Consultado por AreaUrbana, el geógrafo Pablo Ciccolella, especialista en globalización y territorio, brinda detalles sobre la consolidación de un modelo de desarrollo urbano caracterizado por ciudades “difusas”, ampliadas por los barrios cerrados.
Nacido hace 60 años en la ciudad de Buenos Aires, Pablo Ciccolella se ha especializado en las últimas décadas en el estudio de los problemas urbanos de las grandes ciudades. Autor del libro Metrópolis Latinoamericanas, Ciccolella es licenciado en geografía, doctor en geografía, ordenamiento territorial y urbanismo (por la Universidad de la Nueva Sorbona, París), y director del programa de Desarrollo Territorial y Estudios Metropolitanos del Instituto de Geografía de la Universidad de Buenos Aires, en donde se desempeña también como profesor titular de la Facultad de Filosofía y Letras. Ha dictado clases en universidades de distintos países de Europa y de América latina, y forma parte de la Red Iberoamericana de Investigadores sobre Globalización y Territorio.
AreaUrbana dialogó con Ciccolella sobre las transformaciones en el desarrollo urbano de las grandes ciudades, el déficit habitacional y la relación entre los distintos niveles de Estado y los desarrolladores inmobiliarios.
¿Cuál es el modelo dominante de desarrollo urbano en Buenos Aires y en otras ciudades del país?
En las grandes ciudades argentinas se ha consolidado un modelo de crecimiento urbano denominado ciudad “dispersa” y ciudad “difusa”, dos conceptos que, aunque no son sinónimos, dan cuenta de una forma de crecimiento que no es continua ni tampoco en forma de mancha de aceite, como era común acá y en otras metrópolis latinoamericanas hasta la década de 1980. Desde entonces, se ha impuesto un desarrollo urbano de crecimiento discontinuo y disperso, tal como habían crecido en la década de 1950 varias ciudades norteamericanas, sobre todo Los Ángeles. También les está sucediendo desde hace 30 años a las ciudades europeas, en donde las áreas centrales pierden densidad y se produce un desborde, bastante descontrolado, hacia las periferias, ampliando enormemente el espacio metropolitano.
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