Según la revista Forbes, junto a “éxito” y “estrategia”, el término “liderazgo” es uno de los conceptos que, desde siempre, más interés genera entre emprendedores, ejecutivos y empresarios de todo el planeta.
Desde que en 1440 Gutenberg inventara la imprenta, el número de artículos, ensayos y libros publicados acerca del liderazgo no ha dejado de crecer de forma exponencial. Lo mismo ocurre con el número de cursos, conferencias y programas de formación orientados a enseñar, a todo aquel que lo desee, qué habilidades debemos desarrollar para convertirnos en un gran líder. Cada año miles de empresas y profesionales, a lo largo y ancho del planeta, invierten millones de euros en intentar aprender qué habilidades convierten a un simple mortal en un superlíder.
Este incesante interés por el liderazgo ha hecho que expertos y gurús en la materia florezcan por doquier en cada esquina, todos ellos ofreciéndonos la fórmula mágica para convertirnos en esa suerte de superhéroe al que todo el mundo adora por su interminable lista de virtudes.
Pero, ¿y si te digo que los superlíderes no existen? ¿Y si te cuento que, todas las teorías del liderazgo existentes se resumen en cuatro elementos comunes? ¿Y si te demuestro que, demás, el liderazgo no tiene tanto que ver con la persona, sino, más bien, con la causa que esa persona representa?
El propósito de este libro es invitarte a reflexionar acerca de las muchas y trasnochadas teorías, viejos paradigmas y falsos mitos sobre líderes casi divinos, que en lugar de permitirnos entender mejor en qué consiste liderar, nos ofrecen una imagen distorsionada y frustrante de la realidad.