Los pavimentos flexibles y su impacto en la seguridad vial

Cuando una capa de rodamiento está constituida por mezcla asfáltica en espesores menores a 15 cm., la estructura del pavimento se denomina del tipo flexible, dado su comportamiento frente al estado de solicitaciones.

Su utilización en pavimentación urbana es una de las soluciones más efectivas, particularmente considerando el uso de nuevas generaciones de mezclas de altas prestaciones. La performance de éstas será valorada principalmente en base a parámetros de respuesta de la capa construida por sobre los clásicos valores de laboratorio bajo solicitaciones estáticas.

Este tipo de mezcla en general alcanzará altos desempeños frente a las conductas y exigencias del usuario, considerando materiales más homogéneos y más estables frente a fenómenos de intemperismo y de solicitaciones excesivas, conformación de valores de textura y uniformidad longitudinal y transversal deseables, bajos espesores, características antiderrapantes, capacidad de evacuación del agua, alta resistencia a deformaciones del tipo permanente, capacidad de absorción de ruidos, entre otros.

Hoy en día la tecnología de las mezclas asfálticas debe estar asociada a los conceptos exigibles por la seguridad vial, los cuales demandan confort de rodadura, bajos niveles de ruidos, no producción de despistes por interacción con el agua, adecuada visibilidad de la demarcación, condiciones de textura, rugosidad y uniformidad adecuados, sin existencias de peladuras, baches y fisuras, de forma tal de garantizar un óptimo desempeño de los usuarios y los vehículos, generando redes viales más seguras.

Si se logra interpretar desde la tecnología de las mezclas asfálticas las demandas parametrizadas de las condiciones en servicio de las capas de rodadura, se podrá dar un marco normativo que complemente las exigencias a cumplir por las mismas, incorporando criterios de confort y seguridad del usuario. Esta es una tendencia que se ha comenzado a plasmar en los pliegos de especificaciones técnicas de los organismos viales en donde el LEMaC (Centro de Investigaciones Viales de la UTN La Plata) ha participado.

Análisis

Para un mejor ordenamiento de los estudios a efectuarse, la técnica ha tendido a estructurar las condiciones que se requieren a un pavimento seguro, vinculándolas luego con las fallas observables en tal sentido, las posibles causas relacionadas con la capa asfáltica y las potenciales soluciones. Atendiendo a este lineamiento podemos destacar los siguientes requisitos de la capa de rodamiento, los cuales son citados según el criterio de los autores, pudiéndose encontrar en otra bibliografía diferente ordenamiento o denominación, pero cubriendo siempre básicamente los mismos aspectos involucrados, tales como durabilidad, regularidad longitudinal, regularidad transversal, capacidad de desagüe, adecuada fricción, adecuada producción de ruidos, entre otros.

Cabe destacar que estos parámetros no son excluyentes uno del otro, sino que, por el contrario y según se describe más adelante, se encuentran interrelacionados.

Se puede a tal efecto confeccionar índices combinados de fallas que ponderan algunos tipos de fallas por sobre otras, de forma tal de obtener niveles de aceptabilidad de los mismos. Así se dispone por ejemplo el uso del Índice de Estado (IE), cuyo cálculo puede observarse con la siguiente ecuación:

IE (superficial) = 10 x e  – ∑ ai x Di   (1)

Donde, D1: Deformación longitudinal (rugosidad), medido por medio de los rugosímetros. D2: Deformación Transversal (ahuellamiento y hundimientos), analizada por medio del ensayo de la regla de 1,20 m. D3: Fisuración (fisuras y Grietas) analizadas por medio de cartas comparativas. Y D4: Desprendimiento  determinado por medio de áreas típicas.

Nota publicada AreaUrbana 30

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José Abel Autor

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