El cooperativismo crece donde el Estado se ausenta

El rol de las cooperativas se vuelve cada vez más importante para cubrir necesidades de servicios públicos básicos y estar cerca de las personas. Sobre esto conversamos con José Álvarez, Presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (FACE). 

¿Cuál es tu visión sobre el cooperativismo municipal?

Las cooperativas tienen su identidad propia, como una identidad privada, conformada y administrada por los mismos socios y elegidos por las autoridades correspondientes. En este sentido, donde la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas tiene sus cooperativas, en conjunto con los municipios comparten un punto en común: trabajar para mejorar la calidad y los servicios de su población. Nosotros buscando mejorar la calidad del servicio eléctrico para nuestros socios y usuarios, como el alumbrado público. Trabajamos en conjunto para eficientizar el servicio, primero para el bien de la población, segundo para el progreso de nuestras zonas. Nuestra visión es ver a nuestras cooperativas gestionando activamente en conjunto con el municipio para mejorar la escalabilidad del servicio, como te mencionaba antes, para nuestros socios y la población en su conjunto. El municipio y las cooperativas que están ubicadas en distintos pueblos del país trabajan de forma asociada. Con el correr del tiempo nuestras cooperativas no solo brindan servicio eléctrico, sino otros como el telefónico, Internet y sepelio. Hemos desplegado un abanico importante de actividades que complementamos muy bien en beneficio de la gente. 

¿Qué gestiones llevan adelante en los municipios? 

Principalmente, llevar adelante una administración que nos de la seguridad y tranquilidad de que las cooperativas estén lo más equilibradas posibles en términos económicos, lo que nos brinda una posibilidad importante para avanzar en distintos proyectos de ampliación de la red eléctrica, instalación de Internet y mejoramiento de servicios de sepelios a partir de una gestión que sea lo más eficiente posible, ordenando los municipios y facilitando las obras. Cuando dos entidades importantes en distintos pueblos o ciudades de la Argentina trabajan en forma mancomunada con un objetivo común, poniéndose de acuerdo para gestionar y ordenar determinado servicio, es posible seguir creciendo como lo venimos haciendo. Si uno observa todo el mapa político -es decir, la distribución geográfica del país- en cada pueblo la cooperativa cumple un rol fundamental porque el Estado y los privados no realizaban los servicios que la gente necesitaba, entonces la gente se asociaba en cooperativas para suplir esas falencias. En cada pueblo donde hay un municipio y una cooperativa, se brindan mejores servicios para la gente.

¿En qué municipios están presentes?

Estamos gestionando  permanentemente  distintas obras de infraestructura, sobre todo en el mejoramiento de las líneas eléctricas. Nuestra Federación está presente en zonas rurales donde gestionar cuesta mucho más. Por eso es importante que el rol del municipio, junto con la ayuda de los estados nacionales y provinciales, facilite con mayor fluidez la posibilidad de conseguir fondos para realizar obras. Tratamos de conseguir infraestructura, ya sea para ampliar nuestras redes, como para mejorar el servicio, por ejemplo con Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) y que en los pueblos rurales reciban una buena conectividad. Estamos aliados a cooperativas que ofrecen servicios de telefonía y televisión. Donde el Estado no brinda soluciones, lo hace la cooperativa. 

¿Con qué montos de inversión?

Los montos son importantes porque por ejemplo, la ampliación de una obra eléctrica es valorizada en dólares, así como la conexión de Internet en las zonas rurales. Hay una gran inversión de dinero que con una buena administración y una gestión municipal logra volcarse y conseguir montos que se destinan a obras específicas que requiera la población. 

¿Qué desafíos les presenta esta época signada por la crisis sanitaria que estamos viviendo?

Como parte de esta crisis sanitaria atravesamos momentos difíciles por no contar con dinero para invertir o por la ausencia de tarifas, pero nada que no se pueda superar con una buena administración y sabiendo hacia dónde vamos. El desafío es entender a nuestros socios y a la población para afianzar los lazos solidarios y el sentido de pertenencia. Por una parte, entender a los socios porque hacen grandes esfuerzos para pagar los servicios que brinda la cooperativa; y por otra parte, brindar facilidades a las personas porque siempre nos dan respuestas. Me refiero a docentes y empleados que en épocas de crisis nos han dado una cuota de responsabilidad heredada de nuestros abuelos en lo respectivo a pagar los servicios.  Todas las cooperativas necesitan hacer inversiones para mejorar la calidad de sus servicios. Hay un problema con el financiamiento, pues más allá del alto costo financiero al que hoy podemos acceder, existen algunos organismos que disponen de fondos para infraestructuras y se utilizan en el caso de las empresas provinciales como aportes no reembolsables (subsidios), mientras que a las cooperativas se les otorga en carácter de préstamo. En ese sentido, sentimos que los usuarios del servicio eléctrico que no dependemos de una empresa del Estado tenemos un trato diferencial, ya que debemos devolver un préstamo mientras el resto de los usuarios no lo hace. El desafío que las cooperativas están llevando adelante con mucho esfuerzo es la adecuación tecnológica, no solo en materia de energía eléctrica sino de otros servicios esenciales como las telecomunicaciones. Aquí sí, de la mano del Estado se están realizando grandes obras para conectar a todos los usuarios con fibra óptica y llevar a cada rincón del país la misma calidad de servicio que existe en las grandes ciudades. Hoy el 70% de las cooperativas de servicios públicos brinda servicios de telecomunicaciones y la gran mayoría ya tiene infraestructura de fibra óptica que, en muchos casos, llega al 100% de los hogares de los usuarios.

¿Con qué otras cooperativas trabajan?

Trabajamos en muchos proyectos e ideas con distintas cooperativas. Nuestro rol fundamental es el servicio eléctrico, pero logramos anexar otros servicios que los habitantes necesitan. Cooperativas vitivinícolas de Mendoza que además de ser productores son socios en la parte eléctrica y que usan nuestro servicio para las bodegas o para el riego agrícola a través de los pozos electrificados para extraer agua. En Misiones tenemos cooperativas yerbateras. Siempre estamos redoblando esfuerzos en distintas provincias, regiones y pueblos del país.

¿Cuáles son las principales metas de la cooperativa?

Las metas tienen que ver con tratar de mejorar los servicios, la administración y la gestión eficiente para que las personas sepan que pueden acudir a nosotros a resolver sus problemas. 

¿Cuál es el rol más importante de la cooperativa a nivel municipal?

Tenemos varios roles que se modifican según los servicios prestados. En cuanto al servicio eléctrico, en la mayoría de las comunas brindamos el servicio de alumbrado público. Compartimos con el municipio el objetivo de que los pueblos estén iluminados. También gestionamos para que las personas puedan conseguir una vivienda.

¿De qué se trata la política energética de FACE?

Coordinar en todo el país las realidades que tenemos las cooperativas eléctricas en cada provincia, que son muy distintas. Y cada una es un ámbito de concesión. En algunos casos las concesiones son provinciales, en otros municipales. Entonces la Comisión de Política Energética trabaja arduamente para lograr acuerdos. Si bien nosotros somos una federación nacional, eso nos lleva a redoblar esfuerzos para estar presentes en cada provincia y poder brindar respuestas. 

 

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José Abel Autor

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