Atletismo: Buenas pistas y buenos costos

Como todo en nuestra vida, las actividades físicas y el deporte se van a ver modificados como consecuencia de la pandemia. En estos casos encontramos una revalorización de ambos. Un nuevo y actualizado reconocimiento de la vida al aire libre, la mejora en la calidad de las costumbres cotidianas y el cuidado de la salud, son consecuencias que ya estamos viviendo en cada uno de nuestros ámbitos. Y como pocas cosas, son cambios comunes a todas las sociedades, en todas las latitudes y van mucho más allá de sistemas políticos o ideológicos.

Décadas atrás, dando respuesta a los cuidados de la salud y potenciados por su valor como contenido de medios audiovisuales (el deporte y los medios fueron enormes aliados desde sus inicios), las actividades físicas -particularmente al aire libre- y las competencias deportivas mostraron que comenzaban una etapa de crecimiento sostenido. Esto impulsó la sinergia de la economía del deporte que, obviamente, encontró terreno fértil para miles de productos y sectores de la industria.

LA TECNOLOGÍA

La tecnología se pone a los pies de quienes quieren practicar diferentes disciplinas de manera recreativa o profesional. Hoy es posible disponer, sin mucha inversión, de sistemas que antes parecían muy sofisticados y muchas veces inalcanzables. La intensidad en el uso aumenta cada día y obliga a que esa tecnología no solo busque disminuir los costos, sino que también haga desarrollar materiales y sistemas más resistentes y durables. Además, el usuario requiere confort y seguridad, sea para recrear así como para baja y alta competencia,

Compartiremos algunas recomendaciones para aplicar a la hora de incorporar en municipios, clubes y centros deportivos actividades como el atletismo y el running, ordenados según criterios de uso, destinatarios y tecnología aplicada y sistemas constructivos.

PISTAS DE ATLETISMO

Criterios de uso

Las pistas de atletismo tienen tres finalidades principales: el desarrollo de competencias (locales, regionales, internaciones, etc.), la práctica y entrenamiento de diferentes disciplinas y la recreación. En nuestro país hay aproximadamente 250 pistas, de las cuales solamente el 5% están homologadas, y la mayoría tienen un promedio de 30 años de antigüedad, por lo tanto, fueron construidas en arenilla, carbonilla u otros materiales (imagen 1). Su re-construcción o construcción se debe al pedido de deportistas y entrenadores locales que necesitan espacios para practicar y entrenarse. Al momento de iniciar un proceso de asesoramiento para un proyecto es común reemplazar ese pedido por una de mayor envergadura, y es así que se cambian los objetivos: se busca construir una pista homologada en la que se puedan disputar competencias de diferentes alcances. Cualquiera de los dos propósitos es válido, pero es importante saber que la diferencia de costos es significativa, y muchas veces el objetivo más alto (y más caro) puede poner en riesgo la viabilidad del proyecto en su totalidad.

Una pista para entrenamiento satisface en un 70% las necesidades generales: se puede utilizar para recreación, para etapas formativas, para colegios y para preparación ante búsquedas de marcas o competencias. Debe estar construida con un material que sea resistente y de características idénticas o similares a las de las pistas certificadas, para que los atletas no tengan diferencias en el momento de competir. Sin embargo, su superficie puede ser menor y no requiere certificación, y esto hace que su costo sea considerablemente más bajo. Si se pretenden obtener marcas oficiales dentro de la instalación o realizar competencias reglamentarias para la World Athletics (Confederación Mundial de Atletismo), se debe ejecutar un proyecto que contemple las medidas y superficies exigidas por esa confederación. A su vez, esas medidas van a ser distintas según sea el nivel de competencia que se busque.

Destinatarios

En el caso de las pistas no homologadas, los destinatarios son deportistas de diferentes disciplinas y deportes, estudiantes y público en general. Para el caso de pistas homologadas, son atletas que buscan generar marcar oficiales, equipos de competición y el resto del público indicado más arriba.

Tecnología y sistemas constructivos

Cuando hablamos de pistas oficiales, hay dos grandes grupos: pistas prefabricadas y pistas realizadas in-situ. Las prefabricadas (imagen 2) se construyen en talleres o fábricas, lo que hace que las condiciones en las que se preparan sean totalmente controlables y por ende, el producto más homogéneo. Sin embargo, ese proceso constructivo separado del lugar de instalación genera inconvenientes que se evidencian en la nivelación, el pegado, el soldado y la durabilidad. También suelen tener dificultades en el envejecimiento, ya que se endurecen mucho más rápido, perdiendo las condiciones recomendadas para su uso. Se acompañan imágenes (imágenes 3 y 4).

La que se realizan in situ (imágenes 4 y 5) implican un proceso constructivo en el lugar. Prácticamente se traslada el taller al lugar de instalación. Se utilizan maquinarias diseñadas especialmente que garantizan el mezclado homogéneo, la perfecta nivelación y la uniformidad en la superficie de terminación. Como resultado se obtiene una pista que se adecúa mucho mejor a la base, pudiendo absorber irregularidades existentes, que no tiene problemas de pegado ni de soldado, ya que su aplicación la hace perfectamente adherida al sustrato y monolítica, es decir, sin uniones. Asimismo, la durabilidad es mucho mayor y el envejecimiento es óptimo, lo cual permite realizar una renovación de la capa superior o retopping cuando sea necesario, sin levantar toda la pista.

Los tipos de pista realizadas in situ son sándwich (spray-coat y realizada por inmersión) y pura. En todos los casos se trabaja con diferentes combinaciones de caucho (SBR y EPDM) y poliuretanos, por lo tanto, en las proporciones y la calidad de estos va a estar la diferencia de precios y su durabilidad. Se recomienda que los espesores no sean menores a 13 mm en total. La parte inferior debe ser de 10 milímetros y se ejecuta en SBR (caucho negro), de gránulos uniformes, redondeados y sin telas ni residuos de otros materiales. Este dato debemos tenerlo en cuenta, ya que el SBR en muchos casos es el resultado del reciclaje de neumáticas y otros productos. La parte superior se ejecuta en EPDM, un caucho no reciclado que tiene el color incorporado. Esta terminación puede ser realizada por pulverización (spray coat) y sembrado. En el primer caso, el EPDM se lanza encapsulado en poliuretano del mismo color que el grano. En el segundo se aplica primero poliuretano y luego se “siembran” granos de EPDM de mayor tamaño que quedan adheridos a la base por el poliuretano. Las pistas “puras” tienen un sistema constructivo similar al último mencionado, pero no se utiliza SBR sino EPDM, quedando un perfil uniforme.

En todas las capas se aglomeran los gránulos con poliuretanos y las imprimaciones son de la misma familia de químicos. Si se respetan los tiempos de aplicación sugeridos, esta particularidad garantiza la adhesión correcta y la uniformidad de las capas. El espesor, la elasticidad y la resistencia asegurarán el buen comportamiento del solado con el calzado deportivo (clavos) y una alta durabilidad a pesar de la intensidad del uso.

Aplicación

Para una pista de entrenamiento no oficial se recomienda el uso del sistema sándwich / spray-coat. Es importante garantizar la calidad de los materiales y los espesores mencionados. Para pistas de competencia se pueden utilizar todos los sistemas mencionados. Deberá evaluarse en cada caso según destino, ubicación, exigencia; etcétera. Las pistas premoldeadas y las puras son recomendables para grandes torneos o juegos, ya que su costo, baja durabilidad y difícil mantenimiento, no las hacen redituables para otro tipo de usos.

Certificación

Si se necesita realizar torneos oficiales o que las marcas registradas en las pistas tengan valor deportivo, se debe certificar la pista. Es un proceso de control y fiscalización que avala que las medidas y las calidades de todos los elementos componentes sean los requeridos por la World Athletics. No vamos a profundizar en temas técnicos, pero es importante decir que si el objetivo es ese, la decisión debe tomarse al inicio, ya que los materiales, el sistema y la marca deben ser certificados.

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José Abel Autor

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