De “nos conocemos todos” a los conflictos sociales

La película del cineasta independiente José Campusano filmada 100% en Gálvez (Santa Fe) versa sobre los prejuicios, la violencia en sus formas diversas y los conflictos de adaptabilidad que surgen en consecuencia dentro de ciudad pequeña.

Más de 100 actores. Esa es la significativa cifra que utilizó el director José Celestino Campusano –“Vikingo” (2009) y “Fango” (2012), entre otras– para filmar “La reina desnuda”, su largometraje número 21, rodaje que se llevó a cabo en 2021 íntegramente en localidad de Gálvez, al centro de la provincia de Santa Fe, en el departamento de San Jerónimo. Estrenada el 16 de febrero pasado en el Cine Gaumont luego de su première en el Festival de Mar del Plata, la trama no da tregua emocional: si bien el filme posee el aliciente, especial para espectadores más sensibles, de que no cae en golpes bajos ni en abundante crueldad –los que podrían ser tranquilamente recursos, si nos detenemos en el tópico–, no deja de ser dura.

En principio, trata acerca de “la alienación y la transgresión, pero también una reflexión sobre la soledad, la redención y la culpa”, detallan en su sinopsis. Pero lo más importante es que se habla de las desigualdades en varios “formatos”: el papel de la mujer en un entorno discriminatorio y prejuicioso, donde también aparecen de la mano la homosexualidad, la violencia de género, la homofobia y, ante todo ese combo, vislumbra el empoderamiento femenino en un contexto repleto de rudeza machista. Todo enmarcado –dándole la mano derecha, o mismo como eje inspirador, a la popular frase “Pueblo chico infierno grande”– en los conflictos sociales, en este caso dentro de un pequeño territorio. 

El eje central de este drama tiene su puntapié cuando Victoria (Natalia Page) pierde un embarazo y se separa, simultáneamente, de su pareja; lo que la empuja a dar un giro de 180 grados: con el fin de dejar atrás su “vida transgresora”, se postula como pasante en el área de desarrollo social del municipio para vincularse con la diaria de la población y ayudar a las personas que, como ella en su juventud, han sufrido abusos. 

LA ELEGIDA 

Así las cosas, tal vez pudo haber sido cualquier otra, pero fue esta localidad santafesina la candidata para dejar “impresa” la historia. El argumento se desarrolla en una ciudad chica, de provincia. “Imagino que el director eligió esta locación luego de su visita Gálvez en ocasión de su participación en el festival de cortometrajes ‘Pizza, Birra, Cortos’, hace algunos años”, desentraña Rogelio Borra, subsecretario de Cultura y Educación de Gálvez. 

Ahora bien, ¿la vida de esta ciudad tiene algún parentesco con lo que se cuenta en “La reina desnuda”? 

No me arriesgo a afirmar que historias como la que cuenta la película no ocurren en cualquier ciudad con cierto crecimiento y desarrollo, pero con alma de pueblo, como Gálvez. 

Respecto de lo que refleja la cinta, ¿ha escuchado o sabido acerca de alguna historia similar en particular que permita afirmar que se basa en hechos reales, más allá de la mera ficción?

Es cierto que hay una especie de leyenda urbana que circuló que identificaba la historia de ficción de la protagonista con hechos que sucedieron realmente aquí. De todas maneras, reitero, lo que relata “La reina desnuda” puede ocurrir en cualquier ciudad como la nuestra.

Para evitar mayores suspicacias, según confesó Campusano en una entrevista al diario “El Litoral” a instancias del estreno de la película, la historia se construyó con el “aporte de adultos jóvenes que han sido partícipes o testigos de ciertas experiencias que tienen que ver con conflictos de adaptabilidad en esta sociedad de hoy”. El realizador no improvisó: fue directo hacia las fuentes, recolectó testimonios, ni más ni menos, de los ciudadanos del lugar donde se filmó este drama. 

EN RODAJE

En esa misma charla con ese medio, el cineasta comentó el trabajo previo a rodar “La reina desnuda”, que continuó con el proceso tradicional”: empezó entablando vínculo con las autoridades municipales y provinciales, se hizo un primer casting, conversaron con los referentes del lugar y caminaron por donde, posteriormente, fueron las locaciones. 

Ahora bien, durante su filmación y luego de que se estrenara, ¿cuál fue la verdadera repercusión de la película entre los vecinos?      

Siempre concita curiosidad ver al vecino o vecina en un rol de ficción. Y reconocer espacios de nuestra ciudad. La filmación causó gran alboroto en la ciudad porque intervinieron muchos actores, actrices (N. de la R.: es el caso de Dolores Moriondo, Alek Molnar, Natalia Page, Franco Ganuza, Joaquín Colombo, Sergio Darío Luna Molina, Victoria Rolando González, Juliana Montecchia y Norma Ana Zeiter), pero también extras, en diversas locaciones, durante casi todo un mes.

¿Y cómo se dio el debut de la cinta en la ciudad? 

El estreno en Gálvez se produjo con cuatro funciones con entrada gratuita, en la Casa del Bicentenario, con la presencia de Campusano y parte del equipo de producción. ¡Todas las funciones fueron a sala colmada!

¿Cuán importante fue para el municipio que se filmara allí esta película?

Siempre es importante para una ciudad como la nuestra que se lleve a cabo una actividad de tal magnitud, que involucra mucha gente, que moviliza la economía y hace visible la ciudad, a través de una película. 

¿Ya se habían filmado otras películas en la ciudad? 

No se habían hecho largos, pero sí muchos cortos y mediometrajes. De hecho, hay un ciclo llamado “Cine con Galvenses” donde se proyectan historias filmadas con actores, vecinos y artistas de nuestra ciudad y de la región. Incluso, personalidades de la política local participaron como actores en varias de estas historias.

¿Cuáles otras actividades culturales se llevan a cabo en Gálvez?

Es una ciudad pujante con un movimiento cultural bastante variado e intenso. Tenemos un festival de teatro que se realiza de manera anual en mayo, un festival de coro cada septiembre y funcionan varias agrupaciones corales, además. Asimismo, hay grupos musicales y elencos de teatro. Incluso, existe un liceo municipal donde se impulsa la enseñanza artística, las carreras de folclore, música y artes visuales. 

¿Qué sitios emblema de la ciudad aparecen en la pantalla?

La Vieja Iglesia, una construcción sin terminar cuyos altos muros fueron declarados monumento histórico. Iba a ser fastuosa, pero su construcción se paralizó a principios del siglo pasado. De hecho, en el documental “Gálvez, 130 años de historia” hay un segmento íntegramente dedicado a ella. También se utilizaron como locaciones el Hospital, el edificio del Dispositivo Territorial Comunitario (DTC), la discoteca, el salón Campo Eventos, el Club Atenas y varios domicilios particulares. 

GÁLVEZ: CON EL CINE COMO EJE

¿Qué tipo de locaciones ofrece el municipio para el desarrollo de las producciones audiovisuales?

Gálvez tiene el trazado de una ciudad del interior del interior, como decimos por aquí. Pero no es una ciudad como otras de la zona: carece de plaza central, pero sí tiene muchos espacios públicos arbolados.

¿Cuál es la mirada que tienen del cine en la Secretaría y el municipio? 

En nuestra ciudad no teníamos cine, hasta la reciente inauguración de un Espacio INCAA en la Casa del Bicentenario. Pero siempre hemos facilitado al espectador la posibilidad de ver producciones. El año pasado tuvimos un ciclo que denominamos “Café con aroma a Cine”, donde la comunidad podía ver películas clásicas, con un cafecito y entrada gratuita. Todas las productoras que quieran filmar en nuestra ciudad son bienvenidas y se les facilitarán las cosas, tal como lo hicimos con Cine Bruto en ocasión del rodaje de “La reina desnuda” en Gálvez.

POR NICOLÁS BAL 

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José Abel Autor

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