La Rioja energía eólica

La Rioja, con viento a favor

La monotonía de la inmensidad vacía del Valle de la Puerta, en el Departamento Arauco, está mutando. Doce enormes aerogeneradores recortan el paisaje y conforman el Parque Eólico Arauco SAPEM, que aspira a ser el más grande de la Argentina. Alistados uno al lado del otro, a la vera de la RN40, sorprenden en medio de un inmenso desierto, donde el blanco radiante de sus gigantescas estructuras contrasta con el intenso azul de los cielos de La Rioja.

El megaproyecto se perfila como el parque eólico más grande del país, con un total de más de 190 generadores que, se estima, serán instalados en los próximos cinco años y tendrán una capacidad de producción de 400 megavatios. Para principios de 2012, estará habilitada otra línea de 12 molinos que duplicará su capacidad generadora de energía, con una potencia total de 50,4 megavatios.

Con el propósito de capitalizar el viento como recurso renovable, se apostó a esta decisión estratégica para impulsar la inserción de La Rioja en el entramado productivo nacional, sin descuidar el medioambiente, ya que el parque evitará emitir 94 mil toneladas de dióxido de carbono. De esta manera, La Rioja se perfila como líder nacional en la producción de energía renovable, limpia y pura.

El primer capítulo del proyecto ya está concluido y las máquinas producen 25 megavatios, lo que equivale al 20% del consumo energético de La Rioja. Con la segunda línea, se alcanzará una producción de 50 megavatios, con lo que se podrá abastecer de energía a 69.400 familias.

Para La Rioja es fundamental ser productor de energía, porque el 95% del agua es subterránea, por lo que la energía eléctrica es un insumo vital para obtener este recurso e impulsar el desarrollo productivo”, comenta el arquitecto Juan Fernando Carbel, secretario de Obras Públicas de La Rioja y presidente de Parque Eólico Arauco Sapem.

Con un fuerte apoyo del Estado Nacional y Provincial, la iniciativa es ejecutada por la empresa IMPSA, que además de la instalación y puesta en marcha de esta primera etapa, estará a cargo del funcionamiento del parque durante cinco años. Luego de ese período, y tras la necesaria capacitación de personal, el control será cedido a la provincia.

Los aerogeneradores, que miden 80 metros de alto y su diámetro de rotor suma 83 metros, tienen un 40 por ciento de días de generación máxima durante todo el año, y ya con un viento de 10 metros por hora pueden producir energía. Por cuestiones de seguridad, cuando el viento supera los 100 kilómetros por hora, el parque no funciona. Los componentes de los molinos provienen de diversos puntos del planeta: la torre es de Corea del Sur, las palas son de Mendoza y el motor, de Brasil. El armado, sin contar las bases de fundición, demanda entre cuatro y cinco días de intensa labor.

Nota publicada en AreaUrbana 32

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José Abel Autor

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