“Pienso en como el hombre se apropia del diseño”

AreaUrbana dialogó con la Arq. Diana Cabeza, directora de su propio estudio y creadora de los objetos urbanos más importantes que visten nuestro país. Cómo se inspira en los lugares, para poder crear objetos que se adaptan al contexto. Además, la importancia del reconocimiento internacional de los productos creados por su estudio.

Usted asegura que se debe tener en cuenta las condiciones generales de la región para la creación de diversos objetos urbanos, ¿Por qué cree?

Creo en los contextos y me es muy difícil diseñar “per se”, siempre necesito un contexto como punto de partida. La cuestión regional es un buen inspirador en cuanto a proveedor de materias primas, en cuanto a escala de paisaje, a entramado social, usos, costumbres, clima y condiciones ambientales.

Cada región tiene un “espíritu del lugar” que es bueno reflejar tanto al diseñar un elemento para el mismo como para intervenir el paisaje. Pienso el diseño desde su contexto natural o cultural y en como el hombre se va apropiar de él.

Me gustan las cosas con poca intervención”, es una frase suya con respecto a los objetos que diseña. ¿Por qué cree que es esto? ¿Suele aplicarlo en todos sus productos? ¿Es un diferencial?

Mi proceso de diseño se nutre de viajes por mi país, de relevamientos fotográficos de sitios que por su carga cultural, geográfica o social alimentan la intuición acerca de qué y cómo hacer.

Unas de mis investigaciones en curso es: Cultura Material, Espacio Social y soportes de uso comunitario en la Puna Argentina, la Cultura del “No Objeto”. En estos viajes a la Puna fotografío los sitios, la comunidad en sus lugares de encuentro y los objetos de uso, observando en ellos una relación directa entre la naturaleza y el uso con una mínima intervención tecnológica; en esta cultura con diseñadores anónimos y donde la escasez y la falta de recursos es la realidad, el objeto es un emergente de la materia prima, de la necesidad de uso y de la tecnología básica del lugar.

En este sentido es que admiro y me inspiro en estas realidades regionales argentinas para diseñar lejos de la idea del concepto europeo de objeto “vedette” elementos que se enmarcan en lo que yo lllamo la “cultura del no objeto”.

Usted dijo en una entrevista que: “Me interesa esa escala que se puede verificar con el cuerpo”, en relación a qué objetos urbanos ¿Hoy sigue con esa idea?¿Cómo surge?

Existe la escala del paisaje, la escala del lugar y la escala del objeto.El paisaje es lo infinito, lo intangible, el sitio es el lugar que defino en el paisaje para intervenir para ponerle escala, la escala del cuerpo es la que va a habitar ese lugar, y existe también la escala objetual, la de los objetos de uso que son de los que el hombre se va a valer para desarrollar su vida solo o en comunidad.

Me interesa trabajar en la escala del sitio y en como el hombre se va apropiar de él; es en ese lugar donde hombre y soporte se vinculan y en donde los hombres entre sí entablan una relación ritual y coreográfica sostenida por los soportes de uso.

Observo el cuerpo del hombre y de la mujer, y diseño a partir de él, estudiando como sus huesos y músculos se acomodan en un lugar modelándolo; deseo aprehender y materializar ese espacio de contacto.

 

Nota publicada en AreaUrbana 52

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José Abel Autor

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