El cambio climático va a transformar no solo nuestra forma de vida, sino que también nuestras ciudades. Por lo que es válido preguntarse cómo está cambiando la arquitectura, el urbanismo y el paisajismo.
La pandemia visibilizó la importancia de los espacios verdes cuando, tras las medidas de confinamiento, este tipo de espacios fueron las áreas permitidas para encuentros, dispersión y realización de actividades físicas. Comprender la importancia de los espacios verdes en el día a día va más allá de la cantidad e implica considerar otras variables complementarias.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, una cifra que está en rápido aumento. La expansión urbana, la contaminación y la escasa movilidad son solo algunas de las consecuencias. El urbanismo verde asume estos retos, promoviendo soluciones que contrastan los efectos negativos del desarrollo urbano y, al mismo tiempo, generan numerosos beneficios:
- Mitigar el cambio climático.
- Innovación y sostenibilidad.
- Ayudar a promover el bienestar y la buena salud.
- Reducir el estrés mejorando, además, la salud de las personas.
- Reducir las emisiones del transporte.
- Promover la inclusión social creando espacios para que la gente se reúna, socialice y se divierta.
- Mejorar los valores inmobiliarios.
- Reducir los residuos y promover las energías limpias.
En un contexto urbano en constante evolución, la presencia y valor de los espacios verdes se ha convertido en un elemento crucial para el bienestar de la sociedad. En los últimos años, se ha observado una tendencia en alza hacia la integración de áreas verdes en entornos urbanos, siendo estos un componente fundamental en las nuevas construcciones.
El concepto de espacios verdes en las ciudades no solo se limita a parques y jardines, sino que se expande a incluir terrazas verdes, muros vegetales y áreas naturales dentro de las edificaciones. Esta tendencia responde a una creciente conciencia sobre la importancia de la naturaleza dentro del entorno urbano, tanto para la salud mental y física de los habitantes como para el medio ambiente en general.
La gestión adecuada de los residuos y el reciclaje también se han reflejado en la arquitectura de Buenos Aires. Se han implementado proyectos que utilizan materiales reciclados y reciclables, así como técnicas de construcción sostenibles. El diseño arquitectónico ha incorporado estrategias para minimizar los residuos de construcción, aprovechar los recursos disponibles y reducir la huella ambiental de los edificios.
La importancia de los espacios verdes en las nuevas construcciones no sólo ofrecen áreas de esparcimiento y recreación para los habitantes, sino que desempeñan un papel crucial en la mitigación del efecto isla de calor urbano, mejoran la calidad del aire, absorben el dióxido de carbono y promueven la biodiversidad en entornos urbanos.
La presencia de estos espacios en los desarrollos inmobiliarios ha impactado positivamente en la revalorización de las propiedades, convirtiéndose en un elemento atractivo para los compradores. La integración de espacios verdes en las nuevas construcciones no solo responde a una demanda estética, sino que refleja un compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de la comunidad.
En concordancia con esta perspectiva constructiva se apunta cada vez más a las terrazas verdes, jardines internos y entrega de unidades con maceteros con una variedad de flora en los balcones para promover activamente una ciudad más verde.
Hoy por hoy, la ciudad tiene 6,7 m2 de espacios verdes por habitante cuando, según la Organización Mundial de la Salud, lo ideal sería tener un rango de 10 a 15 m2. Para dar respuesta a esa necesidad, surgieron durante las últimas décadas en la región metropolitana, por las afueras de CABA, muchos proyectos urbanísticos y privados como los que propone Grupo 8.66, que cuentan desde su concepción, con muchos espacios verdes para usos comunes e individuales.
Si bien las terrazas verdes implican un costo mayor para el desarrollador, en cuanto a impermeabilización de la terraza o un ascensor con un tramo más largo, se trata de un amenity altamente valorado por los potenciales compradores.
La posibilidad de contar con espacios verdes, al aire libre, es un plus muy valorado por los interesados en adquirir una propiedad. No solo funciona como un espacio recreativo, hay muchas personas que con estos espacios ven la posibilidad de “vivir el verano en la ciudad” de manera confortable.
GABRIEL JOGA
Director y arquitecto de Grupo 8.66