Yo nací en…San Isidro: Miguel Repiso (Rep)

El dibujante y humorista gráfico Miguel Repiso, alias Rep, nació en 1961 en San Isidro, transitó su niñez y adolescencia en Boedo y vive desde hace 24 años en Retiro. Con su arte participó en 37 libros, realizó murales en una veintena de ciudades de América y de Europa, y trabaja para el diario Página|12 desde su fundación, en 1987.

¿Algún familiar o amigo te guió en el dibujo cuando niño?

No, nadie. No había ni libros en mi casa de infancia. No había plata. Yo conseguía las revistas Anteojito y Patoruzito en casas de conocidos. Me daban felicidad las revistas de historietas, me sacaban de este mundo oprobioso. Yo no sabía entonces que el mundo era así, oprobioso, pero sí que me aburría. No pasaba nada, y las historietas me atraparon. Siempre soñé con hacer revistas, y ese deseo me guío hacia la industria gráfica. Yo iba a romper las pelotas a la editorial Dante Quinterno, que para mí era la meca, Disney, y ahí me recomendaron un dibujante. En la segunda y última clase, el profesor me vio tan desesperado por la historieta que me comentó que en una editorial estaban buscando un cadete para la sección de arte. Mi viejo me retiró antes del colegio para que pudiese ir a la entrevista. Había otros dos candidatos, mayores, pero quedé yo: estuve seis años trabajando en ediciones Récord, y conocí ahí a varios maestros, como Oesterheld y Breccia. A mis 14 años hice mi primera publicación en una revista, era una de ovnis, de Fabio Zerpa. Luego participé con mis dibujos en Hortensia y en Humor Registrado, en donde me sumé desde sus inicios, en 1978. Quedé muy metido en el ambiente. Pasé por muchas publicaciones medianas, nunca estuve en medios masivos. Los únicos booms editoriales en los que estuve fueron Humor y Página|12.

¿Hubo un momento de tu adolescencia en que definiste que te dedicarías al dibujo?

No, no sé qué pensaba cuando adolescente. No sé para qué iba a la secundaria. En tercer año, dibujaba tanto que estaba loco, no podía estudiar y dejé el colegio. Me di cuenta de que era un obstáculo para el dibujo y lo dejé. ¡Menos mal!

Tu trabajo te ha permitido viajar mucho, ¿evaluaste mudarte a otra ciudad?

No. Buenos Aires me gusta, y el exilio es triste. Si uno tiene la posibilidad, es mejor viajar y volver luego a su lugar. Yo me nutro de acá, quiero ser cada vez más porteño, más argentino, para ser más universal. Tengo la ambición de ser entendido en todas partes, pero solo lo voy a lograr si soy de acá.

 

Nota publicada en AreaUrbana 66

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José Abel Autor

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