Porque queremos pensar, elegir y planificar la ciudad que deseamos. Porque todos somos protagonistas en esta obra que es la vida. Porque los escenarios van cambiando según los lugares y quienes los habiten, pero sobre todo cuando la variable tiempo se tiene poco en cuenta.
Desde el nomadismo de los primeros habitantes en áreas solo estructuradas por la naturaleza hasta nuestro hoy de superpoblación abigarrada en unidades monoambiente, ha pasado mucha agua bajo el puente.
Hubo momentos en que las acciones se concretaban en función de las necesidades casi personales, algo así como pensándonos únicos y especiales dueños del espacio.
Sí, podemos manifestar que somos únicos y especiales, pero no somos dueños del espacio. Nuestro espacio, el de nuestra casa, es el mismísimo planeta tierra.
Las ciudades están más habitadas y densificadas. Un reciente estudio da cuenta que por estos días el 50% de la población mundial habita las ciudades, y se estima que para el 2050, será el 75%.
Un dato netamente matemático, puntual, que demuestra la necesidad de espacio. Otro gran capítulo aparte es aquel que debe responder a las necesidades de estos seres humanos.
Nota publicada en AreaUrbana 57