La mezcla de tierra greda y polvo de piedra, con un poco de cemento u otro aglomerante, puede dar como resultado bloques para construir más barato y sin necesidad de cocción a leña, gas o fuel oil. En Mar del Plata, la Fundación UOCRA terminó una vivienda con esa metodología, y desde el sector público ya muestran interés por su aplicación.
El municipio de General Pueyrredón y la ciudad de Mar del Plata en particular pueden sentir orgullo por contar con la primera vivienda social ecológica, construida a partir de bloques de suelo-cemento, una metodología constructiva más económica y menos contaminante, que consiste en utilizar tierra colorada y polvo de piedra para la mezcla, sin necesidad de cocción.
El proyecto, que fue ejecutado por la Fundación UOCRA y contó con la colaboración de distintas instituciones, como el gobierno municipal, y la ONG Trabajar, fue visitado por el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Arlía. Por ahora, se trata de un prototipo, un ensayo que en el futuro puede servir como modelo para experimentar una alternativa en materia de soluciones habitacionales o como parte de una política ambiental. AreaUrbana contactó a Mauricio Lacuadra, regente del Centro de Formación Profesional (CFP) número 407, del sindicato de la construcción, ubicado en la ciudad balnearia; y al ingeniero tandilense José María Conte, uno de los principales impulsores de la iniciativa.
Según Conte, la vivienda social ecológica en “la feliz” tiene su raíz en una motivación conjunta con dirigentes de la UOCRA Mar del Plata, fundamentalmente de su secretario general adjunto, César Trujillo, y que el objetivo era (y es) “desarrollar alguna técnica que permita llegar a un sistema constructivo que abarate costos y facilite el acceso a la vivienda a obreros de este rubro”. “Queremos desarrollar un método que sea fácil de hacer, lo más modular posible, y tienda a lo autogestivo”, añadió.
El ingeniero involucrado en el proyecto conoce hace tiempo experiencias con suelo-cemento en otros países y también el programa “Arquitecturas de tierra”, que auspicia la UNESCO. En diálogo con este medio, precisó que en la mezcla que han aplicado se utiliza suelo seleccionado -tierra greda o colorada, la que está debajo de la tierra negra- y polvo de piedra o arena de trituración, que es el residuo que queda luego de la trituración de las piedras en las canteras. También se usa cemento, pero sólo representa un seis o siete por ciento del total de la mezcla. El ingeniero indicó que se elige qué estabilizante se emplea en función de las características del suelo del lugar, y en el caso de Mar del Plata, el cemento es el más adecuado, aunque podría ser cal.
Lacuadra destacó que los bloques no requieren energía calorífica para su elaboración, ni leña, ni gas ni nada de lo que se usa para cocinar un ladrillo. A su vez, contó que se trata de una mezcla apenas húmeda, y que con 15 días de secado ya se obtiene una solidificación considerable. Antes de tomar la forma de acuerdo al diseño estipulado, se realiza la compresión con una fuerza de 25 toneladas, 40 como máximo.
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