Hábitat para la Humanidad Argentina es una organización que trabaja desde el 2002 en diferentes regiones del país. Adecúan soluciones habitacionales a cada contexto y momento y aportan conocimiento y experiencia sobre la vivienda social en Argentina. AreaUrbana dialogó con su directora de relaciones institucionales, Paula Celestino; el director de operaciones, Juan Pablo Tufaro y Juan Juri, responsable de comunicación.
“Lo que hace Hábitat es convocar y ser un catalizador para la vivienda. Trabajamos con las personas en vulnerabilidad de vivienda y con aliados que nos pueden ayudar para que cada uno, colaborando con algo, genere oportunidades”, explica Paula Celestino.
Respecto a los aliados corporativos, mencionó que Saint-Gobain es uno muy importante, con el cual están trabajando en un proyecto de mucho impacto y escala para este 2024.
“El proyecto mezcla el diseño personalizado con personas que tienen discapacidad. Se trata de personas con una limitacion motriz. Intentamos ver cómo adaptar la casa lo mejor posible”. Agrega que también tienen una gran cantidad de donantes individuales que apoyan la causa y un área de voluntariado.
En cuanto al vínculo con el Estado, Celestino indica: “Tenemos poco, si bien siempre tratamos de articular y tenemos mucho diálogo. En cuanto a proyectos, terminamos en 2023 uno junto a la Secretaría de Integración Sociourbana de la Nación (SISU), relacionado con llevar conexiones de agua en el barrio Saladero, en Bahía Blanca. Ese fue el único proyecto puntual con financiamiento del gobierno. Después hemos tenido algunas consultorías, pero nuestro financiamiento es mayormente de privados”.
Juan Pablo Tufaro, director de operaciones de Hábitat para la Humanidad, detalla: “Estamos trabajando mucho en lo que es el alquiler social. Tenemos un proyecto piloto de alquiler en La Boca hace diez años. Después en lo que es en el Conurbano, impulsamos un proyecto en los barrios populares, donde llevamos a cabo diferentes programas. Uno tiene que ver con un apoyo financiero para familias que precisan una mejora de impacto en su vivienda”. Destaca que lo positivo de esta iniciativa, llamada Proyecto Hogar, es que “las familias reciben el diseño de una vivienda, que normalmente no acceden a ese a ese tipo de diseños o asesoramiento, y se queda con una carpeta técnica sobre su vivienda y sobre las siguientes etapas para que llegue a ser un hogar adecuado. Entonces, la familia recibirá apoyo financiero para llevar a cabo la obra y también se quedará con todo el material para poder seguir adelante en lo que puedan”.
CONSTRUCCIÓN SUSTENTABLE
Celestino explica que: “La organización a nivel global tiene como foco al cambio climático y el acceso a servicios básicos”.
Sobre los modelos de construcción que aplican, añade: “En Hábitat siempre hemos considerado la construcción tradicional, es decir, de ladrillos. Tanto social como culturalmente es más complejo tratar de imponer otras tecnologías porque trabajamos con autoconstrucción. Sin embargo, en el 2024 ya nos estamos metiendo en todo lo que tiene que ver con estudios de tecnologías, conocer proveedores y de qué manera en cada parte de este diseño de la vivienda se pueden incorporar mejoras que sean quizás accesibles, amigables para el medio ambiente, pero sobre todo también pensando en el triple impacto de las personas. Por ejemplo, cuánto serviría que un montón de familias tuvieran pantallas solares en momentos de cortes de luz. Como organización de vivienda, queremos encaminarnos a ese lado”. Concluye que “no es fácil porque son tecnologías más costosas pero definitivamente valen mucho la pena”.
Sobre este punto, Tufaro agrega que están recopilando experiencias de otras organizaciones: “El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nos contó lo que hizo en el barrio Mujica. Implementaron ciertas tecnologías en las que hay que trabajar también con la comunidad para que la incorporen”.
PROYECTOS DE KITS Y ALQUILER
“Se enfocan en la problemática del baño, electricidad o saneamiento. Según la necesidad que la familia tiene, puede adoptar ese kit que está estandarizado. Llegamos a través de organizaciones en territorio a esas familias con un trabajo comunitario, siempre”, explica Tufaro.
Aclara que, en cuanto a materiales, trabajan con elementos de plástico: “no tiene enlozado, no utilizamos cerámica, pero sí es un kit que ayuda a la familia a salir de tener solamente un inodoro en la tierra”.
Por otro lado, dictan talleres para saber cómo colocar un baño, entender el riesgo eléctrico y por qué viene con una jabalina.
Además, se dedican a otra problemática habitacional: “Abogamos muy fuertemente por el alquiler social”, afirma Juan Juri, responsable de comunicación para Hábitat.
Cita como ejemplo su proyecto en la Boca de alquileres, ya que “es una muestra programática y clara de que son soluciones, no solo fundamentales para la familia, sino que son innovadoras, a bajo costo y que además de garantizar el derecho a la vivienda, garantiza el derecho a la ciudad, que es fundamental. Impulsamos que la vivienda esté cerca de los hospitales, de las escuelas y los trabajos”.
En cuanto a investigaciones del sector, Juri menciona un estudio junto a Techo y Prohabitat XXI sobre el ciclo de vida de la vivienda autoconstruida. En dicho estudio establecen que: “La construcción de la vivienda no es continua, sino que se encuentra condicionada por el monto de inversión, el acopio de materiales y la capacidad de ahorro de las familias”. Dentro de las recomendaciones extraídas a raíz del estudio de la autoconstrucción, mencionan: generar en barrios populares, implementar programas territoriales de asistencia técnica y administrativa gratuita a las familias, dar capacitación y certificación a la población adulta y joven en habilidades constructivas y en formaciones técnicas complementarias a la albañilería, entre otras. Sobre este último punto, Juri detalla: “Podés alcanzarles los recursos, pero si no se da ese acompañamiento técnico, probablemente la construcción vaya a seguir siendo deficitaria, no se maximicen esos recursos y se malgaste dinero y tiempo”.
BARRIOS POPULARES
La mirada de Paula Celestino respecto al rol del Estado en la problemática habitacional es que: “genera financiamiento, pero no logra que el resultado en términos cualitativos sea el ideal”.
Afirma: “Lo cierto es que en Argentina la mayoría de las personas resuelven el tema de vivienda por sus propios medios, y hay un gran tema que es el acceso al suelo, que las familias terminan comprando y accediendo a suelo muy lejos de los servicios. Entonces construyen como pueden, sin asesoramiento técnico mayoritariamente”.
En lo vinculado a políticas de Urbanismo, Celestino destaca el densificar un poco más las ciudades y hacer asequible el suelo más cerca de los centros.
Juri desarrolla sobre un aspecto central para la fundación: “Hay un cambio de paradigma que hubo en los últimos años de integración de los barrios populares. Es necesario dejar de ignorarlos, dejar de pensar en erradicarlos, ya que creo que es un paradigma que vino para quedarse, porque ya atravesó por lo menos dos gobiernos de distintos signos políticos. Es algo que celebramos e impulsamos”.
En cuanto a los motivos de su postura, resalta: “Primero, es importante aceptar la realidad de que hay familias que tienen una necesidad de acceso al suelo y encuentran en los barrios populares una solución parcial. Por lo tanto es una responsabilidad del Estado integrar esas familias a la lógica urbana y a los servicios públicos”.
Toma como un gran logro lo sucedido en el censo: “Es un hito a celebrar que estemos censando los barrios populares, que estemos viendo cuáles son las problemáticas y las necesidades. Que estemos llegando con servicios básicos, con oportunidades, con desarrollo, porque es algo que va a cambiar realmente y está cambiando la vida de muchas familias”.
SOL RENA