Desde un fundacional esquema donde sólo debían abordarse aspectos relativos a la educación, seguridad, infraestructura, servicios públicos y limpieza, el estado local o subnacional debe abocarse hoy en día a aspectos tan diversos como pueden ser la promoción del desarrollo tecnológico, la internacionalización de la economía o los residuos informáticos. Esta dinámica de creciente complejidad hace necesario que sea fortalecida la gestión pública a nivel local y provincial.
Las complejidades que debe asumir el Estado resultan cada vez mayores y requieren gestores entrenados para asumir los nuevos desafíos. En ese sentido la constante capacitación requerida en cuestiones de género, la interculturalidad, las nuevas tecnologías, la gestión del medio ambiente y también temáticas clásicas como la educación, la salud y la vivienda, necesitan mirarse desde otro lugar. La Diplomatura en Políticas Públicas para la Gestión Local y Provincial que va a dictar la Universidad San Pablo de Tucumán, ofrece un trayecto formativo que se dirige de forma específica a personas que se desempeñen en gobiernos municipales o provinciales, pero resulta de interés también para docentes, integrantes de Organizaciones No Gubernamentales o estudiantes que aborden temáticas relacionadas.
La diplomatura se compone de cuatro núcleos de trabajo principales. “En el primero se van a abordar las cuestiones estructurales del proceso de las políticas públicas, es decir, los conceptos, las teorías, los sistemas comparados, la gobernanza, y la evaluación. Luego en una segunda instancia abordamos los aspectos transversales que constituyen enfoques que deben aplicarse a las políticas públicas, como género, interculturalidad, derechos humanos, e innovación. Luego en la tercera parte se abordan temáticas específicas como la salud, la educación, el desarrollo social, económico, y ambiental”, cuenta el director académico, Francisco Menin. Sobre su tramo final, el curso va a desarrollar una instancia de talleres de aplicación práctica que permitirán a los alumnos emplear esos contenidos teóricos en dinámicas de gestión concreta.
EJECUTAR PARTIDAS PRESUPUESTARIAS NO ES GESTIONAR
La docente Jaquelina Cinalli, abogada y profesora superior en Derecho tiene a su cargo el módulo sobre Educación y Políticas Públicas y es enfática a la hora de afirmar que “una partida presupuestaria la puede ejecutar correctamente un buen economista o un buen administrador” pero que “para gestionar una política pública educativa es necesario el conocimiento específico en el tema. “Que cierren las cuentas no significa necesariamente que se esté gestionando bien la educación”, afirmó de manera contundente. Por eso, resalta que formarse en la materia es imprescindible “para que la educación produzca cambios significativos en la sociedad mediante un plan estratégico que tenga en cuenta la situación actual y bien clara la perspectiva hacia dónde se quiere llegar”. La académica no duda a la hora de ponderar el sistema educativo argentino por su carácter público y gratuito: “para destacar, Argentina tiene algo que permite que las políticas públicas puedan llegar a todos y eso es a partir de la gratuidad y la obligatoriedad, principios que heredamos de políticas públicas pasadas y que no todos los países de la región poseen”. Por eso, agrega, “la educación debe garantizarse desde el Estado, a través de un plan estratégico, fijando las políticas principales y delegando en las provincias su ejecución”.
La gestión que los gobiernos realizaron durante la pandemia con la educación “es un tema muy complejo porque una de las mayores dificultades fue la desconexión de los alumnos con la escuela”, dice. Considera que la falta de conectividad, la apatía, un sistema educativo que no estaba preparado para hacer frente a una educación mediada por las tecnologías tanto en recursos como en capacitación y un discurso errático desde los gobiernos -nacional y provinciales- sobre qué iba a suceder con el ciclo lectivo fueron, a su entender, los principales factores que incidieron de manera negativa. “Este combo generó que la educación pierda mucho y que aún hoy cueste revertir esos efectos. Probablemente lleve muchos años reparar el daño y para eso se requieren políticas públicas que atiendan la realidad”. A nivel educativo, la pandemia dejó “la necesidad de incorporar una mirada desde la salud mental ya que los jóvenes son especialmente vulnerables en este tema”.
La diplomatura tiene una duración de 5 meses, entre agosto y diciembre de este año. La modalidad de cursado será online sincrónica, es decir con clases online en vivo. El equipo docente fue pensado en función de garantizar solidez académica, experiencia en gestión pública y propender a una diversidad geográfica y paridad de género. Se compone de personas profesionales, con estudios de grado y posgrado que se desempeñan en la actividad docente y que han tenido experiencia en gestión pública. “Buscamos una diversidad geográfica que garantice múltiples visiones, en consecuencia, contamos con docentes de nuestro país que se desempeñan en la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, y Córdoba y también con docentes que se desempeñan en el exterior, como China, Estados Unidos e Inglaterra”, detalla Menin. El destacado cuerpo docente está integrado por Juan Manuel Abal Medina, Mercedes Iacoviello, Daniel Arroyo, Claudia Balagué y Miguel Ángel Cappiello, entre otros.
GESTIÓN DEMOCRÁTICA DE LA SALUD
Ninguna política pública que se precie de ser democrática, inclusiva y diversa puede dejar de diseñar sus programas y de ejecutar sus acciones “a partir de un acceso igualitario al sistema de salud, generando a su vez prácticas con perspectiva de género, de derechos sexuales, derechos de la diversidad sexual y derechos reproductivos de las mujeres, orientadas al acompañamiento en la toma de decisiones sobre su cuerpo”, dice el doctor Carlos Tusiani, uno de los coordinadores académicos de la diplomatura, quien además tendrá a cargo el módulo sobre políticas públicas sanitarias. Las políticas públicas deben tener, de acuerdo a Tusianai, “carácter positivo, democrático, de equidad, de total accesibilidad en los servicios, y mostrar transparencia en todos sus actos”. Un ejemplo de esto destaca, es el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (CEMAR), qué, a través de su política pública local, “tiene alto reconocimiento por sus políticas de parto respetado, maternidades seguras y violencia obstétrica”.
Sobre la gestión de la salud durante la pandemia detalla que “fue un quiebre porque históricamente el abordaje de la salud pública era una cuestión centrada en las funciones provinciales, por lo cual la tendencia era que las ciudades asumían un rol secundario”. En este contexto, “la pandemia tuvo un efecto revelador, puesto que exigió de manera inmediata respuestas efectivas, desarrollo de estructuras de gestión, asignación de presupuesto, organización de dinámicas de abordaje de los desafíos. Y eso provocó que las ciudades con un camino previo -como Rosario- en base a su desarrollado y sostenido sistema de salud pudieran enfrentar de mejor forma la situación, y otras tuvieran que tomar de forma urgente medidas y dar cuerpo a una política sanitaria a fin de afrontar un panorama de gran complejidad”. La pandemia funcionó como un catalizador que consagró y formalizó la salud pública como una temática prioritaria demostrando que “es fundamental que las políticas públicas llevadas adelante se funden sobre los principios de desarrollo socioeconómico, asociativismo y coordinación entre el sector público y el privado, transparencia y apertura a la comunidad, fortalecimiento de la infraestructura económica y social, cuidado del medio ambiente e innovación, con gestores públicos que respondan demandas y asuman liderazgos públicos sobre una gran palestra en incremento constante”, agrega Francisco Menin.
La Diplomatura realizará una introducción al proceso de las políticas públicas, la gobernanza, las políticas públicas comparadas y la evaluación de impacto de políticas públicas. Como contenidos transversales se abordarán los aspectos legales de la gestión municipal y provincial, la perspectiva de género, la comunicación de Gobierno, la transformación y modernización de la gestión municipal y provincial y la perspectiva de interculturalidad. “Teniendo en cuenta la ubicación geográfica y la realidad sociocultural de Argentina y América Latina, y por ende la implicancia de los pueblos originarios en estas relaciones, se necesita un abordaje especial”, cuenta Jaquelina Cinalli. La docente dice que “se puede hablar de interculturalidad relacional, de contacto entre culturas y de interculturalidad funcional, cuando a través de políticas públicas se incluye grupos tradicionalmente marginados a través de mecanismos igualadores”. La función del Estado “es incidir de manera positiva y regular los entrecruzamientos culturales, principalmente en nuestro país cuando una de las problemáticas de la interculturalidad son los pueblos originarios y su cultura, especialmente denostada por el Estado”. Volviendo al tema educativo acota que “la política educativa intercultural es fundamental porque aún hay carencias técnicas y teóricas que desde lo público no permiten pasar de un estado de mera afirmación de la diversidad hacia un estado de interculturalidad plena”. Gestionar de manera pública la interculturalidad requiere “no sólo decisión sino también presupuesto puesto a la orden de reparar y capacitar”.
En el marco de los contenidos temáticos, la diplomatura también desarrollará políticas públicas de Salud, de hábitat y vivienda, de desarrollo social y humano, de educación, de promoción del Comercio Exterior e internacionalización de pequeñas y medianas empresas, de movilidad urbana y transporte y la gestión de Residuos Urbanos.
La Diplomatura encuentra su fundamento en la creciente complejidad que adquiere la gestión de los gobiernos subnacionales y locales. En las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI estos gobiernos han vivido cambios estructurales en un marco de tensión permanente sobre sus roles, capacidades y recursos, propio de nuestro tiempo volátil y desafiante. El proceso de creciente complejidad socioeconómica y tecnológica vivido desde el advenimiento de la posmodernidad ha provocado que las temáticas que deben ser abordadas en la gestión se multipliquen sustancialmente.