Los municipios le hacen frente al cambio climático

Unas 280 localidades argentinas trabajan de manera conjunta para lograr resultados tangibles que mejoren la calidad de vida de sus ciudadanos. Marcela Cristini, Economista Senior de FIEL y profesora de la Maestría en Economía Urbana de la Universidad Torcuato Di Tella, analizó en diálogo con AreaUrbana cuáles son los mayores desafíos actuales para las ciudades en este camino a ser resilientes e inclusivas.

En estos últimos años se escucha a menudo hablar de “ciudades verdes” como una meta a cumplir; un ejemplo positivo. Pero ¿qué significa ser una “ciudad verde”?

Un informe del Banco Mundial presentado en 2023, titulado “Prosperar: Hacer que las ciudades sean verdes, resilientes e inclusivas en un clima cambiante”, postula que las ciudades son y serán claves para afrontar con éxito el cambio climático de aquí a los próximos 25 años. 

El informe detalla que entre 1970 y 2021, la cantidad de personas que vivían en las ciudades aumentó de 1.190 millones a 4.460 millones, y la temperatura de la superficie de la Tierra se incrementó 1,19 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Las ciudades han sido una de las principales causas del cambio climático pero también, según la visión del Banco Mundial, serán las que puedan modificar las cosas: para 2050 se estima que serán el hogar de casi el 70% de la población mundial.

“Los desafíos varían según el tamaño, la densidad y la organización urbana de las ciudades. En América Latina y, especialmente, en la Argentina, casi el 70% de los hogares se localizan en 35 grandes ciudades donde los problemas son más complejos. A medida que aumente la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos esas ciudades deberán hacer inversiones en infraestructura para adaptación” señaló Marcela Cristini. Y aclaró: “teniendo en cuenta los recursos limitados con los que se cuenta en el corto plazo, los municipios deberán analizar cómo financiar esas inversiones, por ejemplo, implementando contribuciones por mejoras. Para ello, se requiere contar con equipos técnicos preparados para ese nuevo nivel de complejidad de la gestión”.

En sintonía con esta realidad, a mediados de abril la Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC) realizó en Córdoba la VI Asamblea Nacional de Intendentes, donde se definieron los lineamientos estratégicos más importantes a ejecutar desde los gobiernos locales durante este año. La RAMCC está conformada por 280 localidades, donde están representadas 19 de las 23 provincias argentinas. 

Algunos de los temas que se trataron fueron eficiencia y transformación energética; descarbonización de la economía; generación de empleos verdes; gestión de residuos y economía circular y financiamiento climático. Jorge Folloni, Secretario de Ambiente Sustentable de Córdoba, compartió con AreaUrbana su balance del evento del que fue anfitrión. “Fueron realmente dos jornadas muy provechosas y todos los participantes quedaron muy conformes con cada una de las temáticas de los córners y las mesas de diálogo” comenzó Folloni.

El funcionario detalló que “tuvimos paneles muy interesantes de los organismos internacionales que nos acompañaron e informaron sobre cuáles son las líneas de financiamiento internacional disponibles para estas acciones climáticas como el Banco Mundial y el Banco Europeo. También formó parte la Unión Europea a través de su embajador y contamos con representantes de la Agencia Francesa de Desarrollo”.

Acerca de las experiencias que se compartieron, indicó: “tuvimos la presentación de la ciudad de Córdoba, localidades de Entre Ríos, Mendoza, La Pampa, Chaco, Santa Cruz, Tierra del Fuego, entre otros; más de seiscientas autoridades discutiendo qué acciones tomar frente al cambio climático. Hay más de cien ciudades que tienen ya en implementación el Plan de Acción Climática (PLAC): una herramienta de planificación estratégica que permite a los municipios avanzar en una gestión de recursos más eficiente en lo técnico y lo económico. También se le dio participación a empresas con productos sustentables que pudieron exponer qué es lo que están haciendo en materia de producción de servicios y de bienes, vinculados al ambiente.

Como ejemplo de hechos concretos, el secretario apunta que “tenemos recientemente ejecutada la fase 1 de un programa que se llama Respira Córdoba, que es financiado por la Unión Europea; y en la Asamblea el embajador confirmó que nos aprobaron la segunda etapa y el desembolso correspondiente para realizar intervenciones verdes y/o ambientales en la ciudad de Córdoba, orientados fundamentalmente a lo que es la isla de calor urbana. Es importante que acompañe también el sector privado con acciones de mitigación, como eficiencia energética en todos los desarrollos inmobiliarios y en todas las acciones propias de la actividad industrial. Estamos además potenciando el clúster de Economía Circular y el de recicladores a nivel provincial”.

 

Valentina de Marco, coordinadora de Alianzas y Relaciones Internacionales de la Red Argentina de Municipios ante el Cambio Climático (RAMCC), enfatizó en diálogo con AreaUrbana que “a nivel municipal, las principales barreras que notamos para llevar a cabo estas políticas de acción climática son financieras y técnicas. Financieras porque por lo general el presupuesto anual municipal no es suficiente para ejecutar todas las acciones de mitigación y adaptación que quiere realizar el municipio; ya sea en temas de transporte, residuos o consumo de energía; y tiene que acceder a diferentes fuentes de financiamiento o programas provinciales, nacionales; incluso fuentes de financiamiento externas. Y acá viene la dificultad técnica: la falta de gente capacitada para realizar los cálculos y establecer la metodología para llevar a cabo el plan de acción climática, que es a partir del cual se puede hacer un diagnóstico y entender cuál es la situación del municipio. Esto incluye cuántas emisiones de gases de efecto invernadero se están generando y cuáles son las principales actividades que se llevan a cabo en el municipio que tienen mayor participación en estas emisiones, para poder justamente tomar las decisiones más estratégicas.

Descarbonización y movilidad

Globalmente, alrededor del 70% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero –la mayor parte de las cuales son emisiones de dióxido de carbono (CO) fósil– proviene de las ciudades. ¿Cómo estamos en Argentina en relación a la tan promocionada movilidad con vehículos eléctricos?

“Las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) se centran en las grandes ciudades de todo el mundo debido al tráfico automotor, aéreo, sistemas de energía. Y todas tienen que pensar en contribuir a la mitigación del cambio climático. Pero lo cierto es que los países en desarrollo no cuentan con los recursos necesarios y el financiamiento para proceder a la mitigación y adaptación. Este es un tema que debe pensarse en conjunto, a nivel internacional, ya que en caso contrario seguiremos por un camino ineficaz para los objetivos trazados” reflexionó Cristini.

Por su parte, De Marco opina que “los autos eléctricos son más eficientes, por supuesto que es adecuado pensar en pasar a la electricidad en vez de seguir con motores que conlleven la combustión fósil, con todas las emisiones que esto genera. El tema es que mientras en nuestro país la electricidad se siga produciendo en su mayoría a partir de combustibles fósiles; de petróleo, de gas natural, de carbón, el impacto no va a ser el deseado. Lo ideal para fomentar la movilidad eléctrica es que la generación de energía sea limpia y renovable. Hay que empezar a crecer en ese mercado pero paralelamente también hacer los esfuerzos para cambiar un poco nuestra matriz de generación de energía eléctrica”.

Folloni coincide al respecto de los vehículos eléctricos que “hay que ver la matriz energética de cada estado. No es el camino más simple tal vez para nuestro país el proveerse de vehículos eléctricos cuando la matriz de producción de energía sigue siendo a base de combustible fósil. Es decir, nuestros autos podrán ser eléctricos, pero si no se cambia la matriz de producción de la energía y hasta que no haya toda la infraestructura necesaria a nivel nacional para proveer a los autos eléctricos, es muy difícil que suceda eso. El camino que estamos eligiendo en este sentido es el uso de biocombustibles en los vehículos. En Córdoba somos pioneros en el uso del biocombustible en la flota oficial de algunos de los vehículos del estado provincial y municipal, utilizando biodiésel o combustible derivado de los residuos, también de los barros de la planta de tratamiento de líquidos cloacales”.

Políticas locales

El Secretario de Ambiente Sustentable de Córdoba destacó que, pese a los muchos escollos, los gobiernos locales pueden instrumentar políticas para lograr un cambio. “Estamos en un proceso muy incipiente hacia la transición energética en nuestra ciudad, es una materia pendiente; no obstante tenemos acciones concretas y aisladas que tienen que ver con 40 unidades de trolebús activas circulando, la iluminación del Palacio Municipal y de otras dependencias con paneles solares activos, y desde el recientemente creado Instituto de Transformación Energética de la Ciudad trabajaremos hacia la reconversión de muchos de nuestros edificios públicos en establecimientos sustentables a través de energías renovables y eficiencia energética”, explicó Folloni. “También, hemos diseñado una hoja de ruta ambiental de acá al 2030 para lograr la descarbonización de la economía por lo menos en un 40%”.

De Marco, desde la Red Argentina de Municipios ante el Cambio Climático, describe que el panorama es complejo por lo vasto de nuestro territorio: “Tenemos un país gigante con realidades sumamente diversas; geográficas, económicas, políticas, sociales. Entonces, hay algunos lugares que están muy bien con el tema gestión de residuos, hay otros que están súper mal; hay otros que están óptimos en temas de eficiencia energética, pero es muy diverso. También, al ser un país federal algunos por ejemplo adhieren a la Ley de Generación Distribuida de Energía Fotovoltaica, otros no. Pero sí te puedo decir que algo que notamos en gran cantidad de los municipios, justamente al ser un tema más accesible, es el del recambio de luminarias del alumbrado público a led. Eso sí es algo que se está trabajando mucho, también en el tema de las bicisendas, infraestructura amigable con la descarbonización del transporte. Son medidas más visibles para el ciudadano y que no conllevan, por ejemplo, temas tan burocráticos y complejos como lo es cerrar un basural a cielo abierto y poner un relleno sanitario; más la inversión que implica todo eso.

Las políticas públicas orientadas a lograr cambios beneficiosos reales frente al cambio climático requieren información, incentivos, seguros, integración e inversiones. Los Gobiernos locales están bien posicionados para impulsar la acción climática por cercanía y conocimiento de las particularidades de cada ciudad. Al centrarnos en lograr que las ciudades sean más verdes, resilientes e inclusivas, podemos transformar nuestros entornos urbanos y asegurar un futuro próspero para todos.


ANALÍA CABALLERO

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José Abel Autor

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