El pueblo colgante que enamora a los turistas

Ubicado en la provincia de Salta, a 2780 metros del nivel del mar, el pueblo de Iruya fue elegido como uno de los 50 pueblos más hermosos del mundo según la revista internacional Condé Nast Traveler. AreaUrbana dialogó con su Director de Turismo para conocer los puntos más interesantes de esta perla del norte.

A 315 kms al norte de Salta capital, tras recorrer un camino un tanto desolado y con algunos tramos en cornisa, se encuentra el departamento de Iruya, un pueblo ubicado a 2.780 metros del nivel del mar que fue elegido uno de los 50 lugares más hermosos del mundo por la revista internacional Condé Nast Traveler. 

Fundado hace alrededor de 700 años, según los cuentos ancestrales, el pueblo era un punto donde los indios paraban a descansar hasta que uno de ellos encontró la imagen de la Virgen del Rosario debajo de una paja (Iruya en quechua) lo que dio inicio a la llegada de los fieles y, posteriormente, la instalación de una capilla. 

A simple vista Iruya parece estar colgado de las montañas y secundado por los ríos Colanzulí y San Isidro, una característica que comenzó a llamar la atención de los turistas nacionales y extranjeros que se acercan durante todo el año a admirar los paisajes naturales que este pueblo de 3 mil habitantes tiene para ofrecer. 

El Director de Turismo de Iruya, Javier Maidana, es quien se encarga de recibir y asesorar a todos los que diariamente concurren a Iruya para brindarles la información necesaria para que su estadía sea exprimida al máximo. 

¿Qué es lo que cautiva a los turistas que se enamoran de Iruya?

Iruya es un pueblo autóctono que todavía mantiene su cultura y sus costumbres como las fiestas patronales de la Pachamama, los carnavales y los festivales de la Copla como así también la fiesta de la virgen del Rosario y la Pascua. 

Mucha gente que viene nos dice que no se imaginaban nunca llegar a ver este paisaje, y admiran la belleza, la tranquilidad, la seguridad y el poco ruido que hay acá. 

Por día recibimos visitas de alrededor de 260 personas de las cuales 100 se quedan a hacer noche y aunque hay mucho turismo nacional, recibimos bastantes extranjeros, particularmente en agosto. 

¿Cuáles son las actividades que ofrecen en el pueblo y cómo se accede?

Hay caminatas, excursiones a otros pueblos como San Isidro y Pueblo Viejo, a caballo, caminando o en camioneta y visitas a algunas comunidades locales. Existe una diferencia entre la gente que ya viene informada y la que no porque quienes se informan previamente se quedan entre dos o tres días mientras que otros sólo vienen de pasada por unas horas. 

Además, la gente no se puede perder nuestras comidas típicas como el guiso de papa verde (hay 32 clases de papa en la zona), las empanadas, los estofados de cabrito y llama, y los churrascos de llama. 

Para acceder a Iruya se entra por la ciudad de Humahuaca . De acuerdo a la época, se puede llegar en auto particular, aunque durante el verano, como llueve mucho, es recomendable hacerlo en camioneta. Otra opción es tomar los colectivos que salen de la ciudad jujeña y que tienen un costo de entre $1.200 y $1.500 aproximadamente. 

¿Qué itinerario recomienda hacer a los que van por primera vez y cuál es la mejor época para venir?

Se recomienda llegar al mediodía e ir al Mirador de la Cruz y al Mirador del Cóndor. Al otro día se pueden hacer las visitas a las comunidades donde se recomienda ir caminando con un baqueano de la zona porque se va disfrutando el paisaje. En caso de llegar a coincidir con una fiesta patronal, sumarse para compartir nuestras costumbres. 

Todo el año se presta para venir a Iruya, pero lo ideal es venir desde septiembre en adelante porque el paisaje se pone verde por las lluvias. En verano hace calor desde las 11 hs hasta las 15 hs aproximadamente y después comienza a refrescar. 

¿Cómo impactó la llegada del turismo en el desarrollo del pueblo?

El cambio fue brutal porque antes había sólo casitas de adobe, con techo de barro y de una sola planta, ahora ya es una ciudad porque hay muchos habitantes que tienen casas de tres pisos. 

Lo que sí se mantienen son las costumbres, acá somos muy creyentes y las comunidades siempre festejan los patrones de cada departamento. No obstante, no todos se han sumado al turismo ya sea porque algunos pueblos se van quedando sin habitantes ya que todos migran a la ciudad por estudio o trabajo o porque no se puede acceder. Los que se pueden visitar son San Isidro, San Juan, Pueblo Viejo, Colanzulí y las Higueras. 

EXPERIENCIA LOCAL

Hugo Ciro Bustamante tiene 54 años, es oriundo del departamento de San Isidro y tanto él como su familia se dedican a la fabricación de productos textiles, como ponchos, telares, bufandas, etc. que venden a los turistas. 

¿Hace cuánto tiempo reciben turistas y qué consideras que los atrae del lugar?

El turismo llegó hace siete años a San Isidro, tres años después que llegara la línea eléctrica (hasta ese momento usábamos farol, mechero o vela), porque una persona local hizo el documental Río Arriba donde cuenta la historia del lugar y ahí nos hicimos famosos. 

Como lugareños nos sentimos orgullosos de que en Argentina haya un lugar como este. A nosotros como artesanos nos sirve mucho porque vendemos nuestros productos. Lo malo es que de tan lindo que es aparezcan empresas a querer hacer sus hoteles, que el lugar sea explotado por empresarios y nos saquen las tierras. Nosotros sabemos que hay mineral aquí porque nuestros abuelos trabajaron en una mina que se asentó y hay gente que sabe que está. 

El pueblo de Iruya se hizo tan famoso porque parece colgado de una maceta, es un lugar muy hermoso, tiene gente muy cálida y está rodeado por comunidades indígenas collas. 

Sebastián Madrigal tiene 22 años y es oriundo de San Isidro pero desde hace dos años vive en Iruya donde se dedica a realizar excursiones de trekking y traslados en 4×4 en la montaña.

¿A qué te dedicas Sebastián?

Hice la primaria en San Isidro y para hacer la secundaria me vine a Iruya. Cuando terminé, comencé el Profesorado de Educación Especial pero lo hice durante dos años y como no me gustaba, lo dejé para dedicarme al turismo. 

Este emprendimiento lo empecé hace 2 años, primero ofreciendo trayectos cortos de caminata y con el tiempo me fue yendo bien así que me dediqué a hacer trekking de montaña como así también fui implementando el traslado en 4×4 para hacer excursiones tanto de día como de noche. 

Una de las excursiones que ofrezco es una de tres días y dos noches donde partimos de Iruya, paramos en San Juan, en San Isidro y volvemos a Iruya donde nos alojamos en casas de familia con la gente del lugar que nos enseña sus costumbres. 

¿Cómo está conformado el departamento de Iruya?

Iruya está formado por 23 pueblos aunque en la actualidad algunos no están poblados y otros tienen pocos habitantes. San Isidro, por ejemplo, tiene 140 habitantes un número bajo porque la gente que no quiere dedicarse al cultivo o el ganado se va a otro lado como Salta capital, Humahuaca e Iruya mismo. 

Hay pueblos de yungas (zona selvática), media montaña y alta montaña y de acuerdo a la ubicación geográfica de cada pueblo tienen diferentes tipos de cultivo y ganado. Hay muchos a los que se llega en vehículo todo el año, a otros se llega en invierno y en verano no mientras que a los más lejanos se accede caminando. 

Los pueblos no son los mismos en cuanto a la economía, la forma de llegar, en la población, en las estructuras, las posibilidades de vida. La mayoría se dedican al cultivo y al ganado, hay algunas casitas que reciben a la gente de pasada cuando hacen el trekking a la localidad de Nazareno pero los pueblos más beneficiados son Iruya y San Isidro. 

Hay algunos pueblos y familias que cultivan para su abastecimiento propio, otros para el trueque, otros para venderlo en la zona. Sólo en Colanzulí, donde se siembra mucha papa, se exporta a Córdoba y Buenos Aires. 

¿Qué características hacen que Iruya llame la atención de los turistas?

Su forma geográfica y cómo está ubicado el pueblo es un atractivo muy grande como así también el camino que se hace para llegar y la calidad de la gente que te trata bien. 

Iruya se identifica por sus callecitas empinadas, la rica comida y los paisajes naturales que tiene para ofrecer. Por ejemplo, desde el Mirador del Cóndor se puede ver todo el pueblo y al Mirador de la Cruz es ideal concurrir de noche para apreciar todo iluminado. 

¿Qué beneficios trajo el turismo a la zona?

Cada año va creciendo el turismo en Iruya. Hay mucha gente que se dedica a esto, ya sea a hacer excursiones, tener comedores, realizar artesanías o brindar hospedaje. En la plaza principal la gente se pone a vender artesanías, comidas, etc. 

Antes de la pandemia llegaba un 50% de turistas extranjeros y un 50% de argentinos pero después entró muchísimo turista nacional. Ahora hay alrededor de un 80% de argentinos (muchos propios de Salta y Jujuy) y el resto son extranjeros.

Por JULIETA IRARTE

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José Abel Autor

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