Yo nací en… la ciudad de Rosario, Santa Fe

El humorista Luis Rubio ha hecho radio, televisión y teatro, y fue distinguido con cinco premios Martín Fierro. Interpretó al rústico futbolista Eber Ludueña y al excéntrico creativo publicitario Ramiro Agujis. Nació en 1965 en Rosario y vive desde 1993 en Buenos Aires.

 

¿Cómo recordás a la Rosario de tu infancia y adolescencia, de los años 70’s?

Bastante bien, me acuerdo todavía (se ríe). Me han quedado muchos amigos de la adolescencia, del Politécnico, un colegio emblemático de la ciudad. Así que es un recuerdo bastante vivo para mí. La ciudad tenía otra dinámica, era más tranquila, ir al centro era como una aventura. Ahora, cuando visito Rosario, recorro el centro en 15 minutos. Antes no había shopping y la parte comercial era solo en el centro; ahora hay dos shopping, un casino enorme, el puente Rosario-Victoria y otro nivel de gastronomía. Cambió un montón la ciudad.

¿Cómo fue tu adolescencia, sufriste el clima de esa época?

Yo comencé mi bohemia, a salir a bares y al teatro, con la vuelta de la democracia. Terminé el secundario en 1983. Por suerte viví esa época con más libertades. Me comí un par de razzias, ya que era bastante común salir y terminar preso: me pasó en un par de oportunidades. Durante el secundario, teníamos que estudiar bastante, era un colegio exigente. Yo empecé con el teatro a los 17 años, y la dictadura ya estaba en retirada.

¿Tenías referentes en tu entorno para hacer humor?

Mi viejo era bastante histriónico y un contador de historias. Yo empecé a estudiar teatro porque algunos amigos y yo teníamos interés por el teatro. No sé bien por qué, supongo que porque había muchas chicas. Comencé estudiando interpretación, no pensé entonces que me iba a dedicar al humor. Lo del humor fue surgiendo solo, a medida que fui avanzando en mi carrera. Yo estudié para ser un actor serio (se ríe).

¿Cuándo y por qué decidiste irte de Rosario e instalarte en Buenos Aires?

Empecé a trabajar en 1991 en medios de Rosario y me surgió en 1993 una propuesta laboral en radio Mitre, de Buenos Aires. Se había hecho un hueco porque Quiroga y Saborido, que eran los humoristas de la radio, se habían ido a escribirle a Tato Bores para la televisión. Me llamaron a mí. Yo siempre tuve cierta audacia, esa cosa media lanzada de pensar “yo puedo”, y me vine para Buenos Aires. Yo ya había vivido en Buenos Aires cuando estudié teatro entre 1987 y 1990. Retorné a Rosario, hice Propuesta Joven, un programa de cable que hizo bastante ruido, y regresé a Buenos Aires en 1993, ya con un hijo. Era una posibilidad de crecimiento y, por suerte, no me equivoqué. Aprendí muchísimo en el programa de Ibarra, que era entonces el programa más escuchado de la radiofonía argentina.

 

Nota publicada en AreaUrbana 63

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José Abel Autor

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