno. En esta charla nos cuenta qué es lo que más le gusta de vivir en la gran ciudad pero también nos sumerge en un recorrido por lo más lindo de su querido San Juan que resume así: “El diferencial de mi provincia es su geografía y su gente”
¿Qué recordás como lo mejor de tu infancia?
San Juan es una provincia espectacular, tuve una infancia bárbara, porque es común allá vivir en quintas, tipo fincas. Mi familia tenía una casa con terraza, teníamos parque, un cuarto gigante, y arriba vivían mis primos. El espectro familiar es para mí uno de los más lindos recuerdos de esa época. Además, mis tíos tenían su casa en el centro pero también una quinta en las afueras, entonces muchas veces los sábados y domingos me llevaban desde temprano a pasear por Caucete, Pocito o El Bardón, que son lugares hermosos.Aunque soy súper citadino, amo vivir en la ciudad, me acuerdo que también me gustaba una vez por semana ponerme las botas, la bombacha de campo e irme al verde, era un viaje espectacular, la pasábamos genial.
¿Hasta qué edad viviste en tu ciudad natal?
Viví en San Juan hasta los 18 años, cuando me vine a Buenos Aires para estudiar la carrera de abogacía. Durante mucho tiempo, mientras estudiaba, volvía cada verano para pasar las vacaciones con mi familia y amigos. Allá vivía sobre la Av. Ignacio Larrosa, donde había un muy buen grupo de vecinos que a las 7 de la tarde salía a la puerta de sus casas y todos los chicos jugábamos en la calle. Justo en mi vereda había una heladería tremenda donde he comido kilos de helado por semana y también estaba la lomitería San Juan, que hacía los mejores sándwiches de lomito.
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