Más de 400 personas se reunieron en el Centro Cultural de la Ciencia, en la Ciudad de Buenos Aires, para escuchar a los 15 emprendedores sustentables finalistas que compitieron para ser el Embajador PROESUS 2020.
Aunque algunos de los visitantes del centro cultural no tuvieran idea de qué se trataba el encuentro, era imposible no detenerse al menos un instante a mirar a esa multitud de gente que irradiaba energía. Y es que no solo los finalistas, sino también sus familiares, amigos y todo el equipo que respalda a cada proyecto emprendedor, se reunieron en esa instancia final que les permitió competir, pero al mismo tiempo dar a conocer sus proyectos a escala nacional.
El presentador dio comienzo al encuentro y, sin pedirlo, el auditorio se colmó de aplausos espontáneos. Esa energía no mermó hasta que el último de los 15 finalistas hizo uso de sus 3 minutos de exposición y sus 2 minutos para responder preguntas del jurado allí presente.
Todos subieron al escenario a “dejarlo todo”, con su propia impronta y estilo, pero siempre detallando al máximo en qué consiste su emprendimiento, cómo surgió la idea, la modalidad en que costean sus iniciativas y los planes de crecimiento a mediano y largo plazo. El secretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, Carlos Gentile, señaló durante el encuentro que: “Los emprendimientos sustentables proveen soluciones innovadoras y ágiles a los desafíos ambientales y sociales de la actualidad y generan herramientas de empleabilidad. De manera complementaria, fortalecen un paradigma que ratifica que es posible ser económicamente rentable y generar impacto ambiental y social positivo”.
Growpack (Ciudad de Buenos Aires) recibió la mención especial “#DesafíoPlásticos”, ideada para soluciones vinculadas al tema; Solar Inti (Salta) se llevó la mención especial energía, otorgada por la Secretaría de Energía del Ministerio de Hacienda de la Nación; MiChroma (Rosario) obtuvo la mención especial juventud, del Instituto Nacional de Juventud (INJUVE), que se determinó entre los proyectos cuya composición incluyera al menos un integrante de entre 18 y 29 años; el proyecto (Eco)2suero (Maciá, Entre Ríos), logró una mención especial que destacó su labor en la reutilización de lactosuero, y finalmente “Karu diseño consciente” fue la empresa elegida entre los 206 emprendimientos que se presentaron este año, en la cuarta edición nacional de PROESUS, y recibió una beca para la competencia NAVES, a cargo del IAE Bussiness School, y ensayos técnicos por parte del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Karu es un atelier que aplica biotecnología al diseño, mediante el desarrollo de un biocuero de origen microbiano. La iniciativa, que está muy extendida en Europa pero poco conocida a nivel local, busca reinventar la industria de la moda creando un biocuero vegano y amigable con el ambiente.
Nota de AreaUrbana74