La empresa Zewan creó una máquina que transforma los residuos orgánicos en un material inerte, mediante un proceso que no genera gases de efecto invernadero. Una idea que cautivó a muchos municipios, pero aún encuentra trabas en el camino para lograr una proyección nacional.
¿Cómo serán los basurales del futuro? ¡Ojalá sean como lo vemos hoy en el Municipio de Exaltación de Cruz! Sin malos olores y con un paisaje natural sin contaminación alrededor. Juan José Tomasello, fundador de Zewan y creador de la máquina que permite que los residuos sólidos urbanos se reduzcan hasta un 75% en volumen y un 30% en peso, explica que el procedimiento es físico y mecánico, lo único que requiere es electricidad para funcionar (no usa combustibles) y genera una suerte de pasteurización de la mezcla que mata a las bacterias y evita que se descomponga la basura y libere metano. El resultado es un excedente inerte, que puede ser utilizado para fabricar distintos productos sustentables como zapatillas o ladrillos.
“Hoy el país cuenta con una nueva metodología que elimina de un día para el otro el gas metano. Sin líquidos que contaminen las capas que luego van a los mares. Pero muchos no pueden creer que esta tecnología la haya inventado un argentino”, resalta Tomasello ni bien comenzamos la charla, y explica que este descreimiento no es solamente por asombro, sino por desconfianza. Lamentablemente, comenta, que un invento tan paradigmático haya surgido en nuestro país parece ser motivo de desconfianza para muchos funcionarios de alto mando que ponen cuestionamientos a esta idea que, sin embargo, fue probada y registrada en todo el mundo.
Paso a paso del procedimiento
En la práctica este proceso fomenta la separación de residuos, porque es la clave para optimizar todo el circuito y tratamiento restante. Lo que hace la maquinaria es ingresar los residuos sólidos a un especie de cilindro giratorio que abre bolsas y de allí lo transporta durante más de 40 metros gasta un electroimán para separar metales ferrosos. Luego ingresan al núcleo de procesamiento, donde, por un proceso físico mecánico, se eleva la temperatura de la mezcla. El resultado del proceso es una masa fibrosa e inocua, lista para su disposición final o para convertirse en materia prima de otros productos.
“Todo esto comenzó con un desarrollo hace 17 años, realizando pruebas hasta lograr poner en funcionamiento la tecnología. Si bien ya hace 4 años que funciona, recién hace 2 años y medio que la activamos a nivel comercial con varias máquinas trabajando”, resume Tomasello y recuerda que, durante el proceso de registro en EEUU tuvieron que enfrentarse a un control con más de 300 tecnologías parecidas y no se encontró nada similar. “Lo que buscábamos era crear un proceso mecánico o tecnología que no agreda el medioambiente”. Como técnico mecánico y empresario del sector constructor, Tomasello sintió que debía buscar algo para ayudar con el tema contaminación y a contrarrestar todo lo que uno genera cuando produce. Pero, aunque está demostrado que la tecnología funciona, el equipo comercial y sus fundadores se enfrentan a distintos cuestionamientos para poder avanzar e instalar este nuevo paradigma que no en todas las regiones es tan fácil de implementar.
Actualmente la tecnología es un éxito en el primer Municipio que la incorporó, Exaltación de la Cruz, localidad donde se encuentra justamente la planta de Zewan. Allí se procesan entre 40 y 50 toneladas de basura por día (que es lo que genera la comunidad de esa zona), pero la máquina puede procesar hasta 100 toneladas diarias.
Jésica Leichner, Jefa de Ambiente dependiente de la Dirección de Producción y Medio Ambiente de la Municipalidad de Exaltación de la Cruz, explica que desde siempre su Municipio procuró una eficiente recolección de residuos en todo el distrito, y crearon una disposición final para resolver el tema mediante la articulación con entes provinciales y nacionales. La transición hasta incorporar el tratamiento a través de Zewan no fue difícil en la práctica, como explica Leichner, “la tecnología de Zewan fue instalada en un galpón reacondicionado que el municipio ya tenía en el predio. Pero una de las situaciones más complejas fue, y sigue siendo, la inversión económica y toda la maquinaria que se requiere para que la planta de tratamiento funcione a pleno. Actualmente se procesa entre el 50 y 60% de los residuos de origen domiciliario que ingresan a la planta”.
Esta experiencia, que ellos califican de exitosa y beneficiaria para toda la comunidad, es algo que los enorgullece: “invitamos a todos los municipios a conocer nuestra planta de tratamientos, porque sabemos que tratar los RSU correctamente es un desafío, pero, al mismo tiempo, es importante que existan estados municipales que se comprometan y comiencen a trabajar desde la concientización ciudadana para poder lograrlo”.
En primera instancia, detalla la Jefa de Ambiente, al tener incorporadas cintas de separación para los materiales, pudieron separarlos y trabajar desde el concepto de valorización. Luego, pudieron avanzar también en la concientización de la comunidad para la reducción en peso y volumen que, una vez tratados los residuos, permite disponerlos de una manera óptima. Y finalmente, destaca la funcionaria que “es necesario destacar el convenio de colaboración y asistencia firmado por el municipio e INTI para realizar un estudio pormenorizado de los residuos locales y la posible reutilización del subproducto generado luego del procesamiento, que puede convertirse en mobiliario urbano o aplicarse en diferentes usos” lo que completa un concepto de circularidad al servicio de la eficiencia ecológica.
Proyección nacional
“Próximamente van a haber 2 máquinas en funcionamiento en San Juan, y estamos conversando con ciudades de Misiones y Santiago del Estero, que también está interesada en utilizar esta tecnología. En Misiones, por ejemplo, quieren colocar una máquina en las Cataratas, para dar ejemplo y fomentar la concientización”, adelante Tomasello, aunque explica que, lamentablemente, “aunque este es un descubrimiento único en el mundo y patentado en el mundo, notamos que localmente les conviene no creer”. Se refiere a un discurso muy instalado por parte de autoridades nacionales de seguir fomentando viejas prácticas de enterramiento de basura.
Además, comentan, por estos días Zewan está realizando encuentros con representantes de México, Ecuador, Paraguay y Brasil para recuperar el tiempo que la pandemia les hizo perder y lograr abrir mercado en países que están interesados en esta evolución. “Hoy no tenemos ningún impedimento tecnológico ni de importación, porque el 95% de los componentes necesarios son de industria nacional, pero el principal impedimento para nuestro crecimiento es lograr que los funcionarios entiendan y acepten que hay que tomar una decisión y empezar a cambiar. Hoy el CEAMSE es la empresa número uno en el mundo en producción de gas metano. Hay que entender que las tecnologías cambian y que las empresas que hoy manejan el tema deben dejar de enterrar basura”.
Cuando el Ministerio de Medio Ambiente habla de “entrenamiento controlado”, un término que empezó a sonar en los últimos tiempos, lo que hace es seguir reforzando un tratamiento inadecuado de la basura, que permanece allí enterrada y tapada. “Eso es seguir haciendo pozos y nada más. Hacen cañerías para que el excedente vaya a una especie de celda de tratamiento, pero el gas metano se empieza a filtrar fácilmente”, detalla el creador de Zewan y lanza una pregunta clave: ¿sabías que los primeros 12 años de producción de gas metano de un basural éste resulta 120 veces más nocivo que el dióxido de carbono?”.
Cuando hablamos de basurales nos acostumbramos a tener en la mente una imagen de suciedad, contaminación y abandono que impacta especialmente en las comunidades aledañas. Zewan propone cambiar esta idea con un beneficio que va más allá del ambiental: “se trata de lograr en un menor impacto visual y una revalorización de las tierras lindantes a los vertederos, de eliminar para siempre los lixiviados (sustancias líquidas que circulan entre los residuos) y lograr un aumento de la vida útil y una mejor gestión de los actuales vertederos.
